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EE.UU

Los tres factores que cambiarían el rumbo de la guerra en Ucrania

Francisco

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EP New York|opinión|otros medios

Mientras que algunos soldados rusos en Ucrania están votando con sus pies en contra de la vergonzosa guerra de Putin, su retirada veloz no significa que Putin vaya a rendirse. De hecho, la semana pasada abrió un nuevo frente: contra la energía.

El presidente de Rusia cree que ha encontrado una guerra fría que podría ganar y va a intentar congelar a Europa este invierno, literalmente, al cortar los suministros del gas y el petróleo rusos para presionar a la Unión Europea hasta que abandone a Ucrania.

Los predecesores de Putin en el Kremlin aprovecharon los inviernos frígidos para derrotar a Napoleón y a Hitler, y está claro que Putin cree que el frío es su as bajo la manga para derrotar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien le dijo a su nación la semana pasada: “Rusia hará todo en los 90 días de este invierno para quebrar la resistencia de Ucrania, la resistencia de Europa y la resistencia del mundo”.

Ojalá pudiera decir con certeza que Putin fracasará y que los estadounidenses lo vencerán en producción. Y ojalá pudiera escribir que Putin se arrepentirá de sus tácticas, porque a la larga transformarán a Rusia de ser un zar de la energía para Europa a una colonia energética de China, donde ahora Putin está vendiendo mucho de su petróleo a un precio descontado para compensar su pérdida de los mercados occidentales.

Sí, ojalá pudiera escribir todas esas cosas. Pero no puedo, a menos que Estados Unidos y sus aliados de Occidente dejen de vivir en un mundo de fantasía verde en el cual podemos pasar de los combustibles fósiles contaminantes a una energía renovable limpia con solo encender un interruptor.

Ojalá eso fuera posible. Esta columna ha estado dedicada desde hace 27 años a abogar por la energía limpia y mitigar el cambio climático. Sigo comprometido —absolutamente— con esos fines. Pero no puedes esperar los fines a menos que también busques los medios.

¡Y está muy claro que no hemos hecho eso!

A pesar de todas las inversiones en energía eólica y solar durante los últimos cinco años, los combustibles fósiles —petróleo, gas y carbón— representaron el 82 por ciento del uso total de energía primaria en el mundo en 2021 (necesaria para cosas como la calefacción, el transporte y la generación de electricidad), lo que supone un descenso de apenas 3 puntos porcentuales en esos cinco años. Solo en Estados Unidos, en 2021, cerca del 61 por ciento de la generación de electricidad procedía de combustibles fósiles (principalmente carbón y gas natural), mientras que cerca del 19 por ciento procedía de la energía nuclear y alrededor del 20 por ciento de fuentes de energía renovables.

En un mundo de clases medias crecientes y ávidas de energía en Asia, África y América Latina, se necesitan enormes cantidades de nuevas energías limpias para hacer siquiera una pequeña mella en nuestra estructura energética general. No es cuestión de encender un interruptor. Tenemos una larga transición por delante, y solo lo lograremos si adoptamos cuanto antes un razonamiento inteligente y pragmático en materia de política energética, lo que a su vez conducirá a una mayor seguridad climática y económica.

Si no, Putin aún tendrá el poder de herir gravemente a Ucrania y Occidente.

Antes de que comenzara la guerra en Ucrania, Rusia suministraba casi el 40 por ciento del gas natural y la mitad del carbón que Europa utilizaba para calefacción y electricidad. La semana pasada, Rusia anunció que suspendería la mayoría de los suministros de gas a Europa hasta que se le levanten las sanciones occidentales. Putin también ha prometido cortar todos los cargamentos de petróleo a Europa si los aliados occidentales llevan a cabo su plan de limitar lo que pagan por el petróleo ruso.

Sin alternativas suficientes y costeables de suministros de gas natural, reportó The Financial Times, algunas fábricas en Europa han tenido que cerrar “por no poder pagar el costo del combustible”. Los costos de la energía —que en algunos países europeos han aumentado hasta un 400 por ciento— “están llevando a los consumidores a una pobreza casi total”.

