Connect with us

Articulos Destacados

Barack Obama , un legado de 8 años en el abismo político de Trump

Avatar

Published

on

WASHINGTON — El expresidente Barack Obama debe haber pensado que iba a tener mucho material para defenderse cuando fuera juzgado por la historia. Seguramente suponía que, entre otras cosas, podría señalar su programa de cobertura médica, su amplio acuerdo comercial con Asia, el pacto climático global y su apertura diplomática con Cuba.

Pero eso era antes. Ahora, cinco meses después de haber dejado el cargo, Obama básicamente observa en silencio cómo su sucesor lanza un martillo contra distintos pilares de su legado. Ladrillo por ladrillo, el presidente Donald Trump está tratando de destruir lo que Obama construyó. ¿El tratado comercial? cancelado. ¿El acuerdo climático? Olvídenlo.  ¿Cuba? Un retroceso. ¿El seguro médico? Su destino todavía no está decidido, pero va a ser revocado si Trump logra navegar por las contracorrientes en el congreso.

Todos los presidentes cambian de rumbo al llegar al cargo, especialmente cuando suceden a alguien de otro partido. Pero nunca se había visto a un presidente tan empeñado no solo en conducir al país en una dirección diferente sino en desmantelar activamente lo que se había establecido antes de su llegada. Ya sea por encono personal, por cálculo político, por desacuerdos ideológicos o por estar convencido de que el presidente anterior dañó al país, Trump ha dejado en claro que si algo lleva la marca de Obama, él no tardará en borrarlo del disco duro nacional.

“He reflexionado mucho y simplemente no puedo encontrar otro caso en la historia reciente de Estados Unidos en el que un nuevo gobierno estuviera tan empeñado en echar para atrás los logros de su predecesor”, dijo Russell Riley, historiador presidencial del Centro Miller de la Universidad de Virginia. Mientras otros presidentes se concentran en lo que van a construir, “este es diferente: está mucho más cómodo usando una bola de demolición que elaborando modelos para lo que venga después”.

Shirley Anne Warshaw, directora del Centro Fielding para Estudios de Liderazgo Presidencial en Gettysburg College, asegura que no es insólito que Trump esté rompiendo con el legado de su predecesor. “Trump no está haciendo nada que Obama no haya hecho”, aseguró. “Simplemente está revocando políticas establecidas por un presidente de otro partido”.

Aunque recalcó que lo que diferencia a Trump hasta ahora es que otros presidentes tienen idea de lo que van a construir sobre lo que deshagan de su predecesor. “Yo no he visto ningún proyecto de ley constructivo de ese tipo en lo que ha presentado Trump”, señaló. “No tiene ningún programa legislativo independiente, aparte de destruir. Quizá la reforma fiscal”.

De todos modos, Trump no ha llegado tan lejos como ha amenazado. Por lo pronto ha dejado en pie el acuerdo nuclear que Obama logró con Irán, aunque lo ha hecho a regañadientes. Y si bien armó un gran espectáculo al echar atrás las medidas de apertura de Obama hacia Cuba, la letra chica deja intacta gran parte de la política de deshielo. No ha rescindido la orden de Obama que exime de la deportación a los inmigrantes indocumentados que llegaron cuando eran niños. Los republicanos del senado dieron a conocer recientemente una nueva versión de la ley con la que piensan revocar y remplazar a Obamacare, pero ese proyecto podría quedar atorado, y dejar al programa tal como está.

Sus asesores insisten en que Trump no está motivado por el deseo de desmantelar la presidencia de Obama, pero señalan que, teniendo en cuenta su pasado como desarrollador inmobiliario en Manhattan, en algunos casos sabe que se debe demoler lo viejo para hacerle lugar a lo nuevo.

“Él no ha desmantelado todo y yo no diría que eso es exactamente lo que está tratando de hacer”, dijo Hope Hicks, directora de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca. “Eso podría ser un efecto secundario de lo que él está construyendo como su propio legado. No creo que nadie llegue a la oficina todos los días preguntándose cómo podría desmantelar el legado de Obama”.

