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Blog de Sucesos y Noticias

A un año del acuerdo de paz en Colombia , la esperanza empieza a decaer

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EP New York / Agencia AP/ Cuando el envejecido comandante Rodrigo Londoño firmó el 24 de noviembre de 2016 un acuerdo para que sus tropas abandonaran la guerra, el mundo creyó que Colombia había alcanzado el mejor mecanismo para acabar con el conflicto armado más antiguo de América Latina.

Pero un año después la esperanza ha empezado a decaer.

Los fusiles de las FARC quedaron atrás pero más de la mitad de sus combatientes han abandonado las zonas de desarme, desilusionados por la falta de proyectos para su paso a la vida civil, según Naciones Unidas.

“Eso es exactamente lo que no se quiere en un proceso de paz”, dijo Dag Nylander, representante en la mesa de negociaciones entre el gobierno y las FARC por Noruega, país garante junto a Cuba. La desmovilización de los más de 11.000 excombatientes en sólo seis meses fue un “logro enorme”, pero insuficiente para llevar el acuerdo a puerto seguro.

“Si Colombia no actúa ahora este proceso no será el ejemplo que muchos habían pensado que se estaba dando al mundo”, agregó Nylander en entrevista con The Associated Press.

El viernes, durante un acto en conmemoración del primer aniversario de la firma del acuerdo en el Teatro Colón de Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos y Londoño coincidieron en que no se va claudicar en la meta de paz.

“Este proceso de implementación de la paz tiene dificultades, tiene retos, pero vamos avanzando, trabajando bien y siempre uno puede ver el vaso medio lleno a medio vacío. Hay unos que siempre están interesados en verlo medio vacío, pero la verdad es que va medio lleno y el reto es llenarlo cada vez más rápido”, señaló el mandatario.

A su vez, Londoño sostuvo que “un año después… transformados en partido político legal, habiendo cumplido completamente con la dejación de las armas y con la satisfacción plena de haber honrado la palabra en cada uno de los compromisos adquiridos, nos presentamos ante la sociedad civil para reiterar nuestro compromiso con la paz y la justicia social”.

Por la tarde Santos y Londoño mantendrán un encuentro, en un lugar no confirmado, en el que analizarán varios aspectos del acuerdo de paz.

Para las Naciones Unidas, que verifica el proceso de implementación del pacto, la seguridad es lo que se debe solucionar con mayor urgencia.

Tras la retirada de las FARC como grupo armado y autoridad, muchas zonas del país viven una guerra de bandas por el control del narcotráfico. Con la retirada de un actor clave en el control territorial se triplicó la superficie de cultivos ilícitos desde 2012, cuando iniciaron los diálogos, pese a los esfuerzos del gobierno por erradicar la coca y difundir programas de agricultura legal.

Mientras el índice de homicidios a nivel nacional se mantiene en mínimos históricos, en zonas tradicionalmente dominadas por las FARC los asesinatos aumentaron 14% en la primera mitad de este año.

Tumaco, el municipio con más cultivos ilícitos de todo el país y uno de los principales puertos de exportación de la cocaína, es la muestra más clara de las nuevas luchas de poder con la presencia de grupos disidentes de las FARC -que siguen reclutando combatientes-, bandas criminales y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla del país tras el desarme de las FARC y que está actualmente en negociaciones de paz con el gobierno.

El mes pasado siete campesinos cocaleros murieron en Tumaco en enfrentamientos con la policía durante una manifestación contra la erradicación de cultivos. En todo el país, 61 activistas por los derechos humanos han muerto en lo que va de año, frente a los 52 del año pasado, según Naciones Unidas. Ya en 2016, ante la firma del acuerdo de paz, esa persecución se había disparado.

Tumaco es también uno de los principales focos de las disidencias de las FARC, que ya conforman varios grupos y aglutinan en todo el país a un millar de exguerrilleros que no ven en el desarme un futuro viable, según varias organizaciones internacionales.

La fragilidad del pacto en el terreno se suma a la lentitud de la maquinaria política para materializar los acuerdos: 17% de las 558 medidas necesarias para hacerlo realidad han sido aprobadas, mientras que más de la mitad no han iniciado siquiera su trámite, según un conteo del Kroc Institute para estudios de paz internacional de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos.

El 1 de diciembre expira la vía rápida que tiene el Congreso para aprobar estas leyes. Ya han sido avaladas reformas difíciles como la ley de amnistía para los presos rebeldes y la creación del partido de las FARC, ahora llamada Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común; pero aún falta que avance un elemento clave y que para muchos es el núcleo del acuerdo: la llamada Justicia Especial de Paz, que juzgará a los actores del conflicto armado.

“Sin la justicia transicional en su lugar, el acuerdo entero fracasará”, dijo Nylander, que culpó de la lentitud a la dinámica electoral del Congreso.

El presidente Santos, galardonado con un Nobel de la Paz por su empeño en acabar el conflicto, admite que la tibia recepción de los acuerdos no es sorprendente tras medio siglo de enfrentamiento armado, 250.000 muertos y millones de desplazados.

