El jurado declaró este lunes a Daniel Penny inocente del delito de homicidio por negligencia criminal por la muerte de Jordan Neely.
El jurado deliberó durante más de 24 horas a lo largo de cinco días antes de llegar al veredicto. La sala del tribunal estalló en una mezcla de vítores y abucheos en cuanto se leyó el veredicto.
El jurado en el juicio de Penny continuó deliberando el lunes sobre si cometió homicidio por negligencia criminal cuando colocó a Neely una llave de estrangulamiento en un vagón del metro el año pasado, después de que el jurado no se pusiera de acuerdo sobre el cargo más grave de homicidio la semana pasada.
A petición de los fiscales el viernes, el juez Maxwell Wiley desestimó el cargo de homicidio en segundo grado, que conllevaba una pena máxima de 15 años, y ordenó al jurado que pasara al cargo menor de homicidio por negligencia criminal, que tiene una pena máxima de cuatro años. Ninguno de los delitos tiene una pena mínima. Penny se declaró inocente de ambos cargos.
Los fiscales alegan que Penny mató a Neely, un hombre sin hogar de 30 años que anteriormente había sido un imitador de Michael Jackson, cuando lo estranguló durante seis minutos en un vagón del metro en mayo de 2023, sujetándolo durante al menos 51 segundos después de que su cuerpo se desmayara. La fiscal adjunta de distrito Dafna Yoran argumentó que Penny sabía que sus acciones podían matar a Neely, pero continuó estrangulándolo durante “demasiado tiempo” y “no reconoció su humanidad”.
El médico forense de la ciudad concluyó que la llave de estrangulamiento de Penny mató a Neely. La defensa argumentó que Neely murió a causa de una enfermedad genética y de la marihuana sintética que se encontró en su organismo.
El abogado defensor Steven Raiser dijo a los jurados que Penny “actuó para salvar” a los pasajeros del metro de un Neely “violento y desesperado”, que actuaba de forma errática y “asustaba muchísimo a todo el mundo”. Raiser argumentó que Neely se estaba defendiendo y que Penny seguía agarrándose porque temía liberarse, aunque no tenía intención de matar a Neely.
La semana pasada, el jurado pasó más de 23 horas a lo largo de cuatro días deliberando si Penny, una ex marine de 26 años y estudiante de arquitectura, había cometido homicidio en segundo grado, antes de señalar repetidamente que no podían llegar a un veredicto unánime.
Para el homicidio involuntario se hubiera tenido que demostrar que Penny actuó de manera imprudente y se desvió gravemente de la conducta de una persona razonable, mientras que para probar el homicidio por negligencia criminal se requiere que el jurado esté convencido de que Penny incurrió en una “conducta reprochable” que no consideró que conllevaría riesgo de muerte.
Afuera del tribunal, se han reunido manifestantes y contramanifestantes, Cuando Penny entró en el juzgado esta mañana, se encontró con cánticos que competían entre sí: “asesino” y “no culpable”.