 
El presidente Trump firmó en su primer día en el cargo una orden ejecutiva para desmantelar la Ley de Atención Médica Asequible, apodada Obamacare. CreditDoug Mills/The New York Times

No obstante, Trump sí ha presentado el legado de Obama como algo desastroso que debe ser desmantelado. “Para ser franco, heredé un desastre”, dijo en una conferencia de prensa poco después de asumir el cargo. “Es un desastre. En el país y en el extranjero, un desastre”, dijo, y añadió que ellos se iban “a encargar de todo eso”.

Los críticos del gobierno anterior aseguran que el mismo Obama se lo buscó. Sus grandes logros legislativos fueron aprobados casi exclusivamente con los votos demócratas, lo que significa que no hubo un consenso bipartidista que pudiera sobrevivir a su presidencia. Y cuando los republicanos se apoderaron del congreso, él recurrió a la llamada estrategia de la pluma, firmando órdenes ejecutivas que podían ser borradas fácilmente por el siguiente presidente.

“Es como dicen: quien a hierro mata, a hierro muere. Cuando la presidencia está basada en la pluma y el teléfono, todo eso puede deshacerse y yo pienso que eso es lo que estamos viendo”, comentó Matt Schlapp, presidente de la Unión Conservadora Americana.

Obama podría alegar que no tuvo más remedio dada la obstrucción de los republicanos en el congreso. Como sea, en buena medida ha guardado silencio a lo largo de este proyecto de demolición, aparentemente convencido de que si se pronuncia solo se convertiría en un enemigo público que Trump parece ansioso por tener. El 22 de junio hizo una excepción y acudió a facebook para atacar el nuevo proyecto de seguro médico del senado. Sin embargo, el consuelo del equipo de Obama parece ser la creencia de que el peor enemigo de Trump es él mismo; alguien bueno para los arrebatos pero malo para darles seguimiento.

“El legado de Obama estaría mucho más amenazado por un presidente más competente que Donald Trump”, indicó Josh Earnest, quien fungió como secretario de Prensa en la Casa Blanca de Obama. “Su inexperiencia y su falta de disciplina son un obstáculo para que pueda implementar políticas que reviertan lo que instituyó Obama”.

Otros exfuncionarios del gobierno de Obama aseguran que mucho de lo que ha hecho Trump es reversible y menos espectacular de lo que parece. Por ejemplo: no rompió por completo las relaciones con Cuba. Y para retirarse realmente del Acuerdo de París tendrán que pasar varios años y, para entonces, podría haber otro presidente. El verdadero efecto, estiman, es en la reputación internacional de Estados Unidos.

“Hay muchos gestos sobre cambios de posturas pero, en realidad, no ha habido mucho cambio. Y en la medida en que ha habido cambios, estos han sido contraproducentes”, observó Susan Rice, exasesora de seguridad nacional. “Lo que ha estado ocurriendo no es que el gobierno esté deshaciendo el legado de Obama: está deshaciendo el liderazgo de Estados Unidos en la escena internacional”.

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el senado, tras anunciar la propuesta de ley de salud de los republicanos el 22 de junio CreditJ. Scott Applewhite/Associated Press

Trump, por supuesto, no es el primer presidente que menosprecia la administración de su predecesor. George W. Bush estaba tan empeñado en hacer lo opuesto de todo lo que había hecho Bill Clinton, que su estrategia fue llamada “ABC”, siglas en inglés de “cualquier cosa menos Clinton”. Obama pasó años culpando a su predecesor por los reveses en materia de seguridad nacional y economía, culpa que sus simpatizantes consideraban justificada pero que el equipo de Bush consideraba un acto clásico de eludir responsabilidades.

