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Colombia

“Donde los hombres llevaban sombrero” : Iñaki Martínez, de la política a la literatura

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ENTREVISTA A IÑAKI MARTÍNEZ, ESCRITOR Y AUTOR DE LA NOVELA DONDE LOS HOMBRES LLEVABAN SOMBRERO

 “América Latina está claramente estancada en comparación con los Estados Unidos y Europa”

 “La revolución cubana fue un hito transcendental”


 por Ricardo Angoso

Abandonó la política a merced de su nunca ocultada vocación literaria. Vivió en Colombia algún tiempo y ejerció aquí de “embajador” del gobierno vasco. Ahora, ya bajo sus nuevos ropajes de escritor sin más apellidos, nos presenta su última novela, Donde los hombres llevaban sombrero, y regresa, como tantos otros creadores antes, a la idealizada y quizá perdida para siempre capital cubana, La Habana. Ha sido finalista del prestigioso Premio Nadal, de España, y su nombre nos deparará en el futuro seguras sorpresas literarias.


Ricardo Angoso: ¿Cómo diste ese cambio desde la política, o la actividad pública, hasta la literatura?

Iñaki Martínez: Yo he escrito siemre, ha sido una actividad constante en mi vida desde muy joven, desde los catorce años creo que comencé, y tengo varios novelas escritas no publicadas, relatos cortos, lo hacía para mí y sin la intención de publicar. Luego, con la edad, decidí interesarme en ir más allá e incluso publicar para someterme al escrutinio de los demás. Publiqué, en primer lugar, Arresti, que fue mi primera novela y luego La ciudad de la mentira, con la que quedé finalista del Premio Nadal y ahora esta última, Donde los hombres llevaban sombrero, que apareció recientemente.

R.A.:¿A qué se debe esa gran atracción que tiene para los escritores españoles Cuba y más concretamente La Habana?

I.M.:Yo creo que conozco bien ciudad de La Habana y tengo allá amigos, a los que visito con frecuencia. Creo que voy a La Habana una vez al año y voy cuando se me presenta la ocasión. Me llama la atención muchas cosas de Cuba, como creo que a muchos españoles también les sucede lo mismo por la historia del país y de la propia ciudad de La Habana. En la memoria colectiva de muchos españoles siempre está presente La Habana, eso es cierto. Y me llama mucho la atención, en segundo lugar, porque creo que la revolución cubana es uno de los grandes hitos del siglo XX. Aunque algunos simpaticen o no con el evento, hay que reconocer que la revolución cubana es un hito transcedental. Luego La Habana reúne, en esos años en los que yo sitúo la novela, a principios de los años cincuenta, justamente antes de la revolución cubana, todos los elementos para conformar el tipo de novela que yo escribo. En esos años, Batista acababa de dar el golpe de Estado y los rebeldes liderados por Fidel Castro iban tomando posiciones para más tarde, en 1959, tomar el poder. Los gansteres de los Estados Unidos se habían adueñado en cierta medida de la ciudad y estaban acaparando, con la inestimable ayuda de Bastista, una gran parte de los negocios, como los hoteles, las grandes salas de fiesta, las drogas y los casinos. Eran los dueños de la ciudad. Y para los personajes de mi anterior novela me pareció que ese marco era el adecuado para el desarrollo de la trama y que prosiguieran en La Habana sus aventuras.

R.A.: Aparte de esa atracción literaria por las Américas, también, por razones biográficas, siempre has tenido relación con ese continente, ¿me podría contar algo más de ese vínculo?

I.M.: Siempre he tenido relación con el continente por razones familiares. Yo nací en Guatemala y mi madre es panameña. Luego he vivido entre El Savador y Nicaragua entre 1980 y 1985, también he viajado mucho por el continente y creo conocerlo más o menos en profundidad. Fui asesor de la guerrilla salvadoreña y pasé allá cinco años. Latinoamérica es mi segunda casa y me siento muy comodo en esas tierras.

R.A.:¿Qué sentido había en esta novela, tenía alguna finalidad?

