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Migración mundial , una dura realidad de muertos y desaparecidos que se cuentan por miles

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EP New York/ agencias
Según investigación de la agencia Asociatted Press(AP) , se han contabilizado 56.800 migrantes muertos o desaparecidos en cuatro años
 
JOHANNESBURGO (AP) — Uno por uno, de a cinco por tumba, los ataúdes eran enterrados en la tierra roja de este rincón de un cementerio sudafricano mal mantenido. La inscripción en la madera barata revela la anonimidad de estos muertos: “Desconocido B/Hombre”.

Estos hombres eran migrantes de algún país africano que no tenían nada y que trataban de sobrevivir en la pujante economía informal de la provincia de Gauteng, un nombre que quiere decir “tierra del oro”. En lugar de una vida mejor, muchos encontraron la muerte. Sus cadáveres no tienen nombre y nadie los recoge. Son más de 4.300 tan solo en Gauteng, entre el 2014 y el 2017.

Algunas de esas vidas terminaron en el cementerio de Olifantsvlei, en silencio, entre mechones de césped que crece sobre delgados letreros que dicen: la cuadra de los pobres. Son ataúdes tan pequeños que se puede pensar son para niños.

En todo el mundo la gente le escapa a las guerras, el hambre y el desempleo, y las migraciones mundiales han alcanzado niveles sin precedentes, llegando a 258 millones de migrantes en el 2017. Eso representa un aumento del 49% respecto a comienzos del siglo, según Naciones Unidas.

Menos visible es otro aspecto de estas grandes migraciones: las decenas de miles de personas que mueren o simplemente desaparecen en la empresa, que nunca son vistas de nuevo. Una gran cantidad se han ahogado, murió en un desierto o fue víctima de traficantes de personas, y sus familias no saben qué pasó con ellas. Al mismo tiempo, cadáveres anónimos llenan cementerios como el de Gauteng en todo el mundo.

En la mayoría de los, casos, nadie lleva la cuenta. Si no se preocupaban por ellos en vida, menos lo hacen ya muertos, como si nunca hubiesen existido.

La Associated Press ha documentado la muerte o desaparición de al menos 56.800 migrantes en todo el mundo desde el 2014, el doble de la única cuenta oficial que hay, la de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas. La OIM contabilizaba más de 28.500 muertos y desaparecidos hasta el 1ro de octubre. La AP encontró otros 28.000 al recabar información de otros organismos internacionales, archivos forenses, denuncias de personas desaparecidas y certificados de defunción, y de analizar miles de entrevistas con migrantes.

La cuenta de AP es baja. Hay cadáveres de migrantes enterrados bajo la arena del desierto o en el fondo del mar. Y a menudo las familias no quieren reportar las desapariciones de sus seres queridos porque estaban en otro país sin permiso o porque se fueron sin decir hacia dónde se dirigían.

El conteo oficial de la ONU se enfoca mayormente en Europa, pero incluso allí hay muchos casos que no son tenidos en cuenta.


El caso centroamericano vs Donald Trump/BBC


Los vientos políticos están soplando en contra de los migrantes que procuran llegar a Europa y a Estados Unidos, donde el gobierno se resiste a recibir una caravana de centroamericanos que avanza hacia el norte. Como consecuencia de este giro, cada vez hay menos dinero para proyectos que llevan la cuenta de los movimientos migratorios y sus costos.

Por ejemplo, cuando más de 800 personas fallecieron en abril del 2015 al accidentarse un barco frente a la costa italiana, en el desastre de este tipo más grande de Europa, los investigadores italianos se comprometieron a identificar a las víctimas y encontrar a sus familias. Más de tres años después, bajo un nuevo gobierno populista, se están eliminando los fondos para esa tarea.

Fuera de Europa la información es más escasa todavía. Se sabe poco de los migrantes muertos o desaparecidos en América del Sur, donde Venezuela registra uno de los movimientos migratorios más grandes del mundo en la actualidad, y en Asia, la región que más migrantes genera.

El resultado de todo esto es que los gobiernos llevan una cuenta incompleta de las bajas asociadas con las migraciones.

“No importa de qué lado esté uno en el debate en torno al manejo de las migraciones… son seres humanos”, comentó Bram Frouws, director del Centro de Migraciones Mixtas, con sede en Ginebra, que ha estudiado los casos de 20.000 migrantes en su proyecto 4Mi desde el 2014. ”Ya sean refugiados o gente que se va en busca de trabajo, son seres humanos”.

Dejan atrás familias que se debaten entre la esperanza y el duelo, como la de Safi al-Bahri. Su hijo Majdi Barhoumi se fue de Ras Jebel, en Túnez, el 27 de mayo del 2011, rumbo a Europa en un pequeño bote con una docena de personas. El bote se hundió y no se tiene noticias de Barhoumi desde entonces. Su familia no pierde la esperanza de que esté con vida y ha construido un gallinero y comprado algunas vacas y un perro para cuando vuelva.

“Sigo esperándolo. Siempre me lo imagino detrás de mí en la casa, en el mercado, en todos lados”, expresó al-Bahari. “Cuando escucho a alguien de noche, pienso que ha regresado. Cuando oigo el ruido de una motocicleta, creo que es mi hijo que está de vuelta”.

EUROPA: LOS BARCOS QUE NUNCA LLEGAN

De las crisis asociadas con la migración, la de Europa es la más visible en toda su crueldad. Abundan las imágenes como la del cadáver de un niñito curdo en una playa, campamentos congelados en Europa oriental y una sucesión abrumadora de accidentes navales mortales.