Este invierno algunas personas tendrán que decidir entre calentarse o comer, y eso está obligando a sus gobiernos a ofrecer subsidios masivos, trastocando sus presupuestos, en aras de evitar represalias populistas y presiones para que Ucrania se rinda ante Putin; algunos incluso están volviendo a quemar carbón.

Si queremos que los precios del gas y el petróleo bajen lo suficiente para impulsar la economía estadounidense y, al mismo tiempo, ayudar a nuestros aliados europeos a escapar de la opresión rusa mientras también aceleramos la producción de energía limpia —llamémosla nuestra “triada energética”— necesitamos un plan de transición que logre un equilibrio entre seguridad climática, energética y económica.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de dar un gran impulso a la producción de energía limpia del país con su proyecto de ley sobre el clima, que también fomenta la producción de gas y petróleo más limpios mediante incentivos inteligentes para frenar las fugas de metano de los productores de petróleo y gas, y motivando a estos a invertir más en tecnologías de captura de carbono.

Pero el factor más importante para ampliar rápidamente nuestra explotación de petróleo, gas, energía solar, eólica, geotérmica, hidroeléctrica o nuclear es dar a las empresas que las buscan (y a los bancos que las financian) la certeza normativa de que, si invierten miles de millones, el gobierno los ayudará a construir con rapidez las líneas de transmisión y los oleoductos para llevar su energía al mercado.

A los ecologistas les encantan los paneles solares, pero odian las líneas de transmisión. Quiero ver cómo logran salvar el planeta con ese enfoque.

Philip Anschutz, el conservador multimillonario que hizo una fortuna extrayendo petróleo, ha estado tratando de construir una línea eléctrica para conectar su enorme parque eólico en Wyoming con su mercado objetivo en Las Vegas. La planificación de esa línea comenzó hace 17 años, y solo en diciembre pasado Anschutz finalmente llegó a “un acuerdo con un rancho de Colorado para atravesar su tierra” para llevar sus electrones limpios al mercado, informó Bloomberg.

“Muchos de los mejores lugares para desarrollar energía limpia son desiertos y llanuras alejadas”, se lee en el reportaje, “pero tender líneas eléctricas para llegar a ellos puede llevar una década o más debido a las aprobaciones necesarias de las agencias estatales, el gobierno federal y los terratenientes del sector privado. Los retrasos son una de las mayores amenazas para las ambiciones del presidente estadounidense, Joe Biden, de eliminar los combustibles fósiles de las redes eléctricas”.

Con el propósito de obtener el apoyo crítico del senador Joe Manchin para el paquete climático de Biden, los líderes demócratas del Senado, liderados por Chuck Schumer, aceptaron un acuerdo lateral: respaldar un proyecto de ley que agilizaría, aunque no eliminaría, las revisiones medioambientales y otras regulaciones que a menudo entorpecen la obtención de permisos para las líneas de transmisión y los oleoductos que se necesitan para que los proyectos de gas, petróleo, energía solar y eólica sean económicamente viables. Si nuestra principal vía para dejar el carbón va a ser la electrificación de los vehículos y la generación de energía mediante energías renovables, necesitaremos más vías de transmisión para mover más electricidad, y necesitaremos más sistemas de reserva de gas natural para los momentos en que no brille el sol o no sople el viento.

Por estas y otras razones, Biden quiere que se apruebe este paquete de permisos, como lo quieren casi todos los senadores demócratas. Schumer planea adjuntarlo al proyecto de resolución continua que el Congreso debe aprobar para mantener el gobierno abierto después de que el año fiscal termine el 30 de septiembre. Desgraciadamente, el senador Bernie Sanders se ha manifestado en contra, al igual que más de 70 miembros demócratas de la Cámara de Representantes, la mayoría del grupo progresista del Congreso. No está claro cuántos llegarán al extremo de bloquear el proyecto de ley de financiación del gobierno si incluye esta legislación de permisos, pero sí serán algunos.