Aun así, ni Bush ni Obama dedicaron tanto esfuerzo a deshacer los programas dejados por sus antecesores. Bush mantuvo el programa de seguro médico para niños de bajos ingresos de Clinton, así como la organización de servicios AmeriCorps. Obama deshizo gran parte del programa educativo de Bush, “que ningún niño se quede atrás”, pero mantuvo su programa de cobertura médica para personas de bajos ingresos, Medicare, y gran parte del aparato antiterrorista.

Así dieron seguimiento a una tradición. Dwight Eisenhower no deshizo el New Deal de Franklin D. Roosevelt, y Richard Nixon tampoco desmanteló la Gran Sociedad de Lyndon B. Johnson. Ronald Reagan prometió eliminar los departamentos de Educación y Energía, creados por Jimmy Carter, pero a fin de cuentas no lo hizo.

Después de la elección, Obama minimizó el peligro de que su legado fuera desmantelado por completo. “Quizá un 15 por ciento de todo eso sea echado para atrás, o un 20 por ciento”, le dijo a David Remnick de The New Yorker. “Pero van a quedar muchas cosas”. En efecto, cuando llegue el tiempo de hacer un recuento para los libros de historia, Trump no podrá haber tirado abajo algunos de los logros más importantes de Obama, como sacar a la economía del abismo de una profunda recesión, rescatar a la industria automovilística y autorizar el ataque comando que acabó con Osama bin Laden. Tampoco podrá quitarle lo que ciertamente será la primera línea en el obituario de Obama: la elección en la que rompió barreras y se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos.

Pero los legados presidenciales son curiosos. Los presidentes a veces se definen porque sus sucesores son muy diferentes a ellos. Hoy, Obama es más popular de lo que fue en la mayor parte de su presidencia, lo que posiblemente sea resultado de su contraste con Trump, el presidente estadounidense más impopular desde que hay encuestas al respecto. Siguiendo este razonamiento, aun si Trump logra desmantelar el legado de Obama, eso podría ser beneficioso para la imagen su predecesor.

“Es difícil pensar que los historiadores vayan a condenar a Barack Obama por romper con el ostracismo al que su país había condenado a Cuba, por combatir el cambio climático junto con todo el mundo civilizado o por buscar un enfoque más humano y accesible al seguro médico”, sostuvo Richard Norton Smith, quien ha dirigido las bibliotecas de cuatro presidentes republicanos. “En efecto, construimos monumentos a presidentes que nos impulsan a alcanzar la visión igualitaria” enmarcada por Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

Pero eso quizá no le sirva de consuelo a Obama. Los presidentes prefieren monumentos a sus logros duraderos, no a los más efímeros.

Agencias

Muere en atentado Charlie Kirk activista de derecha aliado de Trump

Francisco

Published

on

EP NEW YORK | EE.UU. | JUDICIAL

Washington, 10 sep (EFE).- Charlie Kirk, de 31 años, fundador de la organización conservadora Turning Point USA, una de las caras jóvenes del movimiento Make America Great Again (MAGA) y partidario del derecho a portar armas falleció hoy tras ser alcanzado por un disparo en el cuello, un asesinato que hace temer por el aumento de la violencia política en EE.UU.

El auditorio universitario de la Universidad de Utah Valley estalló en gritos y confusión cuando un disparo alcanzó a Kirk en el cuello, obligándolo a llevarse la mano a la herida mientras los asistentes corrían en pánico, según se observa en un vídeo que se viralizó en X.

Dos horas después del ataque, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó la muerte de Kirk y dijo que “fue querido y admirado por todos, especialmente por mí”.

Kirk se hizo conocido, con apenas 18 años, en 2012, luego de fundar Turning Point y organizar giras universitarias donde debatía con estudiantes liberales, lo que lo catapultó como referente juvenil conservador. Su popular serie de eventos llamados “Demuestra que estoy equivocado” se volvieron muy populares y este 10 de septiembre atrajeron a oponentes y simpatizantes al campus universitario en Utah.