En el Mediterráneo, cantidades de buques tanque, cargueros, cruceros y naves militares arrastran pequeñas balsas llenas de gente, impulsadas por un motor fuera de borda. Barcos más grandes que transportan cientos de personas se hunden cuando brisas suaves dan paso a fuertes vientos o cuando son azotados por el oleaje lejos de la costa.

Dos accidentes en altamar y la muerte de al menos 368 personas frente a la costa italiana en octubre del 2013 impulsaron a la OIM a investigar el tema de los migrantes fallecidos. La organización se concentra mayormente en el Mediterráneo, aunque sus investigadores piden información de otras regiones del mundo. Este año tan solo la OIM contabilizó más de 1.700 muertes en las aguas que dividan África y Europa.

Igual que los tunecinos de Ras Jebel, la mayoría de los migrantes parten en busca de trabajo.

Mounir Aguida, de 30 años, quien ya lo había intentado una vez, en una barcaza que estuvo deambulando por el mar 19 horas antes de que se fundiera el motor. A fines de agosto de este año, se subió a otra balsa con siete amigos y notó que las olas sacudían con demasiado fuerza la barcaza. A último momento él y otro migrante decidieron bajarse y regresar a la costa.

“No me gustó lo que pasaba”, explicó.

No se tiene noticias de los seis amigos, que no son tomados en cuenta por ninguna organización que lleva el registro de migrantes muertos.

Además de ver partir muchos de sus jóvenes, Túnez, y en menor escala Argelia, son una escala en el tránsito de los africanos que procuran llegar a Europa. Tiene su propio cementerio de migrantes no identificados, lo mismo que Gracia, Italia y Turquía.

De los 400 cadáveres enterrados en el cementerio tunecino desde que abrió en el 2005, solo uno ha sido identificado.

“Sus familias tal vez piensan que los demás siguen vivos, que algún día los visitarán”, expresó Chamseddin Marzou, quien atiende el cementerio. “No saben que esas personas que siguen esperando están enterradas aquí”.

ÁFRICA: DESAPARECEN SIN DEJAR RASTROS

Se habla mucho de las “olas” de migrantes africanos que tratan de cruzar el Mediterráneo, pero también hay una cantidad similar de 16 millones de personas que buscan una vida mejor en otros países africanos. Desde el 2014, al menos 18.400 africanos ha muerto cuando se desplazaban por África, según cifras de la AP y de la OIM.

Cuando la gente desaparece desplazándose por África, rara vez deja rastros. La OIM dice que el desierto del Sahara bien puede haber matado más gente que el Mediterráneo. Pero nunca se sabrá a ciencia cierta en una región en la que las fronteras no significan nada y los gobiernos no buscan a los desaparecidos. El sol ardiente y los vientos del desierto descomponen rápidamente los cadáveres y los entierran bajo la arena. Cuando son encontrados, es imposible identificarlos.

Con una economía próspera y un gobierno estable, Sudáfrica atrae más migrantes que ninguna otra nación africana. También tiene una de las tasas de delitos violentos más altas del mundo y la policía se preocupa más de resolver crímenes que de identificar migrantes.

“Es triste, pero tiene su lógica. Un policía quiere encontrar al asesino, porque puede matar más gente”, señaló Jeanine Vellema, supervisora de ocho cementerios. La identificación de los migrantes es una tarea que corresponde mayormente a sus familias, que son siempre pobres y están distantes.

Los cadáveres van a parar a cementerios como el de Olifantsvlei y otros parecidos, a tumbas sin nombres. Hay al menos 180 tumbas anónimas, con varios cadáveres en cada una.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha comenzado un programa piloto en una de las morgues de Gauteng, en el que se toman fotos, huellas digitales, información dental y muestras del ADN de los cadáveres no identificados. La información es guardada en un banco de datos y tal vez pueda ayudar a identificar algún cadáver.

“Toda persona tiene derecho a su dignidad. Y a su identidad”, dice Stephen Fonseca, director forense regional del Comité de la Cruz Roja.

ESTADOS UNIDOS: 

https://youtu.be/cRXwfBGpRqk

A más de 9.000 kilómetros (casi 6.000 millas), en los desiertos a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, yacen los cadáveres de migrantes que fallecen tratando de cruzar territorios tan despiadados como las aguas del Mediterráneo. Muchos le escapaban a la violencia y la pobreza de Guatemala, Honduras, El Salvador e incluso México. Algunos son hallados meses o años después, cuando solo quedan los esqueletos. Otros logran hacer una última, desesperada llamada y no se vuelve a tener noticias de ellos.

En el 2010, el Equipo Argentino de Antropología Forense y la morgue local de Pima County, en Arizona, comenzaron un esfuerzo para identificar a los cadáveres encontrados a ambos lados de la frontera. Desde entonces, el “Border Project”, o “Proyecto Frontera” ha identificado a 183 cadáveres, pero quedan muchos más sin identificar.

Al menos 3.861 personas murieron o desaparecieron en la frontera desde el 2014, según un recuento de los totales de la AP y la OIM, que incluye denuncias de desaparición de personas del Centro Colibrí para Derechos Humanos del lado estadounidense y del grupo argentino del lado mexicano, así como con datos centroamericanos. El meticuloso trabajo de identificación puede tomar años y se ve afectado por la escasez de recursos, de información oficial y de coordinación no sólo entre países, sino también entre los distintos estados de una misma nación.

Para las familias de los desaparecidos, es su única esperanza. Aunque para los familiares de Juan Lorenzo Luna y Armando Reyes esa esperanza se está diluyendo.

