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Iván Velázquez , el exmagistrado colombiano que no pudo ser profeta en su propia tierra

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EP/New York.

Colombia ha sido un país que durante más de 50 años ha vivido y sufrido muchos conflictos y guerras. Desde la guerra de los “mil días” , hasta el conflicto armado entre militares y guerrilleros más las acciones paramilitares y la incursión del narcotráfico , sicariatos y pandillas con el aval de una alta corrupción de los gobiernos. En el conflicto con la subversión , por ejemplo , el Estado hizo inversiones  para reestructurar y equipar el poder judicial y especializar fuerzas de combate para enfrentar la poderoza guerrilla de las Farc , hoy convertidas en partido político mediante un proceso de paz.

Con el narcotráfico ocurrió algo similar. Mientras los militares cercaban a las guerrillas , la policía desarrollaba “bloques de búsqueda” y servicios de inteligencia para perseguir a los ‘capos’ y cárteles de la droga.

Reformas judiciales y constitucionales fueron necesarias para arrinconar a los narcotraficantes a través del mecanismo de extradición , especialmente hacia Estados Unidos cuyos convenios se habían matizado desde el “plan Colombia”. Pero el delito se unificó y especializó creando alianzas y nuevas formas delictivas y críticos escenarios criminales que  salpicaron al poder gubernamental. Surgen la “narcoquerrilla” , la “narcodemocracia” y conceptos políticos como la “parapolítica”.

Todo se pudo configurar para lograr acuerdos con los criminales menos un estrado de justicia <<anti corrupción>>. Jueces , abogados y magistrados fueron asesinados en la medida que el “poder” establecido encubría los casos más graves de corrupción que salpicaban desde las campañas electorales hasta los contratos con empresas privadas para desfalcar y robar las arcas del país. Colombia es hoy en día un modelo de exportación de sistemas y técnicas para combatir el delito gracias a la internacionalización y al manejo de las políticas exteriores de Estados Unidos y Europa.

Las guerrillas por ejemplo , pasaron de secuestradores y malhechores y violadores de derechos humanos a “grupos terroristas” luego de los ataques del 9-11. George Bush y posteriormente Barack Obama , avalaron el proceso de paz de Colombia en función de que las Farc eran un grupo terrorista dejando de lado la impunidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante cinco décadas. Ésta es la paz que a regañadientes la mayoría de colombianos aceptaron a sabiendas que lo que se firmó en la habana quedará con el sombrío manto de la impunidad. Un orgullo de paz para exportar al mundo y decir que en la guerra , el perdón y el amor están por encima de la justicia.

Hemos exportado servicios de inteligencia a México gracias a que los narcotraficantes huyeron a las fronteras para crear alianzas con políticos corruptos de otras naciones. Panamá , Ecuador , Brasil y Argentina ,entre otros , son centros de nuevos carteles y de  lavado de dinero. Aunque para algunos sectores de Colombia hablar de éstos temas y decir la verdad es incitar a la violencia , las estadísticas y los informes de la DEA y ONU corroboran que muchos de los delitos cometidos por la delicuencia están estrechamente relacionados con la corrupción política.

En éste orden de ideas y dadas éstas circunstancias históricas y por recomendación de organismos internacionales como la ONU , la OEA , la DEA y la CIA , el aparente éxito contra el crimen organizado en Colombia daba sus frutos. Tal fue el caso del exjefe de la Policía nacional de Colombia  y hoy vicepresidente recien nombrado por Santos , Óscar Naranjo quien  trabajó como asesor judicial del presidente Peña Nieto de México con el objetivo de combatir los cárteles de éste paìs. Naranjo, más que belicista y militar de combate , es un hombre humanista que plantea que “la guerra sólo produce antagonismos y una lógica de muerte , por lo que es consciente que en México una política de seguridad pública no puede limitarse a señalar a un delincuente como un enemigo a niqiilar , de hacerlo , corre el riesgo de que éste conteste: Antes que me maten , yo mato” , aseveró para el portal (proceso.com.mx)

Pero también irónicamente en un país con alta corrupción como Colombia y trinando aquella frase que nadie es profeta en su propia tierra y menos ser perseguidor de corruptos con tanta inseguridad , un magistrado anticorrupción se ha dado el lujo que Guatemala , un país agobiado por la corrupción gubernamental , lo proclame con distinción y honor.

