Estaría dispuesto a renunciar para que se quede Messi : Josep M. Bartomeu , presidente del Barcelona

EP New York/deportes

Presidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu (L) saluda a Lionel Messi 

MADRID – El culebrón en el que se transformó la decisión de Lionel Messi de abandonar al Barcelona suma todos los días un nuevo capítulo y hoy fue el presidente “blaugrana”, Josep María Bartomeu, quien ensayó una especie de contragolpe. Acorralado por el ultimatum del capitán argentino que pretende dejar el club catalán sin costo alguno, el máximo responsable de la entidad se dijo dispuesto a renunciar si con eso logra hacerlo cambiar de opinión.

Según anticipó TV3 y confirmó luego el diario “Sport”, Bartomeu aseguró que no tendría problema en dar un paso al costado con tal de revertir lo que parece ser una decisión irrevocable de Messi de seguir su carrera lejos de Cataluña. Una renuncia por la que claman socios y simpatizantes del Barcelona que se dieron cita para protestar frente a las puertas del Camp Nou en los últimos días, aunque ciertamente en número bastante modesto, al conocerse la noticia que nunca querían oír.

El capitán argentino, cuya relación con Bartomeu se erosionó hasta un punto de no retorno, comunicó hace un par de días su intención dejar el club con una carta documento en la que apeló a una cláusula contemplada en su contrato. Clásula que según sus abogados le permitiría abandonar Barcelona sin costo por estar dentro de los límites estipulados, aunque según la interpretación de la contraparte ya habría caducado.

Una cuestión para nada menor pues si se impone el criterio expresado por Messi, el club catalán dejaría de cobrar los 700 millones de euros contemplados en la cláusula de rescisión del contrato que vence a mediados de 2021. Barcelona advierte que el plazo para hacer uso de la libertad de acción caducó diez días después el 30 de junio, aunque los abogados del astro señalan que el plazo se extendió porque el final de la temporada se postergó debido a la pandemia.

Habrá que esperar para saber quién tiene razón, aunque se anticipa una dura batalla legal más allá de que ambas partes aseguran querer evitar un final traumático para una relación tan fructífera como las que los unió durante dos décadas.

La partida de Messi es una herida para los fanáticos “culés” y una mancha indisoluble para la gestión de un Bartomeu que hoy se dice dispuesto a renunciar si él es la razón de esa ruptura indeseada. Algunos ven en el anuncio del presidente una especie de manotazo de ahogado, pues la salida del astro argentino representa un golpe mortal para sus aspiraciones de ser reelecto en el cargo. Otros ven una necesidad de trasladarle la responsabilidad al capitán cuando condiciona su renuncia a que diga públicamente cuáles son las razones que sustentan su decisión de abandonar el club que lo acogió desde temprana edad.

Aún cuando Bartomeu renunciara, el resto del Consejo directivo seguiría en funciones hasta que se realicen las elecciones previstas para el año próximo y que varios reclamaban se adelanten, y se nombraría un presidente interino.

Messi no sólo está enfrentado con Bertomeu sino con casi toda la dirigencia, que no supo escuchar sus reclamos a pesar de que lanzó varias advertencias para que su ciclo en Barcelona no terminara como parece que terminará.

La paliza histórica frente a Bayern Munich en cuartos de final de la Champions y el paupérrimo final de temporada en una Liga Española en la que resignó la corona a manos de Real Madrid parecen darle la razón al astro argentino.

El arribo del entrenador holandés Ronald Koeman para sustituir a un Quique Setién, cuya relación con Messi nunca fue buena, tampoco pareció ser suficiente para convencerlo de seguir en el club.

Por el contrario, la decisión de Koeman de prescindir del uruguayo Luis Suárez y del chileno Arturo Vidal, cercanos a Messi, pareció ser la gota que rebalsó el vaso y así se lo habría hecho saber al flamante DT cuando se reunieron. En aquella oportunidad, el argentino le confesó que se sentía “más afuera que adentro” del proyecto al holandés y dos días más tarde envió la carta documento en la que confirmaba su intención de dejar Barcelona.

Según se anuncia, para evitar problemas contractuales, Messi se sumará el lunes a los entrenamientos de pretemporada, pero ya tiene armadas las valijas y en breve haría públicas las razones de su partida. Por ahora, optó por el silencio, pero se anticipa que en breve lo romperá para ofrecer su versión de los hechos en el momento en el que lo considere más adecuado, según informa “Sport”.

Messi no habló con los dirigentes del Barcelona (sí lo habría hecho su padre y apoderado, Jorge), pero conversó con Josep Guardiola, a quien lo une un pasado de gloria en el club catalán y quien actualmente entrena al Manchester City. Ese sería, según muchos anticipan, el próximo destino del ganador de seis Balones de Oro y allí lo espera su amigo y compatriota Sergio “Kun” Agüero, goleador histórico de los “Ciudadanos”.

En ese sentido, el ex yerno de Diego Maradona dio una pista en las redes sociales al quitar de su perfil el número 10 que solía acompañar su nombre, lo que es interpretado como un gesto de bienvenida a Messi a la Premier League. (ANSA).