Luna, de 27 años, y Reyes, de 22, eran cuñados que partieron de una pequeña localidad del norte de México, llamada Gómez Palacio, en agosto del 2016. Habían tratado de cruzar la frontera cuatro meses antes, pero se entregaron exhaustos a los agentes de la Patrulla de Fronteras para que les deportaran.

Sabían que arriesgaban sus vidas. Después de todo, el padre de Reyes murió intentando el cruce en 1995 y un tío desapareció en el 2004. Pero Luna, un hombre de familia tranquilo, quería ganar suficiente dinero para comprar una camioneta y volver luego con su esposa y dos hijos. Reyes quería un trabajo mejor que le permitiese darle una buena vida a su hija recién nacida.

De los cinco que partieron de Gómez Palacio, dos consiguieron cruzar y uno regresó. La única información que dieron sobre los cuñados fue que dejaron de caminar y planeaban entregarse de nuevo. No se supo nada de ellos después de eso.

Las autoridades les dijeron a sus familias que habían investigado prisiones y centros de detención, pero no había noticias de ellos. Cesaria Orona incluso consultó con un vidente, que le dijo que su hijo Armando había fallecido en el desierto.

Un fin de semana de junio del 2017, voluntarios encontraron ocho cadáveres cerca de una zona militar en el desierto de Arizona y colocaron imágenes en las redes sociales con la esperanza de encontrar a sus familiares. María Elena Luna quedó impactada por una de las fotos que vio en Facebook, la de un cadáver en descomposición en un paisaje árido lleno de cactus y arbustos, boca abajo, con una pierna doblada hacia afuera. La pose le resultó familiar.

“Así dormía mi hermano”, dijo en voz baja.

Junto a los cadáveres los voluntarios hallaron una identificación de un muchacho de Guatemala, una foto y un pedazo de papel con un número de teléfono. La foto era de Juan Lorenzo Luna y el teléfono el de primos de la familia. Los investigadores, no obstante, dijeron que la billetera y la identificación no pueden confirmar una identidad porque a los migrantes les roban a menudo.

“Todos lloramos”, recuerda Luna. “Pero no podemos estar seguros hasta que se haga el análisis de ADN. Hay que esperar”.

Luna y Orona dieron muestras de ADN al gobierno mexicano y al grupo argentino. En noviembre del 2017 Orona recibió una carta del gobierno mexicano diciendo que había posibilidades de que unos huesos encontrados en Nuevo León, estado fronterizo con Texas, fuesen los de Armando. Pero el análisis dio negativo.

Las mujeres siguen esperando los resultados de los análisis de los forenses argentinos.

Orona no pierde la esperanza de que los cuñados estén presos o retenidos por “gente mala”. Y cada vez que Luna oye hablar de tumbas clandestinas o de cadáveres no identificados, se angustia.

“Se me vuelven todos los recuerdos”, dijo. “No quiero pensar”.

AMÉRICA DEL SUR: “NADIE QUIERE ADMITIR QUE ESTA ES LA REALIDAD”

Los conteos de muertos y desaparecidos ignoraban totalmente uno de los desplazamientos de gente más grandes del mundo en la actualidad: los casi 2 millones de venezolanos que le escapan al derrumbe social y económico de su nación. Estos migrantes se suben a autobuses para cruzar la frontera por tierra, abordan modestas embarcaciones en la esperanza de llegar al Caribe y, cuando todo lo demás falla, caminan por días bajo el sol por carreteras o con temperaturas heladas por las montañas. Vulnerables a la violencia del narcotráfico, el hambre y las enfermedades, desaparecen o mueren de a cientos.

“No soportan un viaje tan duro, porque son recorridos muy largos”, dijo Carlos Valdés, director del Instituto Nacional Forense de la vecina Colombia. “Muchas veces comen una sola vez al día. O no comen. Y se mueren”.

Valdés dijo que las autoridades no siempre recuperan los cadáveres de los muertos porque muchos migrantes que ingresaron al país ilegalmente tienen miedo de pedir ayuda.

Valdés cree que la hipotermia ha matado a algunas personas en las montañas, pero no tiene idea de cuántas. Un migrante le dijo a la AP que durante su trayecto vio una familia que enterraba a alguien envuelto en una manta blanca, con flores rojas.

Marta Duque, de 55 años, observa la emigración venezolana desde su casa en Pamplona, Colombia. De noche abre sus puertas y les da amparo a las familias con niños pequeños. Pamplona es una de las últimas ciudades por las que pasan antes de internarse en las montañas heladas, uno de los tramos más peligrosos para los migrantes que viajan a pie. Las temperaturas están por debajo del nivel de congelación.

Dice que la pasividad de las autoridades obliga a los ciudadanos como ella a intervenir.

“Se pasan la pelota de uno a otro”, se quejó. “Nadie quiere admitir que esta es la realidad”.

Esas muertes no las cuenta nadie, lo mismo que decenas de decesos en el mar. Tampoco nadie lleva la cuenta de las denuncias de desapariciones en Colombia, Perú y Ecuador. En total, al menos 3.410 venezolanos ha sido dados por desaparecidos o muertos en una migración entre países latinoamericanos cuyos peligros han pasado casi inadvertidos. Muchos de los muertos sucumbieron a enfermedades que eran fácilmente tratables.

Entre los desaparecidos está Randy Javier Gutiérrez, quien cruzaba Colombia a pie con un hermano y una tía en la esperanza de llegar a Perú, donde estaba su madre.