I.M.:Mi novela es una novela que pretende entretener a los lectores. Yo sigo los consejos del gran escritor Pío Baroja, renglón por renglón, cuando decía que la obligación del escritor, del novelista, es entretener a los lectores. Luego yo también me entretengo mucho escribiendo novelas y desarrollando estas historias de espionaje e íntriga. Esa era, en definitiva, la finalidad de la novela, habiendo tenido, además, la suerte de haber dado con una buena editorial que me publica y que las cosas, en cierto sentido, están funcionando.

EVOLUCIÓN DE AMÉRICA LATINA

R.A.:Como observador de América Latina y sus procesos, ¿cómo la ves hoy?

I.M.: Pues mal, mucho peor que hace quince o veinte años. No voy a decir que un deterioro vertiginoso pero creo que las condiciones de vida de la gente no mejoran y eso se nota en la calle. Las cifras macroeconómicas mejoran en algún momento para a renglón seguido desplomarse y se desploman desde el punto de vista de la vida de los ciudadanos de a pie, que viven en unas pésimas condiciones. Veo que los grandes males de la vida en América Latina siguen pesando en la mayor parte de los países y que la corrupción sigue siendo la tónica dominante sin que este flajelo sea combatido como debiera ser. Se dan algunas buenas noticias, como por ejemplo que un buen número de expresidentes latinoamericanos estén siendo enjuiciados o están en la cárcel, o están siendo investigados por asuntos de corrupción, mostrando que la justicia está empezando a funcionar. Pero tampoco soy muy optimista con respecto al final de todos estos procesos. La sanidad pública sigue siendo un desastre en la mayoría de los países de América Latina. Entonces, con una perspectiva hace diez, quince o veinte años, observo que las condiciones de vida de los ciudadanos latinoamericanos es mucho peor o no ha mejorado en términos cualitativos con el paso del tiempo. Las familias están completamente endeudadas y llegan a fin de mes a dudas penas, cuando llegan y buena parte de sus escasos ingresos son para pagar las deudas que tienen con las grandes financieras y los bancos. Es decir, no soy muy optimista con respecto al momento actual y tampoco buenas perspectivas de evolución a futuro.

R.A.:¿Quieres decir que América Latina está estancada?

I.M.: América Latina claramente está estancada, mientras que, por ejemplo, los Estados Unidos están funcionando muy bien, aun con las grandes diferencias sociales de siempre. Europa está despegando, saliendo de la crisis y el deseempleo se va reduciendo. Asia va con un bolido, a un buen ritmo de crecimiento. Y, sin embargo, en América Latina ocurre algo misterioso y persiste en ese estancamiento al que nos referíamos antes.

R.A.:¿Qué piensas de la situación que atraviesa Venezuela?

I.M.:Es una situación terrible, desde luego, y parece que es una mafia la que se ha enquistado en el poder y no lo suelta.

ENTRE EUSKADI Y CATALUÑA

R.A.:¿Qué te has encontrado en Euskadi después de tu regreso de las Américas?

I.M.: Una sociedad muy tranquila desde el fin de ETA. La sociedad vasca hoy es una sociedad tranquila y serena. Veo, además, que la sociedad vasca está dispuesta a repasar lo que ha ocurrido con los ojos muy abiertos y con un sentido muy crítico.Incluso sectores del País Vasco que hasta hace muy poco eran muy renuentes a hacer examen introspectivo de lo que había ocurrido en la sociedad vasca, porque en definitiva había que saldar cuentas con uno mismo, como la sociedad nacionalista vasca moderada, que no justificaban la violencia pero la veían como algo normal debido a ciertas condiciones “ambientales”, ahora ya no conviven con ese discurso. En estos momentos la mayor parte de la sociedad vasca comparte la lectura crítica con respecto a la época anterior y hay fenómenos que así lo atestiguan como la novela Patria, que ha supuesto un hito en toda España y también en Euskadi. Pero hay otros fenómenos que dan muestra de ese estado de cosas en una sociedad muy dispuesta a examinar su pasado desde un punto de vista crítico y ese va a ser muy beneficioso para todos, claro está.

R.A.:¿Y cómo observas la crisis de Cataluña?

