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Barack Obama , un legado de 8 años en el abismo político de Trump

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WASHINGTON — El expresidente Barack Obama debe haber pensado que iba a tener mucho material para defenderse cuando fuera juzgado por la historia. Seguramente suponía que, entre otras cosas, podría señalar su programa de cobertura médica, su amplio acuerdo comercial con Asia, el pacto climático global y su apertura diplomática con Cuba.

Pero eso era antes. Ahora, cinco meses después de haber dejado el cargo, Obama básicamente observa en silencio cómo su sucesor lanza un martillo contra distintos pilares de su legado. Ladrillo por ladrillo, el presidente Donald Trump está tratando de destruir lo que Obama construyó. ¿El tratado comercial? cancelado. ¿El acuerdo climático? Olvídenlo.  ¿Cuba? Un retroceso. ¿El seguro médico? Su destino todavía no está decidido, pero va a ser revocado si Trump logra navegar por las contracorrientes en el congreso.

Todos los presidentes cambian de rumbo al llegar al cargo, especialmente cuando suceden a alguien de otro partido. Pero nunca se había visto a un presidente tan empeñado no solo en conducir al país en una dirección diferente sino en desmantelar activamente lo que se había establecido antes de su llegada. Ya sea por encono personal, por cálculo político, por desacuerdos ideológicos o por estar convencido de que el presidente anterior dañó al país, Trump ha dejado en claro que si algo lleva la marca de Obama, él no tardará en borrarlo del disco duro nacional.

“He reflexionado mucho y simplemente no puedo encontrar otro caso en la historia reciente de Estados Unidos en el que un nuevo gobierno estuviera tan empeñado en echar para atrás los logros de su predecesor”, dijo Russell Riley, historiador presidencial del Centro Miller de la Universidad de Virginia. Mientras otros presidentes se concentran en lo que van a construir, “este es diferente: está mucho más cómodo usando una bola de demolición que elaborando modelos para lo que venga después”.

Shirley Anne Warshaw, directora del Centro Fielding para Estudios de Liderazgo Presidencial en Gettysburg College, asegura que no es insólito que Trump esté rompiendo con el legado de su predecesor. “Trump no está haciendo nada que Obama no haya hecho”, aseguró. “Simplemente está revocando políticas establecidas por un presidente de otro partido”.

Aunque recalcó que lo que diferencia a Trump hasta ahora es que otros presidentes tienen idea de lo que van a construir sobre lo que deshagan de su predecesor. “Yo no he visto ningún proyecto de ley constructivo de ese tipo en lo que ha presentado Trump”, señaló. “No tiene ningún programa legislativo independiente, aparte de destruir. Quizá la reforma fiscal”.

De todos modos, Trump no ha llegado tan lejos como ha amenazado. Por lo pronto ha dejado en pie el acuerdo nuclear que Obama logró con Irán, aunque lo ha hecho a regañadientes. Y si bien armó un gran espectáculo al echar atrás las medidas de apertura de Obama hacia Cuba, la letra chica deja intacta gran parte de la política de deshielo. No ha rescindido la orden de Obama que exime de la deportación a los inmigrantes indocumentados que llegaron cuando eran niños. Los republicanos del senado dieron a conocer recientemente una nueva versión de la ley con la que piensan revocar y remplazar a Obamacare, pero ese proyecto podría quedar atorado, y dejar al programa tal como está.

Sus asesores insisten en que Trump no está motivado por el deseo de desmantelar la presidencia de Obama, pero señalan que, teniendo en cuenta su pasado como desarrollador inmobiliario en Manhattan, en algunos casos sabe que se debe demoler lo viejo para hacerle lugar a lo nuevo.

“Él no ha desmantelado todo y yo no diría que eso es exactamente lo que está tratando de hacer”, dijo Hope Hicks, directora de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca. “Eso podría ser un efecto secundario de lo que él está construyendo como su propio legado. No creo que nadie llegue a la oficina todos los días preguntándose cómo podría desmantelar el legado de Obama”.