La madre de Gutiérrez, Mariela Gamboa, dijo que un individuo se ofreció a llevar en su auto a las dos mujeres, pero no a su hijo. Las mujeres dijeron que lo esperarían en la estación de autobuses de Cali, a unos 257 kilómetros (160 millas), pero él nunca llegó. Los mensajes que le han enviado a su teléfono desde ese día, hace cuatro meses, no han sido vistos.

“Estoy muy preocupada”, dice la madre. “No sé qué hacer”.

ASIA: UNA GRAN INCÓGNITA

La región con más migrantes del mundo, Asia, es también la que menos información tiene sobre los desaparecidos tras dejar sus patrias. Los gobiernos no están dispuestos o no están en condiciones de dar cuenta de las personas que emigran a otros países de la región o al Medio Oriente, los dos destinos más comunes.

Los asiáticos representan el 40% de los migrantes del mundo y más de la mitad de ellos nunca se van de la región. La Associated Press pudo documentar más de 8.200 desapariciones o muertes de migrantes.

Hay numerosas tendencias: indios que se van a los Emiratos Árabes Unidos, bangladesíes que quieren llegar a la India, musulmanes rohinyas que les escapan a la persecución en Myanmar, afganos que le huyen a la guerra. En una región donde abunda el tráfico de personas y los desplazamientos por la fuerza, las bajas cifras de muertos y desaparecidos no indican que los peligros son escasos, sino que no hay buena información.

Almass tenía apenas 14 años cuando su madre viuda decidió alejarlo del Talibán y enviarlos a él y a su hermano de 11 años de su casa en Khost, Afganistán, hacia Alemania, usando traficantes. Los niños se subieron primero a una camioneta con unas 40 personas, caminaron por días en la frontera, se treparon a otro vehículo, esperaron un tiempo en Teherán y caminaron más días.

Su hermano Murtaza estaba agotado para cuando llegaron a la frontera entre Irán y Turquía. Pero el contrabandista dijo que no había tiempo para descansar, que había dos puestos fronterizos en las inmediaciones y que temía que niños menores más pequeños hiciesen ruido y los delatasen.

Almass llevaba un bebé en sus brazos y tenía tomado de la mano a su hermano cuando escucharon gritos de guardias iraníes y sonaron disparos. Se tiró por un barranco y perdió el conocimiento.

Al despertarse, pasó dos días solo, hasta que se topó con otros tres niños que también se habían separado del grupo, y luego con un cuarto. Nadie había visto a su hermano. Y aunque el niño tenía una identificación, solo Almass había aprendido de memoria la información que debían darle al contrabandista.

Cuando Almass logró llamar a su casa desde Turquía, no fue capaz de decirle a su madre lo que había pasado. Le dijo que Murtaza no podía hablar en ese momento pero la mandaba muchos cariños.

Eso fue a principios del 2014. Almass, quien ahora tiene 18 años, no ha hablado con su familia desde entonces.

Cuenta que buscó a su hermano entre los 2.773 niños que la Cruz Roja da por desaparecidos mientras intentaban llegar a Europa. También se buscó a sí mismo entre los 2.097 adultos cuya desaparición reportaron menores. No estaban en ninguna de esas listas.

Almass pudo llegar a Europa y habla un francés entrecortado con una mujer que le dio albergue en una granja de 400 años en la región de Limouisin. Pero perdió su familia. El teléfono de su casa en Afganistán ya no funciona, su pueblo fue tomado por el Talibán y no sabe cómo encontrarla. Ni al hermano que se le escapó de entre las manos hace cuatro años.

“No sé dónde están”, dijo angustiado. “Y ellos no saben dónde estoy yo”.

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Hinnant informó desde Ras Jebel, Túnez, junto con Mehdi El Arem. En este despacho colaboraron Kristen Gelineau (Sydney), Niniek Karmini (Yakarta, Indonesia), Jim Gomez (Manila), Lotfi Bouchouchi (Argelia), Christine Armario (Bogotá) y María Verza (Ciudad de México).

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¿Qué sigue luego de la destitución de Kevin McKarthy , presidente de la Cámara de Representantes?

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EP New York  | EE.UU.

Gustavo Lugo | agencias

La destitución del presidente de la Cámara de Representantes desata el caos y agita Washington

WASHINGTON — Los legisladores que habían guardado un silencio sepulcral quedaron atónitos ante la declaración: El puesto de presidente de la Cámara de Representantes “queda, por lo tanto, vacante”.

Por primera vez en la historia, un presidente de la cámara baja fue destituido mediante una votación, hundiendo al Congreso en un nuevo nivel de caos.

¿Y ahora qué? Se preguntaban algunos en el interior de la sala.

Kevin McCarthy, el representante republicano de California que ha sobrevivido a décadas de conmoción en el Congreso, había proyectado cierta sensación de tranquilidad cuando salió de su oficina apenas unas horas antes, aún como presidente. Pero cuando salió de la cámara, ya sin la autoridad de un mazo, caminó en silencio.

Dejaba atrás un recinto agitado. Los legisladores vaciaron la sala después de la votación, algunos de ellos sin palabras por lo que acababan de presenciar. Un órgano esencial de la democracia estadounidense ya no tiene líder electo, el desafío más reciente para una institución que aún se recupera del asedio al Capitolio del 6 de enero de 2001, un Partido Republicano en una guerra interna y el liderazgo global de Estados Unidos en duda.

Nadie puede decir a ciencia cierta cuál es el siguiente paso para la Cámara de Representantes.

