La política en Colombia ha entrado en una aparente crisis de gobierno luego que un ex-guerrillero de las Farc fuese puesto en libertad por la justicia transicional creada por el entonces presidente J.M. Santos. A Jesús Santrich se le investigaba por los delitos de narcotráfico basados en acusaciones de la justicia estadounidense en un intento de enviar varias toneladas de cocaína luego de haber firmado los acuerdos de paz.
Los jueces La JEP (justicia especial de paz) consideraron que no habían pruebas fehacientes para considerar la extradición de Santricht , incluso los videos de la administración de drogas de EE.UU. (D.E.A.) por sus siglas en inglés, no fueron evaluados a tiempo según aducen los jueces que dejaron en libertad al excombatiente y negociador del proceso de paz.
Pero una vez dado a conocer el veredicto y posterior libertad del hombre que indignó a Colombia con el “quizás, quizás…quizás” refiriendose al perdón de las víctimas de la guerra, fue recapturado por organismos de la fiscalía dado que había una orden de captura por parte de la justicia ordinaria por los mismos delitos de narcotráfico.
Pero más que una indignación generalizada contra el exguerrillero de las Farc , la decisión de la JEP provocó la renuncia del fiscal Néstor Humberto Martinez y la ministra de Justicia Gloria María Borrero y una aparente crisis de la que los detractores del actual gobierno de Iván Duque culpan al senador Albaro Uribe Vélez de querer acabar con el discutido y polémico proceso de paz que aún divide a gran parte del país.
La disputa por el caso Santrich , sin embargo , entró a evaluar varios criterios políticos tanto en la perspectiva de los líderes de las Farc , la posición ecuánime del gobierno , el pedido de extradición de la justicia estadounidense y la tormenta provocada por la JEP. Timochenko , actual líder de los excombatientes , considera , por ejemplo, que aplicar la extradición a estas alturas pondría en riesgo la paz y el posconflicto , estancado desde que Santos dejó el poder. Considera además que muchos exmiembros de su organización podrían ser extraditados.
El presidente Duque por su parte está completamente seguro que las evidencias presentadas por Estados Unidos no da lugar a dudas y si es posible ,a parte de la diligencia fiscal , recurría a la Procuraduría para definir pronto la extradición de Santricht.
EE.UU , como juez y parte y gran aliado del gobierno está a la espectativa de una pronta y transparente decisión que de confianza a la justicia en Colombia. Y sobre la JEP , que pasa el trago más amargo desde su ejecución y que se había convertido en el guarda espalda de los exguerrilleros de las Farc , deberá someterse a correctivos y reformas para salvar lo que resta del polarizado proceso de paz.
Asesinato de líderes sociales , la otra coyuntura política de Duque
Gustavo Petro uno de los acérrimos defensores del proceso de paz , y perdedor además en las pasadas elecciones , ha asumido un papel discordante frente a las decisiones políticas y programas de gobierno trazados por Duque. Al ex alcalde de Bogotá le preocupa los asesinatos de líderes sociales y culpa , sin pruebas, al gobierno de ser el gestor de las desapariciones y amenazas contra los actores del posconflicto , en especial al senador Uribe Vélez y al partido Centro Democrático.
Otra gran amenaza no sólo para Colombia sino para la región es la crisis de Venezuela del cual el presidente Duque ha tomado partido , convirtiéndose en principal aliado de EE.UU. , situación que ha incomodado al exguerrillero Petro _miembro del otrora violento grupo del M-19_ , por la profunda relación con Maduro y el socialismo chavista.
En resumidas cuentas y aunque los medios hablen de crisis de gobierno y conmoción a lo interior del gabinete , si en más de cincuenta años de guerra con miles de asesinatos a bordo , secuestros, desapariciones no hubo una emergencia nacional que amenazara la democracia en Colombia , ¿por qué razón tanto alarde por la extradición de un ex-guerrillero que “quizás” termine siendo pieza clave para esclarecer las conexiones entre la dictadura chavista , Maduro y disidentes de las Farc?
Amanecerá y veremos pero si algo tiene claro el presidente Iván Duque y su gobierno ,pese a la “ponzoñosa” actitud de sus detractores , es que Cuba , Venezuela , las Farc y otros títeres menores que heredó el socialismo del siglo XXI , son la principal amenaza para la democracia de América Latina.