Por lo tanto, los grupos de presión de las petroleras han pedido a los legisladores republicanos que compensen a los progresistas que votarán en contra y que voten a favor de la legislación. Pero el Partido Republicano ha dicho a las compañías petroleras: “No, gracias”. Los legisladores republicanos no harán nada para conseguirle otro éxito a Biden.

No sé quién es más irresponsable: los progresistas moralistas que quieren una inmaculada revolución verde de la noche a la mañana, con paneles solares y parques eólicos, pero sin nuevas líneas de transmisión ni oleoductos, o los cínicos y falsos republicanos que prefieren que gane Putin y que pierdan nuestras empresas energéticas antes que hacer lo correcto para Estados Unidos y Ucrania dándole la razón a Biden.

No puedo enfatizar esto lo suficiente: la política energética de Estados Unidos debe ser el arsenal de la democracia para derrotar el petroputinismo en Europa, proporcionando el petróleo y el gas que tanto necesitan nuestros aliados a precios razonables para que Putin no pueda chantajearlos. Este tiene que ser el motor del crecimiento económico que proporcione la energía más limpia y asequible de combustibles fósiles en nuestra transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Y tiene que ser la vanguardia de la ampliación de las energías renovables para que el mundo llegue a ese futuro bajo en carbono tan rápido como podamos.

Cualquier política que no maximice esas tres cosas nos dejará menos sanos, menos prósperos y menos seguros.


Thomas L. Friedman es columnista de Opinión sobre temas internacionales en el New York Times.

Agencias

“Vete ahora mismo, deja Venezuela si quieres salvarte”. Ultimátum de Trump a Maduro

Francisco

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EP FLORIDA NEWS | VENEZUELA

Ultimátum de Trump a Maduro: “vete si quieres vivir”

Ese habría sido el contenido de la conversación que mantuvieron días atrás. Pero el chavista respondió que no y este lunes reapareció en público.

“Vete ahora mismo, deja Venezuela si quieres salvarte”.

Ese habría sido el ultimátum que Donald Trump lanzó a Nicolás Maduro durante una llamada telefónica en los últimos días.

Una advertencia que, por ahora, no habría producido el efecto deseado por la Casa Blanca. Tras varios días sin aparecer, el líder venezolano reapareció en público, desmintiendo así los rumores sobre una posible huida del país en medio de las tensiones con Estados Unidos y la presión del presidente estadounidense.

“Venezuela es indestructible, intocable e imbatible”, proclamó Maduro ante una multitud en Caracas, desafiando a Estados Unidos y su fuerte despliegue militar en la zona, compuesto por alrededor de diez buques de guerra —incluido el USS Gerald Ford— y más de 15.000 soldados.

Su aparición confirma el fracaso del intento de último minuto de Trump de desactivar la crisis y evitar un posible ataque terrestre.

La llamada que debía reducir tensiones terminó sin avances, con posiciones completamente opuestas. Según reportó el Miami Herald, Maduro pidió a Trump una “amnistía general y mantener el control de las Fuerzas Armadas” a cambio de convocar a elecciones libres. La Casa Blanca rechazó tajantemente esas condiciones.

Tampoco prosperó la oferta de Trump, quien le habría garantizado a Maduro la salvación propia, la de su esposa, su hijo y sus colaboradores si abandonaba el país de inmediato.

Caracas rechazó la propuesta sin titubear.

Que la llamada no había salido como esperaba Washington quedó claro cuando Trump anunció el cierre del espacio aéreo venezolano, considerado el preludio de un ataque inminente. La decisión tomó por sorpresa a Caracas, que habría intentado gestionar una segunda comunicación, sin obtener respuesta.