El año pasado, el pacto con las FARC fue rechazado en un plebiscito por la mitad de la población forzando a Santos a tomar la impopular medida de aprobar en el Parlamento un acuerdo modificado.

“Los mejores acuerdos de paz son los que dejan gente insatisfecha de los dos lados”, dijo. “Algunos ya quieren firmar el certificado de defunción de los acuerdos, pero hay que tener en cuenta que construir la paz toma tiempo y que en menos de un año la implementación en Colombia está más adelantada que en otros acuerdos de paz”, añadió.

Santos, sin embargo, es optimista de que su coalición en el Congreso -favorable a la paz- se mantendrá el suficiente tiempo para blindar el pacto ante un eventual viraje político en las próximas elecciones presidenciales.

Pero sobre todo en las filas de los excombatientes temen que se caiga lo acordado. Para Imelda Daza, número dos de Londoño para las presidenciales de 2018, el balance de un año de paz es “fatal”.

“Los excombatientes no se sienten seguros, sienten que el gobierno no está cumpliendo nada”, dijo a la AP. “Hoy, tal como están las cosas, corremos el riesgo de devolvernos a la conflictividad”, agregó la histórica líder de la izquierda.

Para Bernard Aronson, el enviado del expresidente estadounidense Barack Obama a los diálogos de paz, el acuerdo entre el gobierno de Santos y las FARC ha sido el más ambicioso de la historia del país. “Ahora la guerra ha terminado y nadie piensa que volverá a empezar”, dijo a la AP.

Este proceso ha ahorrado a Colombia la muerte de 2.796 personas, sobre todo guerrilleros y militares, según el Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto que monitorea el cese al fuego.

“Era inevitable que, dadas las complejidades, la implementación tomara mucho tiempo y fuera más lenta de lo que la gente quiere”, afirmó Aronson. “Es inevitable que haya frustraciones dadas las altas expectativas… (el acuerdo) no iba a convertir Colombia en un paraíso”.

 

Agencias

EE.UU. incluye a Petro y sus aliados en la “lista clinton”

Francisco

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EP NEW YORK | FLORIDA NEWS | COLOMBIA

Según publica hoy el diario N.Y.T. , EE. UU.  ha decidido incluir en la “lista clinton” a Gustavo Petro, presidente de Colombia a su familia y a Benedetti uno de los más cercanos políticos del mandatario colombiano.

De acuerdo a informes preliminares , El Departamento del Tesoro de Estados Unidos había anunciado que la sanción a Petro y a sus aliados se basaba en que el dirigente del partido (colombia humana)  había permitido el fortalecimiento de grupos narcotraficantes en la producción de drogas desde en 2022 cuando llegó a la presidencia.

Pero , de acuerdo al nyt las sanciones económicas contra el presidente  Gustavo Petro son producto de  las críticas que el líder izquierdista hizo a las acciones militares del gobierno de Donald Trump en el Caribe.

Washington también dijo que sancionaba a la esposa de Petro, a un hijo y a un antiguo aliado político, quien ahora es ministro del Interior de Colombia , Armando Benedetti.

Este tipo de sanciones suelen reservarse a personas acusadas de delitos graves relacionados con el narcotráfico y de violaciones de los derechos humanos , cita el medio neoyorquino.

Petro, un líder político de izquierda, es uno de los pocos dirigentes de América Latina que han criticado abiertamente la decisión de Trump de bombardear barcos en los que viajan personas que, según el gobierno estadounidense, son narcotraficantes. Los bombardeos han causado la muerte de decenas de personas, y Petro ha dicho que entre ellas había colombianos y ha acusado a Estados Unidos de cometer asesinatos.

Trump ha respondido al calificar a Petro como “líder ilegal del narcotráfico” y dijo que le cortaría la ayuda a Colombia. Se destinaron unos 377 millones de dólares a Colombia en el año fiscal 2024, según el Servicio de Investigación del Congreso. Aproximadamente un tercio de ese dinero se destina a la aplicación de la ley y al control de estupefacientes.

El anuncio de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense, conocida como OFAC, congela todos los activos estadounidenses en poder de las personas sancionadas y bloquea a los ciudadanos estadounidenses para que no hagan negocios con ellas.

El cultivo de coca, producto base de la cocaína, ha aumentado desde que Petro asumió el poder en 2022. También se elevó bajo el mandato de su predecesor, Iván Duque, conservador y aliado cercano de los republicanos en Washington.

El Departamento del Tesoro acusó a Petro de proporcionar “beneficios” a “organizaciones narcoterroristas” y señaló que Colombia estaba “incumpliendo de manera demostrable” sus responsabilidades en materia de control de drogas. El comunicado afirma que Petro se ha aliado con Nicolás Maduro, el autócrata de Venezuela.

Es de recordar que Petro, exmiembro de un grupo rebelde que se desmovilizó en 1990, conocido como M-19 , se dio a conocer en la política colombiana al exponer y denunciar los vínculos entre narcotraficantes y políticos de su país.