 
El presidente Trump firmó en su primer día en el cargo una orden ejecutiva para desmantelar la Ley de Atención Médica Asequible, apodada Obamacare. CreditDoug Mills/The New York Times

No obstante, Trump sí ha presentado el legado de Obama como algo desastroso que debe ser desmantelado. “Para ser franco, heredé un desastre”, dijo en una conferencia de prensa poco después de asumir el cargo. “Es un desastre. En el país y en el extranjero, un desastre”, dijo, y añadió que ellos se iban “a encargar de todo eso”.

Los críticos del gobierno anterior aseguran que el mismo Obama se lo buscó. Sus grandes logros legislativos fueron aprobados casi exclusivamente con los votos demócratas, lo que significa que no hubo un consenso bipartidista que pudiera sobrevivir a su presidencia. Y cuando los republicanos se apoderaron del congreso, él recurrió a la llamada estrategia de la pluma, firmando órdenes ejecutivas que podían ser borradas fácilmente por el siguiente presidente.

“Es como dicen: quien a hierro mata, a hierro muere. Cuando la presidencia está basada en la pluma y el teléfono, todo eso puede deshacerse y yo pienso que eso es lo que estamos viendo”, comentó Matt Schlapp, presidente de la Unión Conservadora Americana.

Obama podría alegar que no tuvo más remedio dada la obstrucción de los republicanos en el congreso. Como sea, en buena medida ha guardado silencio a lo largo de este proyecto de demolición, aparentemente convencido de que si se pronuncia solo se convertiría en un enemigo público que Trump parece ansioso por tener. El 22 de junio hizo una excepción y acudió a facebook para atacar el nuevo proyecto de seguro médico del senado. Sin embargo, el consuelo del equipo de Obama parece ser la creencia de que el peor enemigo de Trump es él mismo; alguien bueno para los arrebatos pero malo para darles seguimiento.

“El legado de Obama estaría mucho más amenazado por un presidente más competente que Donald Trump”, indicó Josh Earnest, quien fungió como secretario de Prensa en la Casa Blanca de Obama. “Su inexperiencia y su falta de disciplina son un obstáculo para que pueda implementar políticas que reviertan lo que instituyó Obama”.

Otros exfuncionarios del gobierno de Obama aseguran que mucho de lo que ha hecho Trump es reversible y menos espectacular de lo que parece. Por ejemplo: no rompió por completo las relaciones con Cuba. Y para retirarse realmente del Acuerdo de París tendrán que pasar varios años y, para entonces, podría haber otro presidente. El verdadero efecto, estiman, es en la reputación internacional de Estados Unidos.

“Hay muchos gestos sobre cambios de posturas pero, en realidad, no ha habido mucho cambio. Y en la medida en que ha habido cambios, estos han sido contraproducentes”, observó Susan Rice, exasesora de seguridad nacional. “Lo que ha estado ocurriendo no es que el gobierno esté deshaciendo el legado de Obama: está deshaciendo el liderazgo de Estados Unidos en la escena internacional”.

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el senado, tras anunciar la propuesta de ley de salud de los republicanos el 22 de junio CreditJ. Scott Applewhite/Associated Press

Trump, por supuesto, no es el primer presidente que menosprecia la administración de su predecesor. George W. Bush estaba tan empeñado en hacer lo opuesto de todo lo que había hecho Bill Clinton, que su estrategia fue llamada “ABC”, siglas en inglés de “cualquier cosa menos Clinton”. Obama pasó años culpando a su predecesor por los reveses en materia de seguridad nacional y economía, culpa que sus simpatizantes consideraban justificada pero que el equipo de Bush consideraba un acto clásico de eludir responsabilidades.

Aun así, ni Bush ni Obama dedicaron tanto esfuerzo a deshacer los programas dejados por sus antecesores. Bush mantuvo el programa de seguro médico para niños de bajos ingresos de Clinton, así como la organización de servicios AmeriCorps. Obama deshizo gran parte del programa educativo de Bush, “que ningún niño se quede atrás”, pero mantuvo su programa de cobertura médica para personas de bajos ingresos, Medicare, y gran parte del aparato antiterrorista.

