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EE.UU. vs China , una guerra comercial más allá de Huawei y la tecnología

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EP New York/Economía mundial

El Muro Digital Occidental

Por: Nikolas Stolpkin

Si en su momento China tuvo preocupación por su seguridad nacional con respecto a la influencia tecnológica-cultural de Occidente, vetando a algunas aplicaciones, redes sociales y medios de comunicación digitales, lo que hoy estamos presenciando por parte de EE. UU. y aliados es lo que podría ser la legítima preocupación por su seguridad nacional con respecto a la penetración tecnológica china que avanza significativamente. Lo que no sabemos aún es si en un futuro próximo EE. UU. podría también vetar aplicaciones, redes sociales y medios de comunicación digitales chinos que puedan empezar a desafiar la influencia dominante.

El capítulo Huawei representa a simple vista la puesta en marcha de una nueva Cortina de Hierro por parte de EE. UU. y su radio de influencia para frenar de alguna forma la penetración tecnológica china (el cual se suma a la subida reciente de aranceles por parte de EE. UU. (del 10% al 25%), a las importaciones desde China). Lo que parece improbable que pueda prosperar, teniendo en cuenta lo mucho que podría perder EE. UU. y aliados frente al gigante dragón chino, líder en la producción de litio, cobalto refinado y tierras raras, recursos estratégicos hoy muy necesarios en la producción de artículos tecnológicos. ¿Querrá EE. UU. y aliados prescindir de tales recursos estratégicos? ¿Querrá EE. UU. y aliados prescindir de la mano de obra barata que aún brinda China a sus propias marcas?

Si la Guerra Fría en su momento fue una lucha de poderes en el aspecto militar (entre EE. UU. y la Unión Soviética), hoy la nueva Guerra Fría entre EE. UU. y China es una lucha de poderes en el aspecto económico-tecnológico. 

¿El Libre Comercio ha muerto?

Lo que podría estar logrando EE. UU. no es más que frenar el desarrollo tecnológico actual de Occidente, lo que podría permitir el desarrollo pleno de Asia, liderado por China. 

Incluso hace poco, el departamento estadounidense de Seguridad Interior (DHS) emitió una alerta para señalar: “el riesgo potencial en materia de datos” de los drones de fabricación china, siendo que el 70% de los drones civiles en el mundo, son producidos por una sola empresa china (DJI).

Tiene razón la empresa (Huawei) al señalar que: “La decisión de EE. UU. les obligará a emplear equipos inferiores y costosos, quedándose atrás en el desarrollo de la tecnología 5G”.

Tratar de perjudicar al denominado “Libre Comercio”, el cual EE. UU. ha sido su principal promotor a nivel global, resulta contradictorio y perjudicial para la salud económica global. China no ha hecho más que jugar tal como estaban dispuestas las reglas del juego. ¿Querían abrir los mercados? China los abría. ¿Querían mano de obra barata? China lo ofrecía. ¿Querían tener productos baratos? China los tenía. Ahora, ¿cuál es el problema?  ¿El problema es que ahora los productos chinos han aumentado de calidad? ¿Cuál es el problema? ¿Están preocupados por la seguridad nacional o más bien temen perder la hegemonía tecnológica frente al gran tsunami tecnológico chino que se avecina? 

La situación actual sólo trae incertidumbre para este lado del continente; para China representa nuevos desafíos, nuevos retos. 

Rusia, además, debe tomar notas. 

Huawei sobrevivirá igual

Quienes piensen que el gigante tecnológico de Huawei tendría sus días contados o que podría irse a la quiebra por el veto estadounidense, están sumamente equivocados. El mayor mercado de Huawei se encuentra en la propia China donde prácticamente las aplicaciones de Google no existen, ya que se utilizan símiles nacionales. Y por otro lado, el mercado de América no representa ni un cuarto del mercado chino. 

Donde sí podría llegar a afectar al gigante asiático es en EMEA (Europa, Medio Oriente y Africa), cuyo mercado representa dos cuartos aproximados de lo que representa el mercado chino.

La decadencia de un imperio

Irremediablemente vamos directo hacia un cambio de estructuras de Poder en el mundo. Y EE. UU. como potencia dominante se niega a ceder espacio; le cuesta entender y reconocer la musculatura china en cuanto al ámbito económico y ahora tecnológico; le cuesta entender que el mundo cambió y que su dominio va a la baja, incluso en Europa, donde el nacionalismo poco a poco va adquiriendo más fuerza, lo cual podría amenazar la existencia misma de la OTAN, estructura fundamental la cual permite asentar la influencia norteamericana dentro del continente. 