Una década después Kirk, casado y con dos hijos pequeños, se convirtió en un aliado directo de Trump, con quien apareció públicamente en la Casa Blanca en 2019 durante visitas de jóvenes conservadores y posteriormente con un rol activo en mitines de campaña en 2024.

Kirk había opinado en abril de 2023 que las muertes por arma de fuego eran “desafortunadamente” un precio que valía la pena pagar para preservar la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas, comentario que emitió tras un tiroteo en una escuela de Nashville, Tennessee, en el que murieron tres adultos y tres niños.

Un semillero de conservadores

Turning Point USA nació con el objetivo de difundir valores conservadores y de libre mercado en los campus universitarios de Estados Unidos y ha crecido hasta convertirse en un foro clave en el movimiento MAGA (Make America Great Again).

Con sede en Arizona, la entidad ha crecido rápidamente y hoy mantiene presencia en cientos de universidades y escuelas secundarias. Sus conferencias anuales reúnen a miles de jóvenes y a figuras destacadas del Partido Republicano.

Además de su activismo juvenil, Turning Point se ha convertido en un espacio de respaldo al expresidente Trump. La organización moviliza voluntarios, organiza entrenamientos políticos y se ha consolidado como un brazo visible del movimiento MAGA en el ámbito estudiantil.

Kirk nació en Arlington Heights, al norte de Chicago, en 1993, y creció en una familia de clase media con raíces cristianas, su padre trabajaba en el sector inmobiliario, mientras que su madre se ocupaba del hogar, según reportes de medios como Político.

Durante su paso por la Wheeling High School, se involucró en debates estudiantiles y comenzó a interesarse por las ideas republicanas, según ha dicho en entrevistas y agregar que no fue un gran estudiante por lo que no estudió en la universidad pero se acercó a edad temprana a la política.

Opiniones polémicas

Charlie Kirk generó controversia por sus posturas contra la migración, el feminismo y la diversidad en los campus, lo que le ha ganado críticas y confrontación con líderes demócratas.

Durante la crisis del COVID-19, el activista minimizó la gravedad de la situación comparándola con catástrofes históricas, afirmando en X: “Tenemos una pandemia, pero, por estándares históricos, esto no es realmente una pandemia (…) por estándares históricos, de hecho estamos viviendo una muy, muy buena vida”.

En 2020 fue parodiado en South Park, donde un personaje imitó su estilo de debate provocador que se ha convertido en su sello y Kirk respondió en redes sociales que lo veía como “una medalla de honor”, aunque acusó al programa de ridiculizar a los conservadores.

Con información de agencias

 

Continue Reading

Agencias

Prohibición de redes sociales en Nepal genera caos y violencia

Francisco

Published

on

EP NEW YORK | POLÍTICA MUNDIAL | NEPAL

Protestas en Nepal: ¿por qué la generación Z ha tomado las calles?

La reciente prohibición de las redes sociales fue lo que llevó a los jóvenes a manifestarse, pero ellos llegaron cargados de reclamos acumulados durante años.

Las protestas en la capital de Nepal se intensificaron el martes al entrar en su segundo día, al avivarse la ira y la decepción acumuladas durante años entre los manifestantes. La prohibición impuesta días antes por el gobierno a las principales plataformas de redes sociales apenas había encendido la mecha.
<span;>Los manifestantes, que se autoproclamaban la voz de la generación Z de Nepal, expresaban no solo su indignación por la violencia oficial que los esperaba en las calles el lunes, sino también por los antiguos problemas sociales que han afligido a Nepal durante los 10 años transcurridos desde que sustituyó su monarquía por una república democrática.

El país depende en gran medida de las remesas que envían a casa unos dos millones de trabajadores en el extranjero. La prohibición de las redes sociales aislaba a las familias de quienes los mantienen desde lejos.

El gobierno revocó la prohibición el martes tras las protestas, y el primer ministro KP Sharma Oli y otros ministros dimitieron más tarde. Sin embargo, los disturbios continuaron, y los manifestantes prendieron fuego a oficinas gubernamentales y a viviendas de políticos.