Los ánimos están al rojo vivo en Washington y la relación entre partidos políticos — en peligro pero aún fundamentales en tiempos de crisis — prácticamente han colapsado.

La cámara baja enfrenta preguntas urgentes acerca de cómo evitar un cierre de gobierno, si seguirá financiando la defensa de Ucrania ante la invasión rusa y si procederá con una investigación para un juicio político — sin precedentes en muchos sentidos —- en contra del presidente Joe Biden. En tanto, las armas procesales que el Congreso alguna vez reservó para las ofensas más graves — censura, expulsión, juicio político y ahora la moción para destituir al presidente de la Cámara de Representantes — se han vuelto habituales.

Muchos republicanos quedaron en un estado de total exasperación luego de haber suplicado a sus colegas que no continuaran con el proceso.

“Si dejamos vacante la presidencia, el gobierno cerrará. Nuestra calificación crediticia caerá, los intereses subirán”, dijo Brian Fitzpatrick, representante republicano de Pensilvania conocido por colaborar con los demócratas, horas antes de la votación. “Ucrania será victimizada y perderá esa guerra con Rusia. Eso es lo que está en juego. Sin mencionar la erosión institucional que ocurrirá”.

McCarthy, quien se las había ingeniado para mantener al partido unido durante nueve meses al presentar una postura desafiante hacia el resto de Washington, insistió en luchar hasta el final para conservar su cargo. Durante una reunión matutina, dijo a los republicanos que quería seguir adelante con la votación de la moción de destitución e insistió en que no daría a los demócratas concesión alguna para salvar su puesto.

Estoy listo, fue el mensaje de McCarthy.

Parecía tener una oportunidad de sobrevivir: La mayoría de los republicanos apoyaron a McCarthy durante su reunión en el sótano del Capitolio, brindándole varias rondas de aplausos.

Pero los demócratas, en su propia reunión en los niveles inferiores del recinto, enumeraron lo que consideran los aspectos negativos en el historial de McCarthy: Cómo había mantenido su apoyo al expresidente Donald Trump, incluso después de que una turba de sus simpatizantes irrumpiese en el Capitolio, y cómo había servido al flanco más conservador de su partido durante sus nueve meses en el cargo.

Al final, se unieron en torno al líder demócrata Hakeem Jeffries y decidieron lavarse las manos de lo que consideran un problema republicano.

“Kevin McCarthy se ganó todo esto”, dijo el representante demócrata Jamie Raskin, señalando cómo el republicano había acordado permitir a cualquier miembro presentar la moción de destitución como parte de su pacto con legisladores del flanco derechista a cambio de obtener la presidencia en enero.

“Parece que uno de los principales partidos políticos es ahora adicto a la insurrección, a la rebelión, al derrocamiento y a la falta de gobernanza”, añadió.

Mientras la Cámara de Representantes se reunía para votar por la tarde, el representante Matt Gaetz — el grandilocuente republicano que puso en marcha el proceso — se sentó en primera fila, listo para presentar sus argumentos. McCarthy se puso en pie pocos metros detrás de él, asintiendo con la cabeza y sonriendo a sus colegas republicanos, pero negándose a reconocer la presencia de Gaetz.

Después de que luego de una primera votación procesal quedase claro que los demócratas no iban a salvarlo, McCarthy se acomodó en su escaño para el debate de una hora sobre su futuro. Echó un vistazo a su teléfono, pasó las manos por los descansabrazos de madera de su asiento. Se negó a hablar en su defensa y en su lugar envió a sus aliados más cercanos a defender sus logros.

“El presidente McCarthy es el caos”, dijo Gaetz, insinuando que una serie de reformas podrían hacer que Washington funcionara mejor. Pero los insultos y ataques personales — que los republicanos se guardaron durante meses y años — no tardaron en estallar en el pleno.

Una cámara por lo general ruidosa, y llena de cientos de legisladores, adoptó un tono sombrío y guardó silencio mientras se daba inicio a la votación. Uno por uno, durante casi 45 minutos, los legisladores se pusieron de pie y dieron a conocer su voto. Los republicanos agacharon la cabeza cuando ocho de sus colegas y cada uno de los demócratas votaron a favor de la destitución de McCarthy. Ya no era presidente.

McCarthy sonrió cuando los secretarios de la cámara contaban los votos. Poco después, había dejado de ser el presidente y uno de sus aliados más cercanos en la cámara, Patrick McHenry, de Carolina del Norte, se convertía en el presidente provisional.

“Sorprendente, tan sólo por lo decisivo que es esto”, dijo Michael McCaul, un republicano de Texas que preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. “No tenemos un presidente, no tenemos un líder y ese es el mensaje que estamos dando a nuestros adversarios”.

Republicanos y demócratas se dispersaron pensando en sus próximos movimientos. Los republicanos tratarán de unirse en torno a un nuevo líder después de que McCarthy descartó postularse de nuevo al cargo. Se enfrentan a un vacío de poder y a profundas divisiones ya que muchos de ellos están furiosos con Gaetz y con quienes le siguieron los pasos.

McCarthy, por su parte, aprovechó la oportunidad para saldar cuentas políticas. En una conferencia de prensa organizada a toda prisa al caer la noche, comenzó parafraseando a Abraham Lincoln y a Teddy Roosevelt, pero no tardó en sumergirse en historias poco halagadoras sobre sus rivales políticos — tanto republicanos como demócratas — e insinuó que volvería a utilizar su influencia política y de recaudación de fondos para ir tras ellos.