La Casa Blanca trabaja ahora en los próximos pasos, y se espera una reunión en el Despacho Oval entre Trump, el jefe del Pentágono Pete Hegseth y el secretario de Estado Marco Rubio para evaluar la situación. La posibilidad de un ataque terrestre no está completamente descartada, dada la escalada del conflicto y la línea dura del gobierno estadounidense contra lo que considera el Cártel de los Soles, que sostiene que es liderado por Maduro. Pero sería una decisión difícil de justificar para Trump ante su base Maga, a la que prometió poner fin a las “guerras eternas” de Estados Unidos.

Mientras mantiene la mirada puesta en Caracas, la administración también debe lidiar con los ataques contra embarcaciones que transportan droga en el mar Caribe. El Congreso investiga las operaciones y, en particular, las órdenes emitidas por Hegseth quien, según versiones, en una de las 20 misiones habría solicitado matar a los sobrevivientes de un raid. Una orden que, según un coro bipartidista en Washington, podría constituir un crimen de guerra.

Hegseth negó los señalamientos y culpó a las “fake news” de desprestigiar a “nuestros increíbles guerreros que luchan para proteger la patria”. Sus palabras no bastaron para calmar al Congreso, que exige transparencia y detalles sobre la legalidad de los ataques.

“No dijo que todos debían ser asesinados. Le creo al 100%”, afirmó Trump, defendiendo a su secretario de Defensa frente a la ola de críticas. Pero no está claro aún si el cargo de Hegseth realmente está asegurado.

Con información de ANSA

 

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Agencias

Trump ordena el cierre total del espacio aéreo venezolano

Francisco

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EP FLORIDA NEWS | VENEZUELA

Trump declara el cierre total del espacio aéreo de Venezuela y el gobierno de Caracas califica el anuncio de “amenaza colonialista”

La tensión entre Estados Unidos y Venezuela va en aumento, en medio de las maniobras militares que Washington está realizando en el Caribe desde hace semanas y para las que ha movilizado a miles de efectivos y a su mayor portaaviones de guerra.

Este sábado el presidente Donald Trump anunció que el espacio aéreo “sobre” y “alrededor” de Venezuela será cerrado “por completo”.

En un mensaje en su red social Truth Social, el mandatario escribió: “A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad”.

La Cancillería venezolana replicó en un comunicado que “denuncia y condena la amenaza colonialista que pretende afectar la soberanía de su espacio aéreo”, en lo que describió como “una nueva agresión extravagante, ilegal e injustificada contra el pueblo de Venezuela”.

La Casa Blanca no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de la BBC y se desconoce cómo se llevaría a efecto el cierre del espacio aéreo venezolano anunciado por Trump.

Según destaca el New York Times, Trump no tiene autoridad sobre el espacio aéreo venezolano, aunque su mensaje podría disuadir a las aerolíneas de volar hacia y desde Venezuela.

Aunque Trump no dio más detalles sobre su anuncio, este pone aún más presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.

Washington asegura que el objetivo de su despliegue militar en el Caribe es frenar el tráfico de drogas hacia EE.UU., pero tanto Caracas como numerosos observadores creen que lo que se pretende es forzar un cambio de gobierno en Venezuela.

Desde comienzos de septiembre la fuerza naval de EE.UU. ha atacado a una veintena de supuestas narcolanchas, principalmente en el Caribe, pero también en el Pacífico, matando a más de 80 personas, en lo que algunas organizaciones de derechos humanos han descrito como “ejecuciones extrajudiciales” que violan la ley internacional.

Tráfico aéreo paralizado

Mientras, el tráfico aéreo en Venezuela lleva una semana con graves afectaciones, después de que la autoridad estadounidense de aviación emitiera una alerta en la recomendaba a las aerolíneas tener precaución al operar en el espacio aéreo venezolano “debido al empeoramiento de la situación de seguridad y al incremento de la actividad militar en o alrededor de Venezuela”.

“Las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves en todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo, las fases de llegada y salida de los vuelos, y/o para los aeropuertos y aeronaves en tierra”, señaló la FAA en su comunicado la semana pasada.

