Las políticas- si es que existen en un sátrapa dictador como Nicolás Maduro- son de lo más estrepitosas y vulgares que haya conocido el mundo moderno. Venezuela por desgracia es la paría de América Latina donde cualquier negocio con los comunistas y socialistas resulta en el gran suceso del tirano para incomodar a Estados Unidos por las sanciones impuestas contra la dictadura , mientras el pueblo emigra y muere de hambre, puesto que el chavismo ha hecho pedazos lo mínimo que ha quedado de la patria bolivariana.
Y de las últimas empresas en cerrar operaciones tras el fracaso socialista Good Year cesará en enero del 2019 sumando más de mil desempleos. Pero lo que le importa a Maduro es todo menos el bienestar de los venezolanos que sobreviven en medio de una escasez espantosa. En principio tuvo a Cuba y Brasil como los padrinos aliados de suramérica pero el primero está igual o peor y el triunfo derechista de Bolsonaro drenó cualquier vínculo con la dictadura.
Y de la hiperinflacción ni que decir. El 20 de agosto de 2018, fue aplicada una reconversión monetaria al bolívar, creando una nueva moneda denominada bolívar soberano (Bs.S). Dicho proceso estableció una tasa de conversión de 100 000 Bs. igual a 1 Bs.S. Anunciada el 22 de marzo de 2018 por Nicolás Maduro, originalmente estaba prevista para hacerse efectiva el 4 de junio del mismo año, estableciendo una tasa de conversión de 1000 Bs. igual a 1 Bs.S. Un desastre total.
Pero ¿qué hay detrás de las operaciones y ejercicios aéreos con Rusia?
Según explica un artículo de BBC , con el envío de los bombarderos rusos , el Kremlin “busca a países que aún quieran lidiar con ellos, y eso incluye a Venezuela”, destaca Steven Pifer, exembajador de Estados Unidos en Ucrania e investigador del centro de análisis Brookings Institution. Ayudar económica y militarmente a Venezuela -uno de los pocos países que respaldó la acción rusa en Crimea- sirve para mantener que “Rusia tiene conexiones alrededor del mundo”.
Otro punto sin duda el más atinado es desafiar a Estados Unidos
Dos razones inicialmente se entrelazan en el objetivo político de Moscú. Uno como una respuesta a la intromisión de Washington en Ucrania y dos, demostrar el poderío y la capacidad de vuelo de los bombarderos TU-160 y por supuesto mostrar el apoyo al dictador de Venezuela. Y otra razón no menos importante es ‘desincentivar” las intenciones de una invasión de terceros.
En sumo , dentro del poderío militar y económico actual en el mundo , hay tres actores activos (Rusia, China y EE.UU) ,uno solapado (Korea del Norte) esperando cómo terminará esta guerra comercial y un comodín , Venezuela , tratando hacer amigos para sacar ventaja estratégica con los países sancionados y aislados por la Unión Europea y Washington.
Pero ésto no significa que el dictador vaya a salir del atolladero , al contrario , en la medida en que Putin y Erdogán inviertan en la quebrada economía de Venezuela saben que tarde o temprano la deuda aquirida que compromete aún mas su patrimonio será revertida al término de la osada decisión para mantener su gobierno.