Desempleo e inequidad

La mayor crisis latente del país se centra en el empleo. Conseguir uno es una tarea hercúlea en Nepal, una nación montañosa de 30 millones de habitantes situada entre India y China. Según la Encuesta sobre el Nivel de Vida en Nepal, publicada por la Oficina Nacional de Estadística en 2024, la tasa de desempleo era del 12,6 por ciento.

Estas cifras tienden a subestimar la gravedad del problema. Solo representan a quienes participan en la economía formal, dejando fuera a la mayoría de los nepalíes, que trabajan sin empleo declarado oficialmente, sobre todo en la agricultura. Y el desempleo se concentra en gran medida entre los adultos más jóvenes.

Al no encontrar oportunidades en casa, más de mil hombres y mujeres jóvenes abandonan el país cada día para trabajar con contratos de larga duración en los países ricos en petróleo del golfo Pérsico y Malasia. Decenas de miles trabajan en India como trabajadores migrantes estacionales. Los datos del gobierno muestran que más de 741.000 abandonaron el país el año pasado, principalmente para encontrar trabajo en construcción o agricultura.

El resto de Nepal depende en gran medida de las remesas que esos trabajadores envían a casa desde el extranjero. En 2024, los 11.000 millones de dólares que enviaron representaron más del 26 por ciento de la economía del país. Con ese dinero se compran alimentos y medicinas y se envía a los niños a la escuela en Nepal.

Corrupción profunda

Si hubiera que culpar a algo de este cúmulo de problemas económicos, muchos nepalíes, especialmente los activos en esta protesta de la generación Z, señalarían a la corrupción. Ellos rechazan el espectáculo de un pequeño número de nepaleses de élite que acumulan vastas propiedades para sus hijos. Transparencia Internacional, organización independiente sin fines de lucro dedicada a exigir responsabilidades a los gobiernos, ha clasificado a Nepal como uno de los países más corruptos de Asia.

Un bombardeo constante de escándalos, normalmente relacionados con la complicidad entre políticos electos y funcionarios supuestamente independientes, alimenta este resentimiento. Muy pocas acusaciones terminan en procesos judiciales exitosos.

Por ejemplo, una investigación parlamentaria reveló que se malversaron al menos 71 millones de dólares en la construcción de un aeropuerto internacional en la ciudad de Pokhara. Los préstamos del Banco de Exportación e Importación de China se evaporaron en un nexo entre funcionarios, políticos electos y empresas constructoras chinas. La investigación recomendó nuevas pesquisas y acciones específicas contra los acusados, incluido el director general de Aviación Civil. Aun así, nadie fue procesado.

En otro caso, se descubrió a dirigentes nepalíes recaudando dinero de jóvenes que aspiraban a encontrar empleo en Estados Unidos amparándose en el estatuto de refugiado, destinado a nepalíes étnicos que habían sido deportados a la fuerza del vecino Bután. Documentos falsos daban a los nepalíes desempleados la identidad de butaneses desplazados. En las investigaciones subsiguientes se nombró a políticos de todos los partidos, pero solo se acusó a miembros de la oposición.

Los nepalíes están conscientes de las formas en que podrían beneficiarse de un gobierno mejor financiado. Los gastos de salud y educación son elevados. Los agricultores carecen de fertilizantes esenciales durante las temporadas de siembra de arroz. La inflación hace que a cualquiera le resulte difícil sobrevivir en Katmandú, la capital, adonde se trasladan los jóvenes para cursar estudios superiores y buscar trabajo.

