Venezuela: Más allá de la crisis económica y energética.

EP/ EUA/Crisis de Venezuela

Redacción política

Es iluso pensar que en medio de una crisis humanitaria la política sea tan “deshonesta” como atreverse a sabotear el principal recurso de vida para los humanos como lo es el agua. De todo se puede hablar , decir y actuar para que un gobierno se mantenga en el poder o se objete a través de la protesta y la crítica , pero de aquí a criminalizar y sacrificar a millones de personas inocentes vandalizando el sistema hidroeléctrico de un país es la táctica más inhumana que pueda ejecutar cualquier tipo de gobierno.

El caso de Venezuela ahogada en una terrible crisis económica , política y social , ha entrado en la peor etapa de su crisis humanitaria desde que el presidente interino Juan Gusidó decidió reclamar por via constitucional la usurpación de poder del gobierno socialista reimplantado por Nicolás Maduro. Una proclamación que de inmediato fue reconocida por EE.UU y mas de 50 países incluyendo la comunidad europea.

Desde entonces , el mundo ha conocido distintas realidadades. Al principio , el éxodo masivo de venezolanos hacia Colombia y otras latitudes desnudó las falencias del socialismo en cuanto a trabajo , salud y educación. El testimonio de la diáspora daba fuertes campanadas de la hiperinflacción que Maduro había producido a espaldas del pueblo negociando el recurso petrolero con Rusia , China y países menores. Todo hacía pensar que los miles de millones de dólares que la dictadura había recibido de Moscú y Beijin , aliviarían la dura situación de los venezolanos pero no. Al contrario, la mayoría del dinero recaudado fue a parar a cuentas personales del Vaticano , según  investigaciones del periodista peruano , Jaime Beyly.

Ésta información explica las razones por las que el Papa Francisco y la iglesia católica se sienten impedidos para críticar el régimen de Maduro y la dictadura donde ,además, Diosdado Cabello , también tendría dinero en las reservas del clero Romano.

Posteriormente llegan las acusaciones de Guaidó y con ellas las presiones económicas de Estados Unidos y se dan fuertes enfrentamientos entre la oposición y Maduro por el ingreso de la ayuda humanitaria que revelaba por primera vez , la necesidad urgente de hacer llegar al país  los alimentos y medicinas para el pueblio venezolano. Al final, la cruz roja internacional decide intervenir para hacer llegar en pocos dias la ayuda represada en las fronteras en la que Guaidó y Maduro se adjudicaron como triunfos respectivos.

Pero lo de los apagones y consecuentes cortes de agua ha sido lo peor que ha sucedido desde el 7 de marzo, cuando se registró el hasta ahora peor apagón de la historia venezolana y que el gobierno de Maduro ha denunciado que los cortes de energía son consecuencia de varias causas, desde “ataques electromagnéticos” dirigidos por Estados Unidos hasta un ataque con arma de fuego a una instalación eléctrica perpetrada por la “oposición golpista” que busca derrocarlo.

Los expertos señalan que las fallas son consecuencia de una administración corrupta e incapaz que se traduce en la falta de mantenimiento del sistema eléctrico nacional. Las instalaciones están casi en ruinas, particularmente las centrales termoeléctricas que otrora conformaban el sistema de respaldo en caso de una avería en la hidroeléctrica de Guri, que suministra 60% de la energía del país.

E aquí el mayor punto de discordia entre la dictadura y Guaidó que aparentemente y luego del anuncio del oficialismo de racionar la energía, le ha dado la razón técnica a los expertos y ha causado un airado disgusto de los seguidores chavistas contra Maduro. En Venezuela cualquier eventualidad es una guerra. Un miedo latente por los apagones , la inseguridad , el hambre , falta de agua y encima el racionamiento energético que deja en penumbras el futuro que de por si ya es incierto. Nadie cree en nada , no hay confianza  en el gobierno ni en la oposición que inmediatizó la salida de Maduro.

Todos están a la espectativa de “todas las opciones” como la única y sólida medida para sacar a Maduro. Pero lo peor es que ni con dinero ni con tarjeta de crédito se puede comprar lo poco que existe en Venezuela. Por momentos en algunas zonas del país algunos comerciantes se han dedicado a recibir sólo dólares y cuelgan letreros como “se aceptan lechugas” en alusión a la moneda norteamericana. Y por momentos la dolarización se convierte en la única solución para subsistir.

Sin embargo , la escacez de agua producto de la crisis energética ha llevado a los venezolanos a recurrir a los ríos , aguas estancadas y pantanos para suplir necesidades básicas con el agravante de contraer enfermedades y epidemias. Tras los primeros apagones que duraron tres días , los disturbios sacudieron las principales ciudadades. Los informes noticiosos  transmitidos  parecían sacados de la película Mad Max: multitudes armadas tomaban las calles destruyendo y robando todo, desde tiendas hasta centros comerciales, incluso cables de cobre. La ciudad fue canibalizada , reporta la periodista Virginia López Glass , que ha cubierto la crisis de Venezuela para diferentes medios.

Hasta ahora, Caracas se ha salvado de los horrores que han destrozado a Maracaibo , cuenta la corresponsal de NYT. No obstante, un gobierno que está en quiebra, deslegitimado y sancionado puede hacer muy poco por su pueblo. Si los apagones se vuelven cotidianos, quizá no tengamos tanta suerte la próxima vez. Temo que la violencia y los saqueos se expandan como el fuego por la capital de la nación y más allá. Esa podría ser otra estocada mortal para Venezuela.

Y en el panorama político Maduro sigue cerrando el liderazgo de Juan Guaidó , a través de impedimentos públicos como la inhabilitación para futuras campañas electorales y la mas reciente y mas grave, en opinión de expertos , es el retiro de la inmunidad parlamentaria. Ésto podría significar que en cualquier momento la dictadura haría efectiva su captura agravando la crisis internacional con los países que lo reconocen como presidente , en especial EE.UU. quien hasta hoy mantiene reservado alguna opinión al respecto.

(Con información de AP-NYT-EFE)

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