I.M.: Con mucha decepción. Pienso que una sociedad que en tiempos fue vanguardia en numerosos aspectos y siempre a la cabeza de la vida cultural en el país, ahora me encuentro que es una sociedad donde se han creado unas trincheras artificiales que solamente dividen y no generan nada positivo. Esas trincheras han generado lo peor que le puede ocurrir a una sociedad y es que se haya generado una fractura social absoluta, algo que nunca pasó en Cataluña que era una de las sociedades mejor articuladas de España. Es decir, están dividiendo al país, y lo han conseguido en cierta medida, en dos sectores irreconciliables a corto y mediano plazo, con lo cual tenemos crisis española y catalana para muchos años. Además, el problema de los dirigentes catalanes es que están rozando el fanatismo. Otra cosa son las soluciones políticas que se le quieran dar a este conflicto, que siempre son difíciles, pero es inadmisible este nivel de fanatismo al que están llegando algunos al entender las posiciones del contrario y del adversario. Por ejemplo, Puigdemont se ha convertido en una suerte de líder carlista a su manera y se ven situaciones que recuerdan mucho al caudillismo latinoamericano en su peor expresión de la palabra. La discusión ya no es de carácter político sino que se reduce al estás con nosotros o estás contra nosotros y es algo, sinceramente, que no tiene sentido en el siglo XXI. Lo veo, francamente, muy mal, no sabemos como acabará esta crisis. ¿Qué sentido tienen esas adhesiones inquebrantables a un caudillo, donde pueden terminan? Recuerdan mucho, desde luego, a aquellas adhesiones inquebrantables al caudillo, a Franco, que demandaban los seguidores del régimen franquista en su momento. Y lo de Puigdemont, sinceramente, me suena a eso, ya no se discuten cuestiones políticas, sino a adhesiones a caudillos sin discusión alguna.

R.A.:¿Cómo ves el panorama cultural en España?

I.M.: Yo sigo siendo optimista con respecto a España porque así como somos malos para la convivencia y tenemos un problema de origen que no sabemos convivir que se traduce en todos esos problemas políticos que siempre tenemos encima de la mesa, desde el punto de vista artístico y cultural sigue siendo un país de genios con grandisimos talentos.Se está escribiendo mucho, surgen grandes narradores, buenos narradores, gente joven con talento y en el ámbito de las artes plásticas, también. Yo, en ese sentido, tengo mucha confianza en España porque creo que somos un país con grandes talentos.


Otros temas de Ricardo Angoso: Jair Bolsonaro , ¿otro Hitlre? ¿O un simple Trump a la brasilera?

 

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Agencias

Miles de opositores marchan contra Petro en Colombia

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EP New York. | Latinoamérica

Miles de opositores protestan en Colombia y Petro insiste en que buscan “derrocar” su gobierno

BOGOTÁ — Los opositores al gobierno del izquierdista Gustavo Petro volvieron a manifestarse el domingo y convocaron cerca de 250.000 personas en todo el país mientras coreaban incesantemente ”¡Fuera Petro!”, mostrando su desacuerdo con las reformas sociales que impulsa, su propuesta de hacer una constituyente y reclamando por problemas económicos y de seguridad.

El presidente señaló que las manifestaciones tuvieron por objetivo buscar “derrocar el gobierno del cambio” de parte de sectores que quieren que se “deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usados como ganancias de particulares”. Por lo que insistió, desde su cuenta de X, en que sus partidarios deben “responder” en una manifestación el primero de mayo, día internacional de los trabajadores, en la que caminará junto a la gente y hablará en una tarima.

Las manifestaciones en contra y a favor del gobierno se han convertido en una constante en Colombia desde que subió al poder Petro en el 2022, convirtiéndose en el primer presidente de izquierda, en un país que siempre había sido gobernado por conservadores y moderados. La oposición reclama por sus políticas, mientras que Petro convoca a sus partidarios a defenderlas.

“Es una marcha donde está todo el mundo saliendo a decirle al presidente: ‘así no son las cosas, usted ganó las elecciones, pero sepa gobernar’”, dijo a The Associated Press Idelfonso Méndez, de 58 años.