Concluyó su charla con los reporteros con una punzante despedida: “Estoy seguro que no los extrañaré”.

Con información de AP__

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EE.UU. otorgará permisos de trabajo a miles de venezolanos

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EP New York  | migración USA

Miles de migrantes venezolanos recibirán permisos laborales especiales. ¿Qué implica para Nueva York?

Al permitir que casi 500.000 inmigrantes venezolanos puedan trabajar de forma legal, las autoridades locales sopesaron el impacto práctico y político de una decisión compleja.

La decisión del gobierno de Joe Biden de otorgarle un estatus especial a los migrantes venezolanos tendrá su mayor impacto en la ciudad de Nueva York, donde miles de personas pronto serán elegibles para comenzar a buscar trabajo de manera legal y, eventualmente, podrán mudarse de los refugios financiados por los contribuyentes.

El alcalde Eric Adams y la gobernadora Kathy Hochul, ambos demócratas, calificaron la medida como un alivio necesario y afirmaron el jueves que podría ayudar a algunos de los 60.000 migrantes que están siendo atendidos por los planes de asistencia de la ciudad a mudarse a viviendas independientes con mayor rapidez. La medida también podría garantizar que otros venezolanos nunca necesiten los refugios.

Sin embargo, incluso mientras celebraban el cambio de política después de meses de intenso cabildeo en la Casa Blanca, altos funcionarios de Nueva York, expertos en inmigración y operadores de refugios trabajaban para determinar el impacto práctico y político de una decisión que muchos pensaron que el presidente Biden nunca tomaría.

Algunos admitieron que la medida haría poco para solventar la aguda crisis que enfrenta la ciudad más grande del país, y que con el tiempo podría empeorar al alentar la inmigración de más personas.

​​“Hubo un llamado claro desde la ciudad de Nueva York sobre la autorización laboral, y quiero agradecer a la Casa Blanca por escucharnos”, dijo Adams el jueves, antes de agregar un comentario más pesimista. Afirmó que cada mes llegaban a la ciudad unos 10.000 inmigrantes, “y una cantidad importante sigue bajo nuestro cuidado hoy”.

En el anuncio realizado el miércoles por la noche, el Departamento de Seguridad Nacional afirmó que planea otorgar un estatus especial a 472.000 venezolanos que llegaron al país antes del 31 de julio, protegiéndolos de la expulsión durante 18 meses y eximiéndoles del período de espera de un mes para solicitar permiso laboral.

El gobierno de Biden ya había extendido protecciones especiales a cerca de 250.000 venezolanos que llegaron al país antes de marzo de 2021, así como a miles de personas provenientes de Ucrania, Haití, Honduras, Nicaragua y otros países. El jueves, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que iba a incrementar las protecciones de los inmigrantes afganos.

El programa no proporciona una ruta permanente hacia la residencia legal, pero ha sido utilizado por mandatarios de ambos partidos para otorgar protección humanitaria a migrantes que huyen de guerras, desastres causados por fenómenos naturales y otros tipos de violencia. El gobierno de Biden afirmó que los venezolanos, que constituyen una de las mayores fuentes de migración, encajan en esa descripción.

Los venezolanos también conforman el grupo más grande de los más de 110.000 inmigrantes que han llegado a la ciudad de Nueva York desde la primavera de 2022. Pero las estimaciones sobre cuántas de esas personas todavía estaban en la ciudad variaron el jueves.

Asher Ross, estratega de alto rango de la Coalición de Acción Migratoria de Nueva York, dijo que entre 40.000 y 50.000 venezolanos en edad laboral que se encuentran en la ciudad pueden calificar para las protecciones. El alcalde Adams y un alto funcionario de seguridad nacional de Nueva York dijeron que el número de personas que vivían en refugios era probablemente menor, entre 10.000 y 20.000.

“Si tiene alguna fuerza, tardará en surtir efecto”, afirmó Muzaffar Chishti, investigador principal del independiente Instituto de Política Migratoria, y predijo que la ciudad incluso podría experimentar un incremento a corto plazo en el número de migrantes que buscan refugio. “La ciudad de Nueva York todavía tiene que estar preparada para enfrentar la crisis inmobiliaria”.

En otros lugares, se expresaron feroces focos de oposición a la política. Los republicanos de Nueva York argumentaron que esto solo alentaría a más venezolanos y migrantes de otras nacionalidades a intentar el arduo viaje para cruzar la frontera, y advirtieron que la crisis en el país solo empeoraría hasta que Biden y los demócratas en el Congreso acordaran políticas fronterizas más duras.

“El presidente no está dispuesto, ni por defecto ni por intención, a enfrentar la crisis en la frontera, y esto solo empeorará la situación”, afirmó el representante Marc Molinaro, un republicano moderado del valle del Hudson.

A los demócratas influyentes de la ciudad, y en Washington, les preocupa cada vez más que republicanos como Molinaro puedan aprovecharse de una vena de inquietud en las elecciones del próximo año entre los votantes que podrían estar abiertos a la inmigración pero que creen que los demócratas están fallando en la respuesta al actual flujo de recién llegados.

La noticia de la nueva política se difundió rápidamente entre los inmigrantes venezolanos a través de las redes sociales. En entrevistas, muchos describieron sentimientos de alivio después de pasar meses (o más) viviendo en las sombras, pero dijeron que tenían poca información sobre cómo reclamar su nuevo estatus legal.

Julio César Gonzales, que en julio cruzó a Estados Unidos con su familia después de viajar durante semanas desde Caracas, afirmó que habían estado viviendo con miedo, y que la medida los calmaba. Algunos de sus temores más frecuentes son el hecho de no tener trabajo, no poder comer y que sus hijos no puedan asistir a la escuela.