Así dieron seguimiento a una tradición. Dwight Eisenhower no deshizo el New Deal de Franklin D. Roosevelt, y Richard Nixon tampoco desmanteló la Gran Sociedad de Lyndon B. Johnson. Ronald Reagan prometió eliminar los departamentos de Educación y Energía, creados por Jimmy Carter, pero a fin de cuentas no lo hizo.

Después de la elección, Obama minimizó el peligro de que su legado fuera desmantelado por completo. “Quizá un 15 por ciento de todo eso sea echado para atrás, o un 20 por ciento”, le dijo a David Remnick de The New Yorker. “Pero van a quedar muchas cosas”. En efecto, cuando llegue el tiempo de hacer un recuento para los libros de historia, Trump no podrá haber tirado abajo algunos de los logros más importantes de Obama, como sacar a la economía del abismo de una profunda recesión, rescatar a la industria automovilística y autorizar el ataque comando que acabó con Osama bin Laden. Tampoco podrá quitarle lo que ciertamente será la primera línea en el obituario de Obama: la elección en la que rompió barreras y se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos.

Pero los legados presidenciales son curiosos. Los presidentes a veces se definen porque sus sucesores son muy diferentes a ellos. Hoy, Obama es más popular de lo que fue en la mayor parte de su presidencia, lo que posiblemente sea resultado de su contraste con Trump, el presidente estadounidense más impopular desde que hay encuestas al respecto. Siguiendo este razonamiento, aun si Trump logra desmantelar el legado de Obama, eso podría ser beneficioso para la imagen su predecesor.

“Es difícil pensar que los historiadores vayan a condenar a Barack Obama por romper con el ostracismo al que su país había condenado a Cuba, por combatir el cambio climático junto con todo el mundo civilizado o por buscar un enfoque más humano y accesible al seguro médico”, sostuvo Richard Norton Smith, quien ha dirigido las bibliotecas de cuatro presidentes republicanos. “En efecto, construimos monumentos a presidentes que nos impulsan a alcanzar la visión igualitaria” enmarcada por Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

Pero eso quizá no le sirva de consuelo a Obama. Los presidentes prefieren monumentos a sus logros duraderos, no a los más efímeros.

Agencias

EE.UU. declara oficialmente al “cartel de los soles” como organización terrorista

Francisco

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EP FLORIDA NEWS |EE.UU. | Cartel de los soles | Venezuela

El Departamento de Estado de EE.UU. designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera

El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció este domingo que Estados Unidos designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, con efecto a partir del 24 de noviembre. Estados Unidos alega que el cartel venezolano está dirigido por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del Gobierno de Maduro.

“Ni Maduro ni sus allegados representan al Gobierno legítimo de Venezuela”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado de prensa. “El Cartel de los Soles, junto con otras organizaciones terroristas extranjeras designadas, incluyendo el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, son responsables de violencia terrorista en todo el hemisferio, así como del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa”.

La designación se produce mientras Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en el Caribe, incluyendo la llegada del portaaviones más grande del mundo este domingo, y en medio del aumento de las tensiones entre el presidente Donald Trump y Maduro.

En julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al Cartel de los Soles, considerándolo una organización “terrorista internacional especialmente designada” y alegando que “proporcionó apoyo material al Tren de Aragua y al Cartel de Sinaloa”.

Según el Departamento del Tesoro, “el nombre del cartel se deriva de los soles que suelen aparecer en los uniformes de los funcionarios militares venezolanos”.

En agosto, la secretaria de Justicia Pam Bondi ofreció una recompensa de US$ 50 millones por información que condujera al arresto de Maduro para enfrentar cargos de narcotráfico en Estados Unidos. No ha presentado pruebas concluyentes sobre el supuesto papel del líder venezolano en el tráfico internacional de drogas. Caracas ha rechazado rotundamente las acusaciones.