Una élite atrincherada

La democracia se ganó a pulso en Nepal, pero no ha satisfecho las aspiraciones que enviaron a los manifestantes a las calles esta semana. Muchos de los manifestantes de la generación Z están obsesionados con el hijo y la nuera del ex primer ministro Sher Bahadur Deuba. Publican amargamente imágenes de ellos y de los hijos de otros políticos haciendo ostentación de estilos de vida fastuosos.
<span;>Desde que entró en vigor la nueva Constitución en 2015, tres dirigentes han rotado al frente del gobierno: Oli, Pushpa Kamal Dahal y Deuba. Para los más jóvenes, este juego de tronos electoral, en el que el mandato de cada primer ministro ha durado solo uno o dos años, resulta exasperante.

Oli, el actual primer ministro, es un ávido usuario de las redes sociales. Sus allegados afirman que lee personalmente los comentarios que se acumulan bajo los videos que publica. Otros dirigentes nepalíes también están obsesionados con las redes sociales, aunque no las utilicen demasiado. En noviembre de 2023, Dahal, que entonces era primer ministro, prohibió TikTok para, según dijo, “restablecer la armonía social”. Fue Oli, cuando regresó como primer ministro, quien levantó esa prohibición, nueve meses después.

Agencias

 

Continue Reading

Agencias

Crece conflicto en el mar caribe entre EE.UU. y Venezuela

Francisco

Published

on

EP NEW YORK | FLORIDA NEWS

Lo que hay que saber sobre los buques de guerra y aviones de vigilancia que EE.UU. ha enviado al Caribe

El presidente Trump firmó en julio una directiva aún secreta en la que ordenaba al Pentágono el uso de la fuerza militar contra algunos cárteles de la droga latinoamericanos que su gobierno ha calificado de organizaciones “terroristas”.

Casi al mismo tiempo, el gobierno declaró que un grupo criminal venezolano era una organización terrorista y que Maduro era su líder.

El rápido despliegue militar estadounidense en el sur del mar Caribe culminó esta semana con un ataque mortal contra una embarcación de narcotraficantes que, según dijo el gobierno de Donald Trump, había zarpado de Venezuela.

Las autoridades estadounidenses dijeron que el ataque contra una lancha rápida mató el martes a 11 narcotraficantes. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio, dijeron que el ejército llevaría a cabo más ataques en las próximas semanas como parte de una campaña antidroga y antiterrorista.

Pero el jueves, dos cazas venezolanos F-16 armados sobrevolaron un destructor de misiles guiados de la Armada en la región, en una demostración de fuerza que aumentó las tensiones entre Washington y el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.

En respuesta, el Pentágono envió el viernes 10 cazas furtivos F-35 a Puerto Rico para disuadir de más sobrevuelos venezolanos.

A continuación, ofrecemos un resumen de cómo Estados Unidos y Venezuela han llegado a este punto, y qué acción militar podría producirse a continuación.

¿Por qué Estados Unidos envía buques de guerra y aviones de vigilancia al Caribe?

El presidente Trump firmó en julio una directiva aún secreta en la que ordenaba al Pentágono el uso de la fuerza militar contra algunos cárteles de la droga latinoamericanos que su gobierno ha calificado de organizaciones “terroristas”.

Casi al mismo tiempo, el gobierno declaró que un grupo criminal venezolano era una organización terrorista y que Maduro era su líder.

Poco después, el Pentágono empezó a reunir una pequeña armada de barcos y aviones para vigilar a los supuestos narcotraficantes y elegir objetivos que atacar.

La Armada estadounidense lleva mucho tiempo interceptando y abordando barcos sospechosos de contrabando de drogas en aguas internacionales, normalmente asignando temporalmente a un oficial de la Guardia Costera al mando para invocar la autoridad policial. El ataque directo del martes en el Caribe supuso un marcado alejamiento de ese enfoque de décadas.

¿Cuánta fuerza militar ha reunido el Pentágono en la región?

