Connect with us

Agencias

Estrategia política “sureña” de Nixon , en la mira de Donald Trump

Published

on

EP New York/Elecciones USA 2020

SAVANNAH, Georgia, EE.UU.— Le preguntaron cómo pensaba combatir la pobreza. En su respuesta, el candidato republicano a la presidencia se las ingenió para hablar del tema central de su campaña, el caos imperante en las ciudades de Estados Unidos durante las manifestaciones a favor de los derechos civiles.

“No se resolvió la pobreza, pero tenemos disturbios que han desgarrado 300 ciudades, dejando 200 muertos y 7.000 heridos en todo el país”, dijo Richard Nixon el 3 de octubre de 1968, en una sesión de preguntas y respuestas en un estudio de televisión de Atlanta, durante una transmisión en vivo a todo el sur del país. Se comprometió a restaurar “la ley y el orden” y despotricó contra “los que quieren destruir el país, quemarlo”. Al mes siguiente ganó las elecciones.

Pasó a la historia como la estrategia sureña de Nixon: Una campaña que aprovechó el temor a la delincuencia y la anarquía para explotar la oposición de los sureños a la integración racial y la igualdad, sin emplear un lenguaje abiertamente racista. Los republicanos fueron puliendo esa estrategia con el correr de las décadas hasta adueñarse del sur y provocar un realineamiento de fuerzas que cambió el mapa electoral, la composición del Congreso y la forma en que se abordaba el tema de la raza.

Ahora esa estrategia está en manos de Donald Trump.

En su convención nacional, el partido de Trump habla constantemente de la anarquía que reina en las calles de Estados Unidos, dando más importancia a manifestaciones que a veces se tornan violentas que a la matanza de afroamericanos por parte de la policía. Incluso presentó a una pareja de San Luis que cobró notoriedad por plantarse frente a su casa con armas en las manos cuando manifestantes pacíficos del movimiento Black Lives Matter pasaban por allí. El hijo de Trump, Donald Trump Jr., dijo que la contienda entre su padre y Joe Biden “se perfila como una batalla entre la iglesia, el trabajo y la escuela contra los disturbios, los saqueos y el vandalismo”.

El miércoles, el vicepresidente Mike Pence dijo que “usted no se sentirá seguro en los Estados Unidos de Joe Biden”.

Historiadores y observadores políticos dicen que el origen de este mensaje está claro. El interrogante no es si Trump está empleando las mismas tácticas que ayudaron a Nixon a llegar a la Casa Blanca, sino si esas tácticas funcionarán hoy, en un país más diverso, abrumado por una pandemia.

“Trump desempolvó el viejo libreto basado en los temores raciales”, dijo Otis Johnson, quien fue alcalde de Savannah, Georgia, entre el 2004 y el 2012. Fue el segundo alcalde afroamericano de esa ciudad sureña. Cursaba estudios de posgrado en Atlanta cuando Nixon se postuló en 1968 y sostuvo que las tácticas de Trump “son una copia de lo que viví hace 50 años”.

La manipulación de las divisiones raciales para unir a los votantes blancos es algo que viene de mucho antes.

Antes de la guerra civil de 1861-1865 se habló de un posible alzamiento de los esclavos para que los blancos pobres se solidarizasen con los grandes terratenientes, según Keith Gaddie, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Oklahoma.

Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados negros que regresaban del combate exigieron el derecho al voto y fueron apoyados por muchos soldados blancos, los candidatos insistieron en el discurso sobre la discordia racial. Solo que no fueron tan directos.

“Hay frases sobre cuestiones políticas que buscan activar el temor de los blancos respecto a la integración racial”, expresó Gaddie. “’Las escuelas del barrio’ es una expresión que alude a escuelas segregadas o a la oposición a que autobuses recojan a los alumnos. ‘Calles seguras’, ‘barrios seguros’ y ‘ley y orden’ son frases que básicamente quieren decir ‘hay que mantener a raya a los afroamericanos’”.