Méndez, contador público, no suele salir a protestar. La última vez que lo hizo fue en 2008 en contra de los secuestros que perpetraba la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

“Nos hemos quedado callados mucho tiempo, pero ya no más. La democracia la veo en peligro, porque está buscando hacer una asamblea constituyente por fuera de la ley y quiere imponer las reformas a como dé lugar sin que lo apruebe el Legislativo”, explicó Méndez, quien sostenía un cartel con la frase “yo protejo a mi país”.

Petro planteó la posibilidad de llevar al país a un proceso para reformar la Constitución como una forma de lograr las transformaciones sociales que prometió en su campaña electoral y que el Congreso no ha aprobado. Sin embargo, no es claro el proceso en que se haría.

“El constituyente es el pueblo que se convoca a sí mismo a decidir sobre lo que no se ha podido resolver en décadas desde los poderes constituidos”, explicó Petro.

Las movilizaciones fueron pacíficas, según reportó el gobierno y la policía, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga y Popayán. En la capital lucía llena la icónica Plaza de Bolívar —donde confluyen el Congreso, las cortes, la alcaldía y la catedral— que tiene una capacidad para 55.000 personas. Según Petro, en el país se movilizaron cerca de 250.000 personas.

“Ha sido la marcha más importante contra Gustavo Petro, no solo por la cantidad, sino por quiénes salieron. En otras ocasiones se veían personas solamente de derecha, en esta se movilizaron diferentes sectores políticos que perdieron el miedo a ser estigmatizados como de derecha”, indicó a la AP Carlos Andrés Arias Orjuela, consultor en comunicación política.

Para Arias, una marcha tan numerosa debería tener un impacto en la dirección del gobierno, sin embargo, no cree que en la práctica se vea reflejado. “Lo que va a hacer es que Gustavo Petro siga radicalizando su discurso, porque hace un mes y medio dejó de gobernar y está en campaña política”, agregó.

A inicio de abril, Petro sufrió una derrota en el Congreso, donde senadores archivaron la reforma a la salud, la más avanzada en trámite y también la más polémica. La propuesta planteaba reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero y del servicio de salud que el gobierno ha calificado de deficiente.

Sin embargo, el gobierno anunció decretos que modifican el sistema de salud en el mismo sentido que lo quería hacer la reforma y ordenó la intervención forzosa para administrar dos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) más grandes del país: Sanitas y Nueva EPS.

En la marcha, se distinguían trabajadores de las EPS intervenidas vestidos con camisetas blancas y sus logos, que advertían que la salud de 17 millones de sus afiliados estaba en riesgo.

“Vine a marchar por la salud, porque él (Petro) lo ha dicho, que va a acabar las EPS. Vine para que sepa que no queremos”, dijo a la AP Amanda Rojas, una ama de casa de 70 años, afiliada en Sanitas.

Los cambios al sistema de salud que rige en Colombia desde hace 30 años, han generado preocupación en el sector y más de 60 asociaciones se unieron a las protestas en lo que llamaron “La marcha de las batas blancas”.

“No negamos las falencias, la corrupción, la falta de recursos, pero una cosa es negar las falencias y otra cosa es decir que la solución que están planteando es la adecuada, ese es el problema”, aseguró a la AP Rubén Luna, presidente de la Sociedad Colombiana de Trasplantes y miembro de la Asociación Colombiana de Cirugía, quien pide que se les incluya en la búsqueda de soluciones para el sistema de salud.

Para Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, se trata de las marchas más nutridas que la oposición ha logrado convocar y considera que el elemento que cambió el panorama fue la intervención a varias EPS por parte del gobierno.

“Lo que muestra esta marcha es que esto genera muchas inquietudes que el gobierno debería escuchar, porque es algo que muestra que está perdiendo el pulso de la calle”, concluyó.

Con información de AP

 

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El ‘soplo del diablo’: una trampa para los turistas en Colombia

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EP New York. | Colombia | judicial

Una mezcla de sedantes potentes está detrás de una ola de robos violentos en Medellín. Muchas de las víctimas son estadounidenses que buscan citas en Tinder.

Steven Valdez creyó reconocer a la mujer en el parque de Medellín. Mientras conversaban, se dieron cuenta de que habían hecho en la plataforma de citas Tinder. Intercambiaron números e hicieron planes.