“El Cartel de los Soles, como tal, no existe. Es una expresión periodística creada para referirse a la implicación de autoridades venezolanas en el narcotráfico”, dijo anteriormente a CNN Phil Gunson, investigador del International Crisis Group con sede en Caracas.

Sin embargo, esto no significa que no haya personal militar o funcionarios gubernamentales implicados en el narcotráfico. “Nada de esto sería posible sin la participación directa desde arriba”, dijo Gunson.

Trump dice que Venezuela “quiere dialogar” en medio de crecientes tensiones

Trump sugirió este domingo que designar al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera permite a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos la capacidad de atacar los bienes e infraestructura de Maduro dentro del país.

“Eso nos permite hacerlo, pero no hemos dicho que lo vayamos a hacer”, dijo Trump a los periodistas mientras salía de Florida para regresar a Washington. “Podríamos tener algunas conversaciones con Maduro, y veremos cómo resulta eso”.
“Quieren dialogar”, afirmó, sin dar más detalles.

Trump dejó algo claro: no cree que el Gobierno necesite autorización del Congreso para posibles acciones militares dentro de Venezuela. Al mismo tiempo, el presidente dijo que está a favor de mantener informados a los legisladores. “Nos gusta mantener informado al Congreso. Es decir, detenemos a los narcotraficantes y las drogas que entran en nuestro país… No tenemos que obtener su aprobación. Pero creo que informarles es bueno”, señaló.

Agencias

 

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Articulos Destacados

40 años de la desaparición de Armero

Francisco

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EP NEW YORK | FLORIDA NEWS

Armero , 40 años de una historia difícil de contar.

Por Gustavo Lugo

Miles de personas se reunieron en el campo santo de Armero, para recordar a las víctimas de La tragedia de Armero que fue un desastre natural producto de la erupción del Volcan Nevado Del Ruiz el miércoles 13 de noviembre de 1985, que afectó a los departamentos de Caldas y Tolima en Colombia.

Tras sesenta y nueve años de inactividad, la erupción tomó por sorpresa a los poblados cercanos, a pesar de advertencias realizadas por parte de múltiples organismos y vulcanólogos, los cuales habían reportado indicios de actividad volcánica desde diciembre de 1984.

Los flujos piroclásticos emitidos por el crater del volcan fundieron cerca del 10 % del glaciar  de la montaña, enviando cuatro lahares flujos de lodo, tierra y escombros productos de la actividad volcánica, que descendieron por las laderas del Nevado a 60 km/h . Los lahares aumentaron su velocidad en los barrancos y faldas cercanos y se encaminaron hacia los cauces de los seis ríos que nacían en el volcán.

La población de Armero, ubicada a poco menos de 50 km del volcán, fue destruida por dichos lahares, muriendo 25.000 personas de sus 29.000 habitantes.

Los esfuerzos de rescate fueron obstaculizados por el lodo, que hacía casi imposible el moverse sin quedar atrapado. Para el momento en el que los rescatistas alcanzaron Armero, doce horas después de la erupción, muchas de las víctimas con heridas graves ya habían muerto. Alrededor del mundo se publicaron tomas de vídeo y fotografías de Omayra Sanchez (la niña de Armero como se le llama ahora), una adolescente víctima de la tragedia, que estuvo atrapada durante tres días hasta que finalmente falleció. Fotografías, videos y relatos del impacto del desastre llamaron la atención de la opinión pública  e iniciaron una controversia sobre el grado de responsabilidad del gobierno colombiano  en la catástrofe.

Esta fue la segunda erupción volcánica más mortífera del siglo XX, superada solo por la erupcion del monte pelee en 1902, y el cuarto evento volcánico más mortífero desde el año 1500. Fue una catástrofe previsible, exacerbada por el desconocimiento de la violenta historia del volcán, pues geólogos y otros expertos habían advertido a las autoridades y a los medios de comunicación sobre el peligro durante las semanas previas a la tragedia. Se prepararon mapas de riesgo para las inmediaciones, pero fueron escasamente difundidos. El día de la erupción se llevaron a cabo varios intentos de evacuación pero debido a una tormenta las comunicaciones se vieron restringidas.