El sur era territorio demócrata hasta que el republicano Barry Goldwater se postuló a la presidencia en 1964. No la ganó, pero se impuso en Luisiana, Alabama, Mississippi, Georgia y Carolina del Sur a partir de su oposición a la Ley de Derechos Civiles.

Cuatro años después, Nixon prometió una guerra contra la delincuencia en “ciudades envueltas en humo y llamas”. Negó tajantemente que la consigna “ley y orden sea una forma de aludir al racismo”.

“Nuestro objetivo es justicia para todos”, sostuvo.

Sin embargo, un informe interno de su campaña, que luego fue dado a conocer por su biblioteca presidencial, insinúa esfuerzos por explotar las divisiones raciales. Captar el voto de demócratas conservadores generaría “un síndrome de ley y orden/revolución socio-económica de los afroamericanos”, según el estratega de la campaña Kevin Phillips, quien agregó que Nixon “debería seguir hablando de la delincuencia, la descentralización de los programas sociales federales y la ley y el orden”.

Tennessee, Virginia, Florida y las dos Carolinas votaron por Nixon, quien llegó a la Casa Blanca.

Los historiadores dicen que los presidentes republicanos que le siguieron adaptaron esa estrategia a los tiempos.

George H.W. Bush, por ejemplo, explotó el caso de Willie Horton, un afroamericano condenado por asesinato que violó a una mujer cuando se le permitió salir de la cárcel por una semana, para pintar a su rival demócrata Michael Dukakis como de mano blanca frente a la delincuencia.

Lee Atwater, quien asesoró a Bush padre y a Ronald Reagan, admitió una vez esta evolución de la estrategia sureña, diciendo que hizo a un lado las consignas abiertamente racistas para emplear un tono “mucho más abstracto”, y el uso de los derechos de los estados, los autobuses escolares y luego los recortes de impuestos y de servicios sociales para transmitir el mismo mensaje: “Los afroamericanos lo sufren más que los blancos”.

En la entrevista de 1981 Atwater sostuvo que habría tantos mensajes codificados que el electorado no se daría cuenta del trasfondo racista.

A Trump lo han acusado de racista desde antes de que lanzase su candidatura. Insistió en que Barack Obama no había nacido en Estados Unidos. Tildó de “animales” a algunos inmigrantes que ingresaron al país ilegalmente y después de los disturbios de hace tres años en Charlottesville, Virginia, entre supremacistas blancos y manifestantes opositores, dijo que había “buena gente en ambos bandos”.

“Trump no es particularmente bueno con algunos de los mensajes más sutiles”, dijo Alan Abramowitz, profesor de ciencias políticas de la Universidad Emory de Atlanta. “Tiende a delatarse solo”.

Después de perder elecciones ante dos sureños como Jimmy Carter y Bill Clinton, los republicanos afianzaron su hegemonía en el sur asegurándose el respaldo de los cristianos evangélicos y de los sectores contrarios al feminismo, según Angie Maxwell, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Arkansas y coautora del libro “The Long Southern Strategy: How Chasing White Votes in the South Changed American Politics” (La prolongada estrategia sureña: Cómo la búsqueda del voto blanco en el sur cambió la política estadounidense).

El discurso con un racismo disfrazado fue usado para captar votos más allá del sur.

“El resentimiento racial, el antifeminismo y el nacionalismo cristiano no conocen fronteras geográficas”, dijo Maxwell.

La estrategia sureña de Trump no le apunta necesariamente al sur. Probablemente tenga en la mira a votantes blancos de clase trabajadora en estados peleados como Michigan, Pensilvania, Ohio y Wisconsin, según Abramowitz.

Agencias

Petro rompe relaciones diplomáticas con Israel

Published

on

EP NEW YORK | LATINOAMÉRICA

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el miércoles que su país romperá relaciones diplomáticas con Israel debido a la guerra en Gaza. El mandatario hizo el anuncio en Bogotá, y calificó al gobierno israelí de “genocida”.

