Una herramienta que comenzó a implementar Estados Unidos hace más de una década contra ciertos individuos y empresas, se ha convertido poco a poco en un poderoso instrumento para sofocar al Gobierno y la economía venezolana.

En enero de 2019, el Gobierno de Estados Unidos decidió sancionar a la petrolera estatal venezolana PDVSA, y con ella al corazón de la economía del país sudamericano, en recesión desde hace cinco años. Estocada final o una medida más, lo cierto es que la implementación de las sanciones de Estados Unidos a lo largo de los últimos 12 años es un reflejo de la tensión creciente entre ambos países.

Según una revisión de las sanciones a Venezuela, realizada por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro ha incluido en la lista OFAC (Oficina de control de activos extranjeros, por sus siglas en inglés), también conocida como lista Clinton, a al menos 22 individuos venezolanos o con conexiones con Venezuela y a 27 compañías. (France 24 online)