En su cita, durante la primavera pasada, Valdez dijo que la mujer le sugirió que probara un platillo típico colombiano: una sopa cremosa llamada ajiaco. Ella la llevó del mostrador del restaurante a su mesa.

Tomó dos cucharadas, dijo Valdez, de 31 años. “Y eso es lo último que recuerdo”.

Como a decenas de visitantes de la ciudad colombiana el año pasado, a Valdez, bloguero de viajes, le dijeron en el hospital que había ingerido un potente cóctel de sedantes, potencialmente mortal, que incluía un fármaco llamado escopolamina.

La escopolamina hace que sus víctimas pierdan el conocimiento, y los expertos afirman que también puede hacer que se muestren extrañamente más abiertas a las sugerencias, como acceder a entregar una cartera o revelar contraseñas.

Las autoridades estadounidenses están tan preocupadas que emitieron este mes una alerta de seguridad sobre los sedantes y una oleada de delitos violentos dirigidos contra los visitantes en Colombia, especialmente en el destino turístico cada vez más popular de Medellín, ciudad de 2,6 millones de habitantes situada en un valle de la cordillera de los Andes.

La embajada de EE. UU., en una alerta de seguridad anterior, describe la escopolamina como una “sustancia inodora, insípida y que bloquea la memoria, utilizada para incapacitar y robar a víctimas incautas” y advierte sobre el uso de aplicaciones de citas en Colombia o frecuentar clubes nocturnos y bares.

Las autoridades colombianas afirman que muchos de los incidentes están relacionados con la industria del sexo de la ciudad.

“Lastimosamente, por un voz a voz, las personas están identificando que en Medellín hay chicas lindas y se puede rumbear muy rico a muy bajo costo y hay drogas”, dijo Carlos Calle, quien supervisa la industria del turismo para el gobierno de la ciudad. “La criminalidad aprovecha ese momento de turismo para poder delinquir en esa modalidad”.

Desde la pandemia, Medellín también ha atraído a miles de nómadas digitales que buscan una inmersión cultural y un Airbnb barato, y los investigadores y abogados afirman que ellos también son el objetivo de las plataformas de citas populares como Tinder.

Tinder no respondió a la solicitud de comentarios.

Aunque las muertes son relativamente inusuales, las autoridades de Medellín afirmaron que el número de robos en los que se utiliza escopolamina y otros sedantes ha aumentado considerablemente en los últimos años, aunque se desconoce la cifra exacta, ya que muchas víctimas no acuden a la policía.

“Hay gente que incluso también le da pena porque si denuncia ya la gente va a saber lo que estaba haciendo”, dijo Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín.

Jorge Wilson Vélez, criminólogo forense que trabaja con las víctimas y sus familias, dijo que probablemente hubo cientos de víctimas el año pasado.

Los autores consideran los robos como un impuesto a los turistas, a los que ven como personas adineradas que están en Colombia para aprovecharse de las mujeres, dijo Vélez. La intención no es matar a nadie, añadió. Lo llaman “darles algo a los hombres para que duerman”.

El año pasado, Medellín recibió 1,4 millones de visitantes extranjeros, de los cuales casi el 40 por ciento eran estadounidenses, según datos de la ciudad.

Los delitos contra visitantes estadounidenses han despertado temores en la comunidad de expatriados. Un grupo de Facebook en inglés, Colombia Scopolamine Victims & Alerts, tiene alrededor de 3800 miembros.

Los estadounidenses están siendo atacados, dijo Vélez, porque acuden a Internet “buscando compañía, una relación”, y sobre todo cuando se presentan solos a las citas.

La escopolamina, también conocida como “el soplo del diablo”, se ha registrado en otros lugares de América Latina y fuera de ella; han aparecido casos en varias ciudades, desde Londres a Bangkok.

Pero el auge de la droga en Colombia, y la advertencia de la embajada a los estadounidenses, supone un duro golpe para un país que se esfuerza por cambiar su imagen.

Medellín, en particular, ha luchado por desprenderse de las asociaciones con las drogas, la violencia y Pablo Escobar. La ciudad ha experimentado una gran transformación desde la década de 1990, con museos elegantes, cafés en calles arboladas y la única red de metro del país. Aunque siguen existiendo algunas bandas criminales, las tasas de homicidio de la ciudad han descendido.