Petro se refirió a la medida en un discurso pronunciado en la capital colombiana ante una multitud entusiasta que se había congregado con motivo del Día Internacional de los Trabajadores.

“No puede ser, no puede volver, no pueden llegar las épocas del genocidio, del exterminio de un pueblo entero ante nuestros ojos, ante nuestra pasividad”, dijo Petro. “Si muere Palestina muere la humanidad”.

​​Colombia es el segundo país sudamericano en romper relaciones con Israel después de Bolivia, que lo hizo en noviembre debido a los ataques en Gaza. El mismo día que el gobierno boliviano hizo su anuncio, Colombia y Chile comunicaron que iban a retirar a sus embajadores en Israel, y Honduras hizo lo mismo a los pocos días. Belice también suspendió las relaciones diplomáticas con Israel en noviembre.

El gobierno israelí criticó la decisión de Petro el miércoles.

“La historia recordará que Gustavo Petro eligió estar del lado de los monstruos más abominables conocidos por el hombre, quienes quemaron bebés, mataron niños, violaron mujeres y secuestraron civiles inocentes”, escribió en X el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz. “Israel y Colombia siempre disfrutaron de una relación cercana. Ni siquiera un presidente antisemita y lleno de odio cambiará eso”.

Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia y crítico de las políticas antidrogas de Estados Unidos hacia su país, amenazó en marzo con suspender las relaciones con Israel si no acataba una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto al fuego inmediato en Gaza. Además, le pidió a otros países que hicieran lo mismo. En respuesta a esa amenaza, Katz escribió en X que era vergonzoso el “apoyo de Petro a los asesinos de Hamás”, quienes llevaron a cabo masacres y cometieron crímenes sexuales contra israelíes.

“Israel seguirá protegiendo a sus ciudadanos y no cederá a ninguna presión o amenaza”, añadió Katz.

En febrero, Petro suspendió la compra de armas israelíes por parte de Colombia, después de que las fuerzas israelíes abrieran fuego mientras una multitud se congregaba cerca de un convoy de camiones que transportaba ayuda necesaria a la ciudad de Gaza, en una escena caótica en la que decenas de personas resultaron muertas y heridas, según funcionarios sanitarios gazatíes y el ejército israelí.

Agencias. NYT

Continue Reading

Agencias

Protestas universitarias contra israel

Published

on

EP NEW YORK. | PROTESTAS CONTRA ISRAEL

Por Gustsvo Lugo

A una semana de las protestas a favor de Palestina, la Universidad de Columbia, epicentro de la creciente disidencia estudiantil contra la guerra en Gaza, enfrentaban el jueves una fecha límite para levantar los campamentos mientras las protestas y los arrestos se intensificaban en todo el país, los manifestantes se mantiene firmes mientras el reloj sigue corriendo,

En Columbia, con más de 100 arrestos en los últimos días, el presidente de la escuela, Minouche Shafik, advirtió a los estudiantes que si las tiendas de campaña no se retiran antes del viernes “tendremos que considerar opciones alternativas” para despejar el área y restaurar la calma en el campus. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, arremetió el jueves contra los manifestantes de Columbia, quienes lo abuchearon durante su visita a la escuela un día antes. Johnson había criticado a los estudiantes y profesores que participaron en la protesta y pidió la dimisión de Shafik.

Ya suman mas de veinte campus que se han unido en todo el pais a las protestas, la chispa que prendio las protestas, se predujo la  semana pasada en la Universidad de Columbia cuando la presidenta de la institución, Nemat “Minouche” Shafik, testificó ante una comisión de la Cámara de Representantes sobre la respuesta de la universidad a las acusaciones de antisemitismo en el campus. Al mismo tiempo se inició en el campus una protesta propalestina. Tras su testimonio, Shafik solicitó en una carta hecha pública por la universidad que el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York desalojara a las personas que estaban acampando en el jardín sur del campus y que “infringían las normas y políticas de la universidad” y estaban invadiendo el campus.