Con escasa información sobre el riesgo de una erupción, muchas de las víctimas se mantuvieron en sus hogares, temerosas de que sus viviendas pudieran ser saqueadas por delincuentes en caso de evacuarlas. El ruido de la tormenta pudo haber impedido que muchos escucharan el sonido proveniente del Ruiz.

El Nevado del Ruiz ha hecho erupción en varias ocasiones desde el desastre y continúa siendo una amenaza para las más de 500 000 personas que viven a lo largo de los valles de los ríos Combeima, Chinchiná, Coello-Toche y Guali, Un lahar (o un grupo de lahares) similar en tamaño al de 1985 puede ser iniciado por una erupción relativamente pequeña y podría viajar hasta cien kilómetros desde el volcán. Una erupción lo suficientemente grande puede llegar a afectar con caída de ceniza a Bogota la capital del país.

Para combatir esta amenaza, el Gobierno colombiano creó la Dirección de Prevención y Atención de Desastres un ente especializado encargado de concienciar a la población sobre las amenazas naturales.

El Servicio Geológico de Estados Unidos creó también el Programa de Asistencia en Desastres Volcánicos y el Equipo de Asistencia en Crisis Volcánicas, los cuales evacuaron a cerca de 75 000 personas del área cercana al monte Pinatubo antes de la erupción de 1991. Adicionalmente, varias ciudades de Colombia cuentan con programas propios para crear conciencia frente a los desastres naturales. A su vez, el Servicio Geologico Colombiano (anteriormente Ingeominas) realiza el estudio de los riesgos de origen geológicos en el país.

Los residentes cercanos al Nevado del Ruiz son cautelosos frente a la actividad volcánica; cuando se presentó una nueva erupción en 1989, más de 2300 personas que vivían en las inmediaciones del volcán fueron evacuadas.

El fatídico 13 de noviembre

Al rededor de las 10 pm del 13 de noviembre de 1985 el Nevado del Ruiz erupcionó, expulsando tefra dacitica a más de 30 km de altura en la atmósfera, La erupción alcanzó un 3 en el indice de explosividad volcanica, <span;>La masa de dióxido de azufre expulsada en la erupción fue de aproximadamente 700 000 toneladas.

La erupción produjo flujos piroclásticos que fundieron la nieve y el glaciar de la cima del volcán, generando cuatro lahares que descendieron por los valles de los ríos en los flancos del volcán,destruyendo un pequeño lago que había sido observado en el cráter Arenas, varios meses antes de la erupción. 
El agua de tales lagos suele ser extremadamente salada y puede contener gases volcánicos disueltos. El agua caliente y ácida del lago aceleró la fusión del hielo, un efecto confirmado por la alta concentración de sulfatos y cloruros encontrados en el lahar.

Sobrevivientes de Armero recuerdan la noche como “tranquila”. La Ceniza Volcanica había caído a lo largo del día, pero se les informó a los pobladores que no había nada de qué preocuparse. 

Al caer la tarde, tras un largo periodo de calma, la ceniza volvió a caer. Las estaciones de radio locales reportaban que la ceniza debía ser ignorada y que los residentes debían permanecer en calma, limitándose a recomendar el uso de tapabocas a modo de protección frente a la ceniza. Un sobreviviente afirmó haber ido a la estación de bomberos y allí le informaron que la ceniza “no era nada”.

​La destrucción en Armero fue absoluta, con la práctica totalidad de su cabecera urbana arrasada por completo; la zona rural también se vio perjudicada, y gran parte de las zonas tradicionales de cultivos de Armero quedaron inutilizables. La pérdida de vidas fue exacerbada por la falta de un marco de tiempo preciso para la erupción y por la renuencia de las autoridades locales a la hora de tomar costosas medidas preventivas sin signos claros de peligro inminente.​ 

Debido a que su última erupción de importancia había ocurrido 140 años atrás, en 1845, era difícil para muchos aceptar el peligro del volcán; los pobladores locales incluso le llamaban el “León durmiente”.​

Armero era conocida como la “ciudad blanca” debido a los cultivos de arroz y algodón que se producían. Algunos de los lugares más emblemáticos del municipio eran la plaza, la Iglesia de San Lorenzo, el Parque los Fundadores, la Casa Cultural, la sede de Radio y la Caja Agraria.