Los delitos dirigidos contra los turistas pueden empañar esa imagen de tranquilidad, pero también la empañan los propios turistas, según los funcionarios y abogados que representan a los hombres que han sido objeto de robos, quienes afirman que algunos tratan a Medellín como un escabroso patio de recreo.

“Existe una mística extraña. Vienes a Medellín y las reglas normales no se aplican”, dijo Alan Gongora, abogado estadounidense en Medellín. “Como si todo fuera posible”.

Algunas víctimas dijeron que solo buscaban una cita.

Durante la pandemia, Valdez dejó Los Ángeles, donde trabajaba en producción televisiva, para viajar y trabajar en sus blogs, incluido uno llamado We like Colombia. En mayo del año pasado se encontraba en Medellín, trabajando y tomando clases de bachata, cuando abrió Tinder para encontrar una pareja de baile.

Tras su cita con una mujer que se hacía llamar Luisa, dijo que se despertó en su Airbnb, solo e incapaz de levantarse. Sentía que la pierna derecha estaba rota.

La policía le dijo más tarde que sus captores lo habían golpeado, probablemente porque se había resistido a que le robaran, dijo Valdez. Los análisis de sangre del hospital revelaron la presencia de escopolamina y de otro fármaco, clonazepam, un depresor del sistema nervioso.

Sus teléfonos, laptop, billetera y unos 7000 dólares no estaban, dijo.

Pero se sentía afortunado de estar vivo.

Tras denunciar el ataque, su cita y varias personas más fueron detenidas al intentar utilizar sus tarjetas bancarias para comprar electrodomésticos en una tienda, según la policía.

Valdez intenta mantener lo que ocurrió en perspectiva. “He estado en Colombia como ocho veces desde la pandemia”, dijo, quien ahora vive en Puerto Rico. “He visto que el crimen organizado ha proliferado debido a que los precios están subiendo mucho allí. A los ciudadanos promedio no les alcanza”.

Los grupos delictivos que atraen a las víctimas a través de plataformas de citas suelen ser pequeñas bandas no afiliadas de barrios pobres, según los investigadores de Medellín.

Un hombre de 42 años de Nueva York recordó haber sido drogado por una cita de Tinder que le sirvió un ron con Coca-Cola que, dijo, lo dejó inconsciente durante 24 horas.

Le robó aparatos electrónicos, joyas de plata, una tarjeta bancaria y dinero en efectivo. “Pensé que lo había perdido todo”, dijo el hombre, quien pidió que se le identificara por sus iniciales, R. J., para proteger futuras oportunidades de trabajo. Pero su pasaporte y sus documentos de identidad estaban justo donde los había guardado. Un informe policial consultado por el Times corroboró los detalles del delito.

Dejar el pasaporte, según los investigadores, es una firma de estos delitos, destinada a animar a las víctimas a marcharse sin denunciar el robo ni presentar cargos.

Algunos ladrones pueden ser sofisticados.

En diciembre, un joven científico alemán que recorría Latinoamérica y publicaba videos bajo el nombre de Dr. Travel dijo que una mujer con la que estaba “conversando” le había robado en Medellín tras reunirse con ella y su amiga para comer.

Bebió un refresco rosa, dijo en un video, y más tarde se despertó y descubrió que su cartera y su teléfono habían desaparecido. Desactivaron la función de rastreo de su teléfono, cambiaron la contraseña de su ID de Apple y vaciaron su cuenta bancaria. Se vendieron participaciones en varias bolsas de criptomonedas y los fondos se trasladaron a otras criptocarteras.

Perdió más de 16.000 dólares, afirmó. Los intentos de localizar al joven alemán fueron infructuosos.

La escopolamina se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar el mareo y las náuseas, pero se popularizó en dosis mayores hace unas tres décadas como droga recreativa y para cometer delitos, aseguró Guillermo Castaño, investigador sénior en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia.

Hace unos 10 años, los delincuentes en Colombia empezaron a utilizarla para atacar a los turistas, dijo Castaño, mezclándola a menudo con benzodiacepinas, depresores que suelen tratar el insomnio y la ansiedad, para incapacitar aún más a las víctimas.