Esta advertencia hizo que las compañías Iberia, Air Europa, Latam Colombia, Avianca, TAP, Plus Ultra, Turkish Airlines y Gol decidieran suspender sus operaciones en Venezuela.

El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC) dio un plazo de 48 horas a estas aerolíneas para que retomaran sus operaciones, bajo la amenaza de revocarles sus derechos de tráfico, que otorgan posiciones de aterrizaje y despegue en los aeropuertos.
Como las compañías no hicieron caso de esta advertencia, el jueves el INAC dejó sin efecto sus derechos de tráfico aéreo.

Miles de pasajeros se han quedado en tierra en la última semana tanto en Venezuela como en el extranjero, mientras que el número de vuelos con destino y origen en el país caribeño se ha reducido en un 24,7%, pasando de 105 a 79 a la semana.

EFE.

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Agencias

EE.UU. declara oficialmente al “cartel de los soles” como organización terrorista

Francisco

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EP FLORIDA NEWS |EE.UU. | Cartel de los soles | Venezuela

El Departamento de Estado de EE.UU. designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera

El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció este domingo que Estados Unidos designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, con efecto a partir del 24 de noviembre. Estados Unidos alega que el cartel venezolano está dirigido por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del Gobierno de Maduro.

“Ni Maduro ni sus allegados representan al Gobierno legítimo de Venezuela”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado de prensa. “El Cartel de los Soles, junto con otras organizaciones terroristas extranjeras designadas, incluyendo el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, son responsables de violencia terrorista en todo el hemisferio, así como del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa”.

La designación se produce mientras Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en el Caribe, incluyendo la llegada del portaaviones más grande del mundo este domingo, y en medio del aumento de las tensiones entre el presidente Donald Trump y Maduro.

En julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al Cartel de los Soles, considerándolo una organización “terrorista internacional especialmente designada” y alegando que “proporcionó apoyo material al Tren de Aragua y al Cartel de Sinaloa”.

Según el Departamento del Tesoro, “el nombre del cartel se deriva de los soles que suelen aparecer en los uniformes de los funcionarios militares venezolanos”.

En agosto, la secretaria de Justicia Pam Bondi ofreció una recompensa de US$ 50 millones por información que condujera al arresto de Maduro para enfrentar cargos de narcotráfico en Estados Unidos. No ha presentado pruebas concluyentes sobre el supuesto papel del líder venezolano en el tráfico internacional de drogas. Caracas ha rechazado rotundamente las acusaciones.

“El Cartel de los Soles, como tal, no existe. Es una expresión periodística creada para referirse a la implicación de autoridades venezolanas en el narcotráfico”, dijo anteriormente a CNN Phil Gunson, investigador del International Crisis Group con sede en Caracas.

Sin embargo, esto no significa que no haya personal militar o funcionarios gubernamentales implicados en el narcotráfico. “Nada de esto sería posible sin la participación directa desde arriba”, dijo Gunson.

Trump dice que Venezuela “quiere dialogar” en medio de crecientes tensiones

Trump sugirió este domingo que designar al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera permite a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos la capacidad de atacar los bienes e infraestructura de Maduro dentro del país.

“Eso nos permite hacerlo, pero no hemos dicho que lo vayamos a hacer”, dijo Trump a los periodistas mientras salía de Florida para regresar a Washington. “Podríamos tener algunas conversaciones con Maduro, y veremos cómo resulta eso”.
“Quieren dialogar”, afirmó, sin dar más detalles.

Trump dejó algo claro: no cree que el Gobierno necesite autorización del Congreso para posibles acciones militares dentro de Venezuela. Al mismo tiempo, el presidente dijo que está a favor de mantener informados a los legisladores. “Nos gusta mantener informado al Congreso. Es decir, detenemos a los narcotraficantes y las drogas que entran en nuestro país… No tenemos que obtener su aprobación. Pero creo que informarles es bueno”, señaló.

Agencias

 

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