Gonzales, de 49 años, contó que se enteró de la nueva política por medio de Instagram el jueves por la mañana. Vive en un refugio en Queens con su esposa y sus tres hijos pequeños. Dijo que, debido al colapso económico de Venezuela, a menudo su familia se había quedado sin comida porque él no lograba ganar el dinero suficiente como taxista.

Ahora estamos legal aquí”, dijo Gonzales, quien agregó que, “Dios mediante”, iban a poder trabajar y mandar a sus hijos a la escuela.

Los funcionarios gubernamentales que serán responsables de gestionar la política dijeron que no será tan sencillo. De igual manera, los migrantes tendrán que solicitar formalmente el estatus de protección temporal. Pero en vez de esperar medio año para presentar la solicitud de permiso laboral, como es el caso de otros solicitantes de asilo, los venezolanos elegibles podrán hacerlo de inmediato.

El estado también planea comenzar a ofrecer asesoramiento profesional inmediato a quienes sean elegibles y ha obtenido el compromiso de varias empresas que están dispuestas a contratar trabajadores y retrasar sus fechas de inicio hasta que se aprueben los permisos. Sin embargo, otros advirtieron sobre los procesos burocráticos que podrían ralentizar el proceso, sin mencionar los desafíos que incluso los inmigrantes más exitosos podrían enfrentar para encontrar vivienda en una ciudad que ya sufre una escasez de vivienda asequible.

“Esta no es una varita mágica que te otorga Washington si llegas desde Venezuela”, dijo Christine Quinn, presidenta y directora ejecutiva de Win, el mayor proveedor en la ciudad de refugios para familias con niños que no tienen vivienda.

Sin embargo, calificó la medida como un “cambio radical” para las familias agobiadas por la vida en albergues.

El jueves, el alcalde y la gobernadora dijeron que seguirán presionando a Biden para ayudar a obtener fondos del Congreso que le reembolsen a la ciudad el dinero destinado a la atención de los migrantes y encontrar nuevas maneras de acelerar el proceso de autorización laboral para quienes no califican en el estatus de protección temporal.

Adams, en particular, ha estado advirtiendo durante semanas que el problema podría “destruir” la ciudad de Nueva York sin una intervención federal drástica en la frontera y sin la asistencia para que los inmigrantes obtengan empleos legales más rápidamente. Su gobierno ha estimado que sus esfuerzos de respuesta podrían costarle a la ciudad 12.000 millones de dólares en tres años, y ya ha utilizado esas cifras para justificar recortes presupuestarios.

Incluso Hochul, quien le ha dado la bienvenida a las personas que llegan al estado, ha comenzado a adoptar un tono más matizado, disuadiendo a los inmigrantes de elegir Nueva York como su destino.

“No le miraré el diente a un caballo regalado”, dijo Hochul en Spectrum NY1. “Este es un primer paso importante, pero debemos informarles a las personas que, si están pensando en venir a Nueva York, realmente nos hemos quedado sin espacio”.

Hochul también ha manifestado una mayor disposición para tomar medidas más drásticas en casa. En este momento, la ciudad de Nueva York está brindando refugio gratuito a cada migrante que lo solicite como parte de un mandato legal de “derecho a refugio” que tiene décadas de antigüedad.

En la noche del miércoles, Hochul fue entrevistada por CNN y afirmó que estaba de acuerdo con Adams en que ese mandato debería suspenderse o modificarse, una medida que desencadenará una feroz resistencia por parte de las organizaciones de defensa de las personas sin hogar e inmigrantes.

“Nunca se previó que esto sería un derecho universal o una obligación ilimitada para la ciudad que tendría que albergar literalmente al mundo entero”, afirmó Hochul. “Tenemos que correr la voz de que cuando vengas a Nueva York, no vamos a tener más habitaciones de hotel disponibles”.


Publicado en N.Y.T.
Nicholas Fandos es un reportero de la sección Metro que cubre la política del estado de Nueva York, centrándose en el dinero, el cabildeo y la influencia política. Antes fue corresponsal del Congreso en Washington.

 

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Agencias

Líder norcoreano Kim jong Un respalda a Putin en guerra de Ucrania

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EP New York | Política internacional

Kim ofrece a Putin y Rusia todo el apoyo de Corea del Norte y menciona la “lucha justa” de Moscú

SEÚL, Corea del Sur — El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un se comprometió a respaldar la “lucha justa” de Rusia durante la cumbre que mantuvo el miércoles con el presidente Vladímir Putin que, según Estados Unidos, podría derivar en un acuerdo para suministrar munición para la guerra que libra Moscú en Ucrania.

Tras recorrer as plataformas de lanzamiento de una vase espacial en el remoto este de Rusia, Kim expresó su “apoyo total e incondicional” y afirmó que Pyongyang siempre estará junto al Kremlin en el frente “antiimperialista”.

Los dos mandatarios se citaron en el cosmódromo de Vostochny para una cumbre que demuestra que sus intereses se están alineando frente a las confrontaciones que mantienen, cada uno por su cuenta, y cada vez más intentas, con Estados Unidos. Las conversaciones duraron entre cuatro o cinco horas, y una vez terminaron Kim se marchó, reportó la agencia noticiosa estatal rusa RIA Novosti.

Corea del Norte podría tener decenas de millones de proyectiles de artillería y cohetes antiguos, producidos a partir de diseños soviéticos, que podrían suponer un gran impulso para la campaña rusa en Ucrania, según los analistas.