En un caso muy publicitado, Paul Nguyen, californiano de 27 años, fue fatalmente drogado por una cita de Tinder en Medellín a finales de 2022, y su cuerpo fue hallado cerca de un contenedor de basura. La autopsia determinó que había sido drogado con clonazepam, que, combinado con alcohol, le causó la muerte.

Su cita y varios cómplices fueron detenidos y ahora están siendo juzgados. Los localizaron con la ayuda de una foto de la mujer que Nguyen publicó en Snapchat antes de desaparecer.

Recientemente detuvieron a cuatro personas en relación con el asesinato de otro turista estadounidense que podría haber conocido a una cita por internet.

Aun así, las detenciones son poco frecuentes.

La madre de Nguyen, Kimberly Dao, dijo que la familia tuvo que contratar a Vélez, el investigador, para presionar a la policía para que continuara con el caso.

Para Dao, la alerta de la embajada de EE. UU. sobre las citas por internet en Colombia es una señal de que el tema se está tomando en serio, aunque desearía que hubiera llegado antes.

De haber sido así, dijo, “le habría suplicado, no lo habría dejado ir”.

Publicado en NYT.

Annie Correal y 

Annie Correal y Genevieve Glatsky reportaron desde Bogotá.

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Agencias

Elecciones regionales de Colombia. ¿Derrotado el petrismo?

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EP New York | Colombia | elecciones  regionales

Agencias

Bogotá—– conclusiones de los resultados de las elecciones regionales celebradas en Colombia (y cómo queda el presidente Petro)

Galán le dijo a Petro: “Bogotá se respeta”

Las elecciones regionales de este domingo 29 de octubre pusieron de manifiesto una verdad histórica en Colombia: este es, ante todo, un país fragmentado.

Ningún partido, político o movimiento se puede considerar gran vencedor o gran perdedor de las elecciones que eligieron 1.102 alcaldías y 32 gobernaciones: hubo, en realidad, un poco de todo y las variables de cada elección respondieron a dinámicas locales más que nacionales.

En general los colombianos, preocupados por la seguridad y la economía familiar, según las encuestas, optaron por opciones que aspiran a la estabilidad, a lo conocido, a resolver sus líos diarios más que a cambiar de fondo al país.

Algunos tomaron eso como un voto de castigo al presidente, Gustavo Petro, pero la cosa es más compleja: el petrismo tuvo una derrota simbólica en Bogotá, pero es un movimiento sin mucha experiencia ni proyección nacional a nivel local y regional.

Petro ha recibido un llamado de atención de parte de los colombianos, aunque mantiene entre un 30% y un 40% de aprobación en las encuestas.

Lo cierto es que, como suelen decir los politólogos colombianos, unas elecciones regionales no se pueden leer con los ojos de las elecciones presidenciales: lo local no es lo nacional.

Y este año no fue la excepción.

En la alcaldía de Bogotá, por ejemplo, barrió un viejo conocido de la centroizquierda, Carlos Fernando Galán, que combina propuestas nuevas con un tímido continuismo de Claudia López, la saliente alcaldesa con quien perdió hace cuatro años. Galán es hijo del asesinado dirigente liberal Luis Carlos Galán.

En Medellín ganó un exalcalde, Federico Gutiérrez, lo que significó, de alguna manera, la vuelta al poder del uribismo. En Barranquilla ganó el oficialismo, en Cali ganó la oposición y en Bucaramanga un viejo poder con cara de nuevo, de bukelista.

En las gobernaciones, mientras tanto, los poderes tradicionales ligados al empresariado de cada región, los famosos “clanes políticos“, demostraron que están lejos de perder su influencia.

Y así, cada elección fue un mundo. Además porque este año se añadió una nueva variable: participaron 35 partidos distintos, un récord histórico en un país que hace 30 años solo sabía de dos partidos.

Dicho lo anterior, estas elecciones arrojan algunas conclusiones sobre el momento político que vive Colombia. Y acá resumimos cuatro.