Iván Velásquez nació en Medellín y estudió derecho en la Universidad de Antioquia. Fue litigante y director del Colegio Antioqueño de Abogados, COLEGAS, desde donde adelantó campañas contra el entonces denominado Estatuto de defensa de la justicia que establecía los jueces sin rostro y los testigos secretos. Entre 1991 y 1994 ocupó el cargo de Procurador Departamental de Antioquia, donde le correspondió adelantar investigaciones relacionadas con torturas llevadas a cabo por organismos como la Unidad Antisecuestro, UNASE; ejecuciones extrajudiciales cometidas por fuerza pública y abusos contra la población civil cometidos por tropas en sus acciones antiguerrilla.

Vinculado a la Corte Suprema de Justicia como magistrado auxiliar desde el año 2000, a partir del 2006 y hasta el mes de agosto del 2012 el Dr. Velásquez coordinó la Comisión de Apoyo Investigativo de la Sala Penal, encargada de investigar las relaciones entre miembros del Congreso de la República y el paramilitarismo, en el escándalo conocido como Parapolítica, que llevó a la Corte Suprema a ordenar la investigación, por crímenes de lesa humanidad, contra políticos elegidos gracias a la comisión de masacres, homicidios selectivos y desplazamientos masivos ejecutados por los grupos paramilitares. Hasta el momento, las investigaciones adelantadas por la Comisión han producido la condena de aproximadamente 50 congresistas. Una decena más se encuentran en instrucción o juicio y más de 130 están vinculados a investigaciones previas, develando, además, las estructuras criminales ligadas con los llamados “narcopolíticos”.

“La Línea” y el caso Guatemala

El Caso de «La Línea» es un caso de corrupción en las aduanas de Guatemala investigado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) , de la cual Velázquez es el cerebro principal de las investigaciones desde 2015. La investigación de la CICIG fue hecha pública el 16 de abril de 2015 e involucró a varios altos funcionarios del gobierno del general retirado Otto Pérez Molina, incluyendo el secretario privado de la vicepresidencia, el capitán retirado Juan Carlos Monzón y directores de la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala (SAT).

Caso Redes

El Caso Redes es un caso de corrupción descubierto por el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala el 9 de julio de 2015 y que involucró a las empresas energéticas Jaguar Energy y Zeta Gas y a ex funcionarios del gobierno del general retirado Otto Pérez Molin.

Iván Velázquez y el actual presidente Jimmy Morales

Con apenas dos años en el cargo , el excomediante y hoy presidente de Guatemala , Jimmy Morales , ha intentado desviar las investigaciones de corrupción de la reciente campaña electoral y las acusaciones por fraude contra dos miembros de su familia. Su hijo y hermano son culpables de fraude y lavado de dinero de acuerdo a las investigaciones de la Cicig. Pero Morales pensó que expulsar a velázquez sin remover el cuerpo investigativo de la Cicig era asunto de firmas y gabinete y mediante orden judicial pidió que el exmagistrado colombiano abandonase el pais sin tomar en cuenta que el mismo pueblo guatemalteco lo impediría.

Artículo relacionado: inician juicio contra hijo y hermano del presidente Jimmy Morales

Durante 10 años en Guatemala  , Iván Velázquez y la Cicig , han sido clave en el procesamiento y juicio contra figuras de la política como el exmandatario Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti.

En resumidas cuentas tanto al ex general Naranjo como al ex magistrado  Velázquez asi como a otras fuerzas especializadas contra el crimen que han sido contratados para combatir a grupos insurgentes y terroristas en el Oriente Medio , podriamos  preguntarles si lo que ellos aportaron para Colombia sigue vigente para contrarrestar el delito , la corrupción y la insurgencia o , por el contrario , habrá que seguir reformando las leyes y la constitución para “sanear” éste flagelo de políticos corruptos incrustados en el gobierno y la misma empresa privada.

Porque la corrupción , el delito y la raponería siguen tan rampantes que ahora tendrán un nuevo invitado con otras intenciones y con nombre y apellido: La Fuerza Alternativa Revolucionaria Común (Farc) quienes serán el “partido” político # 14 de Colombia.

¿Podrá soportar el país otro invitado más?

La corrupción no se derrota con jueces como Iván Velásquez que utiliza la justicia para condenar a sus supuestos enemigos políticos” Alvaro Uribe Vélez , expresidente de Colombia.

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