Durante mucho tiempo, Petro ha criticado el enfoque de Washington en la lucha contra las drogas en América Latina, y es partidario de una estrategia que se centre más en el desarrollo rural —dándoles a los campesinos que cultivan coca otras oportunidades— que en grandes acciones militares.

En sus discursos, suele responsabilizar parcialmente a los consumidores estadounidenses de cocaína de la violencia que el narcotráfico ha traído a su país. Y utiliza la misma palabra que Trump —“veneno”— para hablar de la cocaína.

Sus críticos de la derecha colombiana han dicho que su enfoque de las drogas es demasiado blando y ha permitido el crecimiento de la industria.

En respuesta al anuncio de sanciones del viernes, Petro dijo en X que su lucha de décadas contra las drogas solo le había traído el castigo de una sociedad a la que había intentado impedir que consumiera cocaína. “Toda una paradoja”, dijo. “Pero ni un paso atrás y jamás de rodillas”.

Los otros sancionados son la esposa de Petro, Verónica Alcocer; uno de sus hijos, Nicolás Petro; y su ministro del Interior, Armando Benedetti.

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Agencias

Una reflexión en tiempos de tensión diplomática

Francisco

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EP NEW YORK | OPINIÓN

Por Gabriel Ángel Ardila

A propósito de la tensa relación entre Colombia y EE.UU.

Más allá del impasse:


En tiempos de tensión diplomática, cuando los titulares se centran en desacuerdos entre gobiernos, conviene recordar que las relaciones entre países no se sostienen únicamente en acuerdos políticos, sino en los vínculos humanos, culturales y académicos que se han tejido durante décadas.

En 1983, tuve el privilegio de representar a El Espectador en un programa internacional que vinculaba a la Beca Fulbright, el USDA y Columbia University. Por delegación directa de don Guillermo Cano Isaza, compartí experiencias con colegas colombianos y delegaciones de otros países, visitamos organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, y escribimos sobre economía, cooperación y desarrollo.

Hoy, esa memoria se vuelve urgente. No solo porque los archivos que podrían respaldar eso fueron destruidos por la violencia que azotó a El Espectador, sino porque el clima actual entre Colombia y Estados Unidos amenaza con debilitar los mismos puentes que nos permitieron aprender, dialogar y crecer juntos por tanto tiempo.

No se trata de ignorar las diferencias políticas sino reconocer que los intercambios culturales y académicos —como Fulbright, las pasantías, los convenios universitarios— son espacios donde se cultiva el respeto mutuo, la comprensión profunda y la cooperación sin subordinación.

Por eso, propongo que este impasse sea una oportunidad para renovar esos lazos. Que se convoque a una mesa binacional de intercambio cultural, donde periodistas, académicos, artistas y estudiantes de ambos países puedan compartir experiencias, construir propuestas y defender el valor de la autonomía con dignidad. Es la hora de la diplomacia de verdad.

Porque si algo aprendimos en esos años —y lo seguimos aprendiendo hoy— es que el conocimiento compartido no amenaza la soberanía: ¡La fortalece!

 

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Agencias

Trump llama “narcotraficante” a Petro y corta ayuda a Colombia

Francisco

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EP NEW YORK | FLORIDA NEWS

COLOMBIA

PALM BEACH, Florida, EE.UU. — El presidente Donald Trump afirmó el domingo que reducirá la ayuda de Estados Unidos a Colombia porque el líder del país “no hace nada para detener” la producción de drogas, en lo que es la última señal de fricción entre Washington y uno de sus aliados más cercanos en América Latina.

En una publicación en redes sociales, Trump se refirió al presidente colombiano Gustavo Petro como “un traficante de drogas ilegal” que tiene “baja calificación y es muy impopular”. Advirtió que Petro “mejor cierre” las operaciones de drogas “o Estados Unidos las cerrará por él, y no se hará de manera amable”.

Trump, mientras estaba en su resort de Mar-a-Lago en Florida, escribió en su plataforma Truth Social que Petro está “alentando fuertemente la producción masiva de drogas, en grandes y pequeños campos” en toda Colombia, que el presidente republicano escribió como Columbia. “Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de los EE.UU. que no son más que un robo a largo plazo”, escribió Trump.

“A PARTIR DE HOY, ESTOS PAGOS, O CUALQUIER OTRA FORMA DE PAGO, O SUBSIDIOS, YA NO SE HARÁN A COLUMBIA”, escribió Trump. También dijo que Petro tenía “una boca fresca hacia Estados Unidos”.

Más temprano el domingo, Petro acusó al gobierno de Estados Unidos de asesinato y exigió respuestas tras el último ataque estadounidense en aguas del Caribe. Estados Unidos dijo el sábado que estaba repatriando a Colombia y Ecuador a dos sobrevivientes de ese ataque, el sexto desde principios de septiembre. Al menos 29 personas han muerto en ataques que Estados Unidos ha dicho que están dirigidos a presuntos narcotraficantes.

Con información de AP

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