La decisión de reunirse en Vostochny, el centro de lanzamiento de satélites más importante del país, sugiere que Kim estaría buscando la asistencia técnica de Rusia para sus esfuerzos por desarrollar satélites de reconocimiento militar, que ha descrito como cruciales para elevar la amenaza de sus misiles con capacidad nuclear. En los últimos meses, han fracasado repetidamente en su intento de poner su primer satélite espía militar en órbita.

Pero tanto la compra de armas como el suministro de tecnología de cohetes al Norte violaría las sanciones internacionales que Rusia apoyó en el pasado.

Putin recibió a la limusina de Kim, traída desde Pyongyang en el tren especial blindado del líder, a la entrada del cosmódromo y estrechó la mano de su homólogo durante unos 40 segundos. En su intervención inicial, el líder ruso dio la bienvenida a Kim a su país y dijo que se alegraba de verlo, añadiendo que durante el encuentro hablarían de cooperación económica, cuestiones humanitarias y de la “situación en la región”.

Kim, por su parte, mostró su apoyo a los esfuerzos del Kremlin para defender sus intereses en una aparente referencia a la guerra en Ucrania. “Actualmente, Rusia está inmersa en una lucha justa contra fuerzas hegemónicas para defender sus derechos soberanos, su seguridad y sus intereses”, afirmó. “Aprovecho esta oportunidad para afirmar que siempre estaremos con Rusia en el frente antiimperialista y en el frente de la independencia”.

Los dos mandatarios iniciaron su encuentro con una visita a las instalaciones de lanzamiento de las naves espaciales Soyuz-2, en la que el norcoreano acribilló a preguntas a un funcionario espacial ruso sobre los cohetes.

Después se reunieron acompañados de sus delegaciones primero y cara a cara más tarde, de acuerdo con el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov. Tras las conversaciones, Putin ofreció un almuerzo oficial a Kim, dijo la prensa estatal rusa.

La cumbre se produjo horas después de que Pyongyang disparó dos misiles balísticos hacia el mar, ampliando unos provocadores ensayos que comenzaron a principios de 2022, mientras Kim aprovecha la distracción causada por la guerra de Putin en Ucrania para acelerar su desarrollo armamentístico.

El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur no dijo de inmediato qué distancia recorrieron los proyectiles norcoreanos. El ministro japonés de Seguridad, Hirokazu Matsuno, afirmó que los cohetes cayeron en aguas fuera de la zona económica exclusiva de Japón y que no se reportaron daños en buques o aviones.

Las imágenes oficiales mostraron que Kim estaba acompañado por Pak Thae Song, presidente del comité norcoreano de ciencia y tecnología espacial, y al almirante de la Armada Kim Myong Sik, que están vinculados a los esfuerzos norcoreanos para comprar satélites espía y submarinos nucleares, según el Ministerio de Unificación surcoreano.

Preguntado por si Rusia ayudaría a Corea del Norte a construir satélites, Putin dijo, según fue citado por los medios estatales rusos, que “para eso hemos venido aquí. El líder de la RPDC muestra un gran interés en la tecnología de cohetes. También están tratando de desarrollar el espacio”, indicó empleando la abreviatura del nombre formal del país, la República Popular Democrática de Corea. Ante las preguntas acerca de la cooperación militar, el presidente ruso indicó que “hablaremos de todos los temas sin prisa. Hay tiempo”.

En la delegación de Kim viaja también Jo Chun Ryong, un funcionario del partido gobernante a cargo de las políticas de municiones que visitado recientemente junto al líder fábricas que producen proyectiles de artillería y misiles, aseguró Corea del Sur.

Durante el almuerzo, en el que al parecer se sirvieron exquisiteces de Siberia y del Lejano Oriente ruso como empanadas rellenas de cangrejo de Kamchatka y arándanos rojos de la taiga con piñones y leche condensada, Kim dijo que él y Putin acordaron profundizar en su “cooperación estratégica y táctica” y que considera que Moscú logrará la victoria, en una aparente referencia al conflicto en Ucrania.

“Creemos a ciencia cierta que el ejército y el pueblo ruso lograrán una gran victoria en la lucha justa para castigar a las fuerzas del mal que persiguen ambiciones hegemónicas y expansionistas y crear un ambiente estable para el desarrollo nacional”, afirmó.

A pesar de la frecuencia con la que se producen los ensayos armamentísticos norcoreanos, los del miércoles fueron una sorpresa. El Ministerio de Unificación surcoreano, que se ocupa de los asuntos intercoreanos, dijo que eran los primeros durante una viaje de su líder al extranjero.

Kim podría haber ordenado los lanzamientos para dejarle clara a Putin la postura norcoreana y mostrar que mantiene el control de la actividad militar aunque no esté en la hermética nación, afirmó Moon Seong Mook, un analista del Instituto de Investigación para la Estrategia Nacional, con sede en Seúl.

Moon, un general de brigada surcoreano retirado que participó en diálogos previos entre Pyongyang y Seúl, indicó que el Norte podría haber querido expresar también su enojo hacia Estados Unidos, luego de que el vocero de su Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó en una conferencia de prensa que Putin se estaba reuniendo con “un paria internacional para pedirle ayuda en una guerra”.

Estados Unidos ha acusado a Corea de Norte de proporcionar armas a Rusia, incluyendo bombas de artillería a los mercenarios del Grupo Wagner. Funcionarios de Moscú y Pyongyang negaron esas acusaciones.

Con información de AP

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