El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, llamó este martes al ente regional a suspender a Venezuela si el país no realiza elecciones generales en breve, mientras que Caracas lo acusó de promover una “intervención internacional”.
En una carta al Consejo Permanente de la OEA, Almagro llamó a Venezuela a realizar “en la mayor brevedad” elecciones “libres, justas y transparentes”, que incluyan la presencia de observadores internacionales. “Si no se realizan elecciones generales bajo las condiciones estipuladas, pasaría a ser el momento necesario para aplicar la suspensión a Venezuela de las actividades de la organización en función del Artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana”, apuntó.
En el documento de 75 páginas, el exministro de Exteriores uruguayo reiteró que las gestiones diplomáticas “no han dado por resultado ningún progreso” y todos los intentos de diálogo entre el gobierno y la oposición “han fracasado”.
Los venezolanos “han perdido aún más fe en su gobierno y en el proceso democrático”, añadió Almagro, que desde que tomó las riendas de la OEA en 2015 se ha erigido en una voz crítica de Caracas, condenando al gobierno del presidente Nicolás Maduro de autoritario y represivo.
“Triste malhechor”
El ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela acusó enseguida a Almagro de promover una “intervención internacional”. “Almagro, conocido enemigo del pueblo de Venezuela, ha forjado falsos supuestos contra la República con el solo objetivo de promover la intervención internacional de nuestro país y acentuar la guerra económica”, señaló en un comunicado.
Tras calificar a Almagro de “triste malhechor”, la cancillería advirtió que Venezuela ejercerá “las acciones que correspondan en su oportunidad”. La carta de Almagro, una versión actualizada del informe sobre Venezuela que presentó en junio pasado ante el Consejo Permanente, es la más reciente de una serie de misivas del jefe de la OEA, y refleja su impaciencia ante el deterioro institucional y la agudización de la situación económica en Venezuela.
“Es claro que los valores de la Organización y de nuestros países no permiten compartir la mesa del Consejo Permanente ni de otros órganos de la OEA con un gobierno que rompe el orden democrático”, dijo.
Según Almagro, el gobierno venezolano “viola con impunidad los derechos de sus nacionales, mantiene presos políticos sólo por el hecho de disentir, tortura, roba, corrompe, trafica drogas y mantiene a su población sometida a la falta de alimentos, de medicinas y de dinero para subsistir”. Llamó a la liberación de los opositores presos, la validación de leyes aprobadas por el Parlamento opositor, así como la renovación del Poder Electoral y los magistrados de la Corte Suprema, a los que señala de colusión con el Ejecutivo.
“Inacción” de la región
Venezuela ha perdido el clima favorable que por años gozó en América Latina y algunos gobiernos, como Argentina, Brasil y Perú, son críticos de Caracas.
Pero Almagro condenó una “inacción” de la región y pidió a los 34 países que componen el Consejo Permanente “resultados concretos” para “restaurar la democracia” en Venezuela.
“Esperar soluciones de un proceso de diálogo que no es tal (…) nos hace cómplices desde la comodidad de esperar por la acción de otros. Genera responsabilidad por omisión”, señaló.
Los artículos 20 y 21 de la Carta Democrática Interamericana, aprobada por todos los países en 2001, faculta a la OEA a intervenir en casos de alteración constitucional. Según esos apartados, si las gestiones diplomáticas resultan infructuosas, una Asamblea General de la OEA podría decidir, con el voto afirmativo de dos tercios de los Estados miembros, la suspensión del país.
El caso más reciente de suspensión de un país fue Honduras tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. Maduro ha advertido que no va a soportar “más agresiones de Almagro”, a quien tacha de “traidor”.
La primera versión del informe, que el Secretario General presentó en junio pasado a los países miembros, provocó un debate en el organismo sobre la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, sin que se llegara a ninguna conclusión.
En su actualización, el jefe del organismo denunció que se incumplieron todas las recomendaciones enumeradas en el informe para resolver los asuntos más urgentes como el conflicto de poderes, la escasez de alimentos y medicinas y la inseguridad ciudadana.
“El Gobierno venezolano ha convertido su Constitución en papel mojado; la voz del pueblo venezolano ha sido silenciada y encarcelada, y se han propagado por todo el país la corrupción y el narcotráfico”, afirmó. La convocatoria de elecciones serán “la señal inequívoca de retomar el rumbo institucional”, apuntó.