Más de 100 personas fueron detenidas, según las fuerzas de seguridad.

Los campamentos fueron organizados por Columbia University Apartheid Divest (CUAD), una coalición estudiantil de más de 100 organizaciones, entre ellas Estudiantes por la Justicia en Palestina y Voz Judía por la Paz, para protestar contra lo que describen como la “continua inversión financiera de la universidad en empresas que se benefician del apartheid israelí, el genocidio y la ocupación militar de Palestina”, según dijeron en un comunicado de prensa.

Los manifestantes propalestinos de Columbia afirmaron que no se dispersarán hasta que la universidad acceda a cortar lazos con instituciones académicas israelíes y se comprometa a una “completa desinversión” de sus fondos de entidades relacionadas con Israel, entre otras demandas. Las autoridades de Columbia advirtieron a principios de esta semana que el campamento viola las normas de la escuela, pero no proporcionaron consecuencias disciplinarias específicas.

No obstante, la situación siguió agravándose y este miércoles el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acudió a la universidad para intentar persuadir a los estudiantes de que detuvieran las protestas. Mientras pronunciaba su discurso, los jóvenes gritaban “No podemos oírte”. Ante esta presión, Johnson respondió: “Disfruten de su libertad de expresión”.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, publicó un mensaje de video en sus redes sociales, en el que condenó las acciones de estudiantes del país norteamericano y la falta de reacción adecuada por parte de las autoridades de las escuelas.

“Multitudes antisemitas han tomado las principales universidades. Piden la aniquilación de Israel. Atacan a estudiantes judíos”, afirmó. Además, calificó las manifestaciones de “horribles” y agregó que “recuerdan lo sucedido en las universidades alemanas en los años 30”.

Las manifestaciones y acalorados debates sobre la guerra de Israel en Gaza y la libre expresión han sacudido los campus de EE.UU. desde el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre, que dio inicio la campaña militar israelí en la Franja.

Las autoridades de estas prestigiosas e influyentes universidades tienen dificultades para calmar los ánimos en sus campus y en su mayoría han fracasado, y una de sus mayores preocupaciones son las próximas ceremonias de graduación.

Como ha sucedido en otras universidades, los manifestantes de NYU exigen que los administradores revelen y se despojen de “su financiación y donaciones recibidas de productores de armas y empresas con intereses en la ocupación israelí”.

Otros campamentos de protesta también se han erigido en la Universidad de California en Berkeley, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Michigan, el Emerson College y Tufts.

 

Continue Reading

Agencias

Miles de opositores marchan contra Petro en Colombia

Published

on

EP New York. | Latinoamérica

Miles de opositores protestan en Colombia y Petro insiste en que buscan “derrocar” su gobierno

BOGOTÁ — Los opositores al gobierno del izquierdista Gustavo Petro volvieron a manifestarse el domingo y convocaron cerca de 250.000 personas en todo el país mientras coreaban incesantemente ”¡Fuera Petro!”, mostrando su desacuerdo con las reformas sociales que impulsa, su propuesta de hacer una constituyente y reclamando por problemas económicos y de seguridad.

El presidente señaló que las manifestaciones tuvieron por objetivo buscar “derrocar el gobierno del cambio” de parte de sectores que quieren que se “deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usados como ganancias de particulares”. Por lo que insistió, desde su cuenta de X, en que sus partidarios deben “responder” en una manifestación el primero de mayo, día internacional de los trabajadores, en la que caminará junto a la gente y hablará en una tarima.

Las manifestaciones en contra y a favor del gobierno se han convertido en una constante en Colombia desde que subió al poder Petro en el 2022, convirtiéndose en el primer presidente de izquierda, en un país que siempre había sido gobernado por conservadores y moderados. La oposición reclama por sus políticas, mientras que Petro convoca a sus partidarios a defenderlas.

“Es una marcha donde está todo el mundo saliendo a decirle al presidente: ‘así no son las cosas, usted ganó las elecciones, pero sepa gobernar’”, dijo a The Associated Press Idelfonso Méndez, de 58 años.