Hasta ahora, el ejército ha desplegado en la región ocho buques de guerra, varios aviones de vigilancia P-8 de la Armada y un submarino de ataque. El Pentágono ha ofrecido pocos detalles sobre los objetivos y ubicaciones de la fuerza.
<span;>El Grupo Anfibio Preparado Iwo Jima —que incluye el USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale, con 4500 marineros— estaba navegando cerca de Puerto Rico el viernes, dijeron funcionarios del Departamento de Defensa. También lo estaba la 22 Unidad Expedicionaria de Marines, con 2200 infantes de marina. El Iwo Jima está equipado con aviones de ataque AV-8B Harrier.

Dos destructores de misiles guiados de la Marina —el USS Jason Dunham y el USS Gravely— están operando en el sur del Caribe. Ambos buques de guerra se habían unido recientemente a la campaña contra la milicia hutí en el mar Rojo. Un tercer destructor, el USS Sampson, ahora en el Pacífico oriental, podría unirse pronto, dijo un funcionario de la Armada.

Estos buques de guerra son destructores con misiles guiados de la clase Arleigh Burke, equipados con más de 90 misiles, incluidos misiles tierra-aire. Pueden realizar guerra antiaérea y antisubmarina, y derribar misiles balísticos.

Además, el crucero de misiles guiados USS Lake Erie y el buque de combate litoral Minneapolis-St. Paul también operan en el Caribe.

¿Cómo ha respondido Venezuela?

Maduro ha advertido de que respondería a cualquier acción militar estadounidense con una “lucha armada”, y afirmó que Rubio estaba intentando arrastrar a Trump a una guerra en el Caribe que mancharía su reputación.

“Presidente Donald Trump”, dijo el líder venezolano a principios de esta semana, “usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre”.

Maduro calificó la concentración naval como “la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años”, en forma de “ocho barcos militares con 1200 misiles” apuntando a Venezuela.

El líder venezolano también anunció el despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el país, y prometió defender “nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras” de cualquier incursión.

¿Qué otras acciones militares podría emprender Estados Unidos?

La magnitud del despliegue militar ha dado lugar a especulaciones sobre si el verdadero objetivo de Trump es derrocar a Maduro, mediante una acción militar u otro tipo de presión.

A Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, se le preguntó recientemente sobre los movimientos de tropas y sobre si el gobierno estaba considerando la posibilidad de desplegar fuerzas sobre el terreno en Venezuela. Respondió calificando a Maduro de ilegítimo e invocando su imputación, a finales del primer gobierno de Trump, por cargos de narcotráfico en Estados Unidos.

Trump, dijo, estaba “dispuesto a utilizar todos los elementos del poder estadounidense para impedir que las drogas inunden nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia. El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cártel narcoterrorista”.

Los historiadores militares señalan otras condiciones provocadoras que precedieron a importantes episodios militares estadounidenses en la segunda mitad del siglo XX.

En diciembre de 1989, el gobierno del presidente George H. W. Bush envió más de 20.000 soldados estadounidenses para invadir Panamá y detener a su líder autocrático, Manuel Noriega, quien había sido imputado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico. Noriega fue condenado en 1992 y murió en Ciudad de Panamá en 2017.

La fuerza estadounidense que se encuentra ahora en el Caribe es demasiado pequeña para llevar a cabo una invasión terrestre de Venezuela, dijeron oficiales militares. Pero los comandantes de Operaciones Especiales dicen que los comandos podrían lanzar incursiones selectivas o misiones de capturar o matar desde los buques de la Armada.

Maduro ha amenazado con responder a un ataque armado en Venezuela con la “máxima rebeldía”.

Tras el sobrevuelo de cazas venezolanos el jueves, el gobierno de Trump lanzó una amenaza velada de que se producirían más ataques.

“Se recomienda encarecidamente al cártel que dirige Venezuela que no realice ningún otro esfuerzo para obstruir, disuadir o interferir en las operaciones antinarcóticos y antiterroristas llevadas a cabo por el ejército estadounidense”, dijo el Pentágono en un comunicado.

Publicado en NYT

Continue Reading
Advertisement

Title

Categories

Trending

Copyright © 2020 Enfoque Periodístico. Created by Conectya.

shares