1. Petro no ha puesto las bases del petrismo

En las generales de 2022, Petro hizo historia al convertirse en el primer presidente de izquierda en el país. Además, en el Congreso, su movimiento, el Pacto Histórico, fue la fuerza mayoritaria.

Sin embargo, en estas regionales el PH pasó de agache: no ganó ni apoyó al vencedor de ninguna de las ciudades grandes, mantuvo el poder en solo dos gobernaciones (Nariño y Magdalena) y no será mayoría en ninguna de las asambleas departamentales o concejos municipales.

El PH, que no es un partido sino una coalición, llegó dividido a estas elecciones y no presentó candidatos fuertes en las alcaldías más sonadas del país.

Su candidato en Bogotá, el exsenador y libretista Gustavo Bolívar , perdió la puja por el segundo puesto ante un sofisticado tecnócrata de centroderecha sin recorrido político, Juan Daniel Oviedo.

Petro prometió a los colombianos acabar con la pobreza, la desigualdad y la violencia. Para eso, necesita sentar las bases de un partido robusto, formal y eficiente que tenga presencia en todo el sistema político colombiano.

Ese cometido sigue pendiente.

2. Bogotá, el bastión del progresismo, elige lo seguro

A pesar de tener cierto apego por el progresismo, Bogotá siempre ha sido un electorado indefinible.

De hecho, es usual que la capital esté presidida por un político opuesto a quien está en la presidencia. Ocurre ahora con Claudia López y posiblemente será así con Galán.

El alcalde electo ganó en la tercera oportunidad que se presentaba, y lo hizo con el apoyo de votantes de todas las corrientes y partidos nuevos así como con los vinculados a la vieja política.

Galán representa una conjunción de posturas que prometen eficiencia, seguridad y sentido común sin mucha ideología. Además, se apoya en el legado de su padre, un político asesinado por los narcos que prometía modernizar el liberalismo.

Su partido, el Nuevo Liberalismo, tuvo un pésimo resultado en las legislativas y presidenciales del año pasado, pero ahora arrasó en la alcaldía de Bogotá. Una prueba más de que regionales y presidenciales son mundos diferentes.

3. El antipetrismo es variopinto

Aunque Petro recibió un llamado de atención, su oposición tampoco se puede declarar la gran vencedora de estas elecciones.

La mayoría de los candidatos que ganaron se mostraron críticos con el presidente, pero la diversidad entre ellos hace difícil pensar que son parte de un mismo movimiento.

Y es que durante las campañas la postura sobre Petro no fue la principal variable: jugaron más las obras de infraestructura, los problemas de seguridad, el acceso a la educación y la salud, y las lógicas clientelares locales.

Todos los alcaldes de las grandes ciudades serán ahora opositores a Petro: en Bogotá ganó la centroizquierda tradicional, en Medellín venció la derecha uribista y en Cali y Barranquilla ganaron las centroderechas empresariales.

Pero eso no quiere decir que todos son parte de un mismo frente que amenaza la gobernabilidad de Petro.

La relación Bogotá-nación siempre ha sido difícil. Lo fue con Claudia López. Lo será con Galán.

4. Los barones regionales y los partidos tradicionales están vigentes

En las regionales de hace cuatro años los resultados mostraron una tendencia nacional: la mayoría de los elegidos eran figuras nuevas, alejadas de los partidos tradicionales que han gobernado el país por décadas.

Este año, sin embargo, la tendencia es la inversa: en la mayoría de alcaldías y gobernaciones ganaron políticos asociados a estructuras de partido tradicionales, con fuertes vínculos a las empresas y una manera utilitarista, más que ideológica, de hacer política.

Cada región de Colombia tiene su propio poder económico y político. Usualmente son familias, o grupos de familias, con negocios que han desarrollado una filial política.

Petro se acercó a muchas de ellas para ganar la presidencia, y ahora las tendrá de nuevo en el poder, motivo por el cual algunos analistas vaticinan una mejor ejecución de los recursos: pudo haber recibido un golpe, dicen, pero también puedo haber ganado eficiencia.

Por la accidentalidad de su geografía y por el desarrollo desigual y excluyente de sus regiones, Colombia siempre ha sido un país de poderes locales. Estas elecciones lo demostraron una vez más.

BBC.

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