Han pasado cuatro decadas y la mayoria de los Armeritas viven en Armero Guayabal.

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Agencias

Acuerdo parcial entre demócratas y republicanos para apertura de gobierno en EE.UU.

Francisco

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EP NEW YORK | EE.UU.

Washington, – El Senado de Estados Unidos aprobó este lunes un acuerdo auspiciado por los republicanos y respaldado por ocho demócratas para financiar temporalmente al Gobierno federal y permitir su reapertura, en una medida que ahora pasa a la Cámara de Representantes para poner fin al cierre más largo de la historia del país.

Luego de una jornada de ocho votaciones, el senado dio pasó al acuerdo de financiamiento provisional con 60 a favor y 40 en contra.

El acuerdo fue alcanzado en el día 41 de cierre de Gobierno, el más largo de la historia de Estados Unidos y pasa a manos de la Cámara de Representantes, la cual se espera que inicie sus sesiones a partir del miércoles.

Los ocho demócratas que se desmarcaron de su bloque y permitieron el avance del paquete fueron: Catherine Cortez Masto, Jacky Rosen, John Fetterman, Maggie Hassan, Jeanne Shaheen, Tim Kaine, Dick Durbin y el independiente Angus King.

La división demócrata fue calificada como “frustrante” por el senador de Arizona, Ruben Gallego, quien dijo que los afectados serán “24 millones de estadounidenses que potencialmente verán aumentar sus primas”. Por su parte, los republicanos celebraron los acuerdos. El conservador Lindsey Graham dijo a periodistas que “el presidente está a favor. Si el presidente está a favor, creo que se aprobará en la Cámara de Representantes. Creo que es un buen acuerdo para el país”.

Después de la votación, la atención estadounidense se girará hacia la Cámara de Representantes y su presidente, el republicano Mike Johnson, quien ya convocó a los miembros de la Cámara para que regresen a Washington antes del miércoles, luego de haber vuelto a sus distritos a mediados de septiembre. Este acuerdo no garantiza la extensión de subsidios a programas de salud como el Obamacare que vence a finales de este año.

Por su parte, los republicanos celebraron los acuerdos. El conservador Lindsey Graham dijo a periodistas que “el presidente está a favor. Si el presidente está a favor, creo que se aprobará en la Cámara de Representantes. Creo que es un buen acuerdo para el país”.

Después de la votación, la atención estadounidense se girará hacia la Cámara de Representantes y su presidente, el republicano Mike Johnson, quien ya convocó a los miembros de la Cámara para que regresen a Washington antes del miércoles, luego de haber vuelto a sus distritos a mediados de septiembre.

El compromiso bipartidista aprobado en el Senado combina tres medidas de financiación anual para distintas agencias con un proyecto de ley provisional que mantendría operativas al resto de las dependencias federales hasta el 30 de enero.

El acuerdo también revertiría más de 4.000 despidos que la Administración Trump había intentado ejecutar al inicio del cierre y prohibiría nuevos recortes hasta finales de enero, ofreciendo un respiro a una fuerza laboral federal afectada por decenas de miles de ceses este año.

Sin embargo, el texto no incluye la extensión de los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), que expiran a fin de año y cuyo fin podría elevar los costos médicos para millones de estadounidenses.

Los demócratas habían presionado para incluir esa medida, pero los republicanos se negaron a discutir la política sanitaria antes de la reapertura del Gobierno.

El cierre de Gobierno, el más largo de la historia, seguirá vigente al menos 48 horas más y por el momento ha causado miles de cancelaciones de vuelos, 1.3 millones de trabajadores federales afectados, así como la falta de pago del Programa de Asistencia Alimentaria Suplementaria (SNAP) que beneficia a 42 millones de estadounidenses. EFE

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