Méndez, contador público, no suele salir a protestar. La última vez que lo hizo fue en 2008 en contra de los secuestros que perpetraba la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

“Nos hemos quedado callados mucho tiempo, pero ya no más. La democracia la veo en peligro, porque está buscando hacer una asamblea constituyente por fuera de la ley y quiere imponer las reformas a como dé lugar sin que lo apruebe el Legislativo”, explicó Méndez, quien sostenía un cartel con la frase “yo protejo a mi país”.

Petro planteó la posibilidad de llevar al país a un proceso para reformar la Constitución como una forma de lograr las transformaciones sociales que prometió en su campaña electoral y que el Congreso no ha aprobado. Sin embargo, no es claro el proceso en que se haría.

“El constituyente es el pueblo que se convoca a sí mismo a decidir sobre lo que no se ha podido resolver en décadas desde los poderes constituidos”, explicó Petro.

Las movilizaciones fueron pacíficas, según reportó el gobierno y la policía, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga y Popayán. En la capital lucía llena la icónica Plaza de Bolívar —donde confluyen el Congreso, las cortes, la alcaldía y la catedral— que tiene una capacidad para 55.000 personas. Según Petro, en el país se movilizaron cerca de 250.000 personas.

“Ha sido la marcha más importante contra Gustavo Petro, no solo por la cantidad, sino por quiénes salieron. En otras ocasiones se veían personas solamente de derecha, en esta se movilizaron diferentes sectores políticos que perdieron el miedo a ser estigmatizados como de derecha”, indicó a la AP Carlos Andrés Arias Orjuela, consultor en comunicación política.

Para Arias, una marcha tan numerosa debería tener un impacto en la dirección del gobierno, sin embargo, no cree que en la práctica se vea reflejado. “Lo que va a hacer es que Gustavo Petro siga radicalizando su discurso, porque hace un mes y medio dejó de gobernar y está en campaña política”, agregó.

A inicio de abril, Petro sufrió una derrota en el Congreso, donde senadores archivaron la reforma a la salud, la más avanzada en trámite y también la más polémica. La propuesta planteaba reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero y del servicio de salud que el gobierno ha calificado de deficiente.

Sin embargo, el gobierno anunció decretos que modifican el sistema de salud en el mismo sentido que lo quería hacer la reforma y ordenó la intervención forzosa para administrar dos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) más grandes del país: Sanitas y Nueva EPS.

En la marcha, se distinguían trabajadores de las EPS intervenidas vestidos con camisetas blancas y sus logos, que advertían que la salud de 17 millones de sus afiliados estaba en riesgo.

“Vine a marchar por la salud, porque él (Petro) lo ha dicho, que va a acabar las EPS. Vine para que sepa que no queremos”, dijo a la AP Amanda Rojas, una ama de casa de 70 años, afiliada en Sanitas.

Los cambios al sistema de salud que rige en Colombia desde hace 30 años, han generado preocupación en el sector y más de 60 asociaciones se unieron a las protestas en lo que llamaron “La marcha de las batas blancas”.

“No negamos las falencias, la corrupción, la falta de recursos, pero una cosa es negar las falencias y otra cosa es decir que la solución que están planteando es la adecuada, ese es el problema”, aseguró a la AP Rubén Luna, presidente de la Sociedad Colombiana de Trasplantes y miembro de la Asociación Colombiana de Cirugía, quien pide que se les incluya en la búsqueda de soluciones para el sistema de salud.

Para Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, se trata de las marchas más nutridas que la oposición ha logrado convocar y considera que el elemento que cambió el panorama fue la intervención a varias EPS por parte del gobierno.

“Lo que muestra esta marcha es que esto genera muchas inquietudes que el gobierno debería escuchar, porque es algo que muestra que está perdiendo el pulso de la calle”, concluyó.

Con información de AP

 

Continue Reading

Trending

Copyright © 2020 Enfoque Periodístico. Created by Conectya.

shares