Intentar imponer un muro digital frente a la influencia china sólo se puede traducir en un berrinche infantil de un mal perdedor. Lo único que se podría lograr es que nos dirijamos hacia un aislamiento inútil donde una parte comience a disfrutar aisladamente de un desarrollo que la otra parte se niega a aceptar por consideraciones meramente egoístas. 

Da como para preocupar, porque no estamos hablando de dos potencias menores; estamos hablando de las dos potencias principales que en la actualidad mueven la economía del mundo.

¿EE. UU. estará dispuesto aceptar la superioridad tecnológica china y a que el mundo se desarrolle con total equilibrio en el ámbito tecnológico?

Níkolas Stolpkin

Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea – AUTODIDACTA

Otros temas de Nìkolas Stolpkin…EL ABUSO DE PODER EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Articulos Destacados

Siria demuestra que no se puede “congelar” ningún conflicto 

Francisco

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EP NEW YORK | POLÍTICA MUNDIAL

Por: Níkolas Stolpkin

Es muy vergonzoso saber que Siria haya caído en manos de grupos terroristas de forma tan estrepitosa y dinámica (¿13 días?).

Todo indica que las fuerzas terroristas se harán del control de todo o de gran parte del territorio sirio, y que sus enemigos serán Irán y el Líbano. Y ya podemos imaginar quiénes serán sus “amigos” (Israel, Turquía, Gran Bretaña, y no extrañaría también EE. UU.).

Lo irónico de todo es que los Grandes Medios Occidentales que mucho antes vendían a estos grupos como “terroristas”, ahora se venden como fuerzas “rebeldes” o “revolucionarias”; incluso ahora venden a su líder como un líder “moderado”, para de alguna forma sentir cierta simpatía por haber sacado al “dictador” Bashar al-Assad de Siria.

Los Grandes Medios Occidentales sabían de antemano que su líder Al Jawlani estuvo en Al Qaeda, ISIS, Jabhat al-Nusra y que EE. UU. todavía ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.

O sea, estamos ante una fuerza “rebelde” (Hayat Tahrir al-Sham) que tiene su origen en Al Qaeda, bajo el nombre de Jabhat al-Nusra. Y que más encima, el que fuera líder de ISIS o Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, participó en su creación.

Hay muchas interrogantes que con el tiempo podrán esclarecerse.
¿Una toma del poder sin armas pesadas, únicamente con armas ligeras y camionetas? ¿Una toma del poder con nula o débil resistencia siria?

¿Estamos ante un fracaso significativo de la política exterior rusa?
¿Serán atacadas en algún momento las bases militares rusas instaladas en Siria? ¿Cuál será el futuro de las bases militares rusas asentadas en Siria? ¿Por cuánto tiempo se podrá “garantizar la seguridad” (por parte de los “rebeldes” sirios) de las bases militares rusas y sus instituciones diplomáticas en Siria?

Todavía no se puede calcular las consecuencias geopolíticas que habrán en la región tras la caída de Siria en manos de los grupos terroristas.

La caída de Bashar al-Assad en Siria es un duro golpe a la resistencia contra Israel en la región. E indudablemente Israel será el más beneficiado.

Una Siria que ya no será anti-imperialista, ni anti-sionista, nos puede dar una idea de lo que habrá de significar para los movimientos de resistencia tales como el Hezbollah en el Líbano y Hamas en Gaza (Palestina).

No hay que olvidar que Siria era el puente que había entre Irán y las resistencias del Hezbollah y Hamas.

¿EE. UU., Israel, Turquía, Gran Bretaña, prestarán “ayuda” al nuevo gobierno que se forme en Siria?
¿EE. UU. retirará la recompensa por la captura de Al Jawlani, líder de los “rebeldes”?

Donald Trump, el nuevo presidente de EE. UU. que está pronto a asumir, ha declarado que EE. UU. no debería tener nada que ver con lo que está aconteciendo en Siria. Y aún así, la presente administración ha llevado a cabo una “docena de ataques aéreos de precisión” contra campamentos de ISIS en el centro de Siria, como lo ha informado, ahora último, las Fuerzas del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM).
Incluso Joe Biden, presidente saliente de EE. UU., señaló que EE. UU. “trabajará con todos los grupos en Siria”, e incluso a través de un proceso liderado por la ONU, como garantía para la transición del poder.

¿Estamos ante un simulacro de lo que podría pasar en Ucrania con aquello de “congelar” el conflicto?
¿Podría ser Siria un punto clave, a largo plazo, para el paso de gasoductos que puedan llegar a Europa, desde el Golfo Pérsico?

¿Qué posibilidades reales podría tener Siria de terminar balcanizada?
¿Podrían aparecer nuevos grupos “rebeldes” que se quieran disputar el poder en Siria?
¿El nuevo gobierno que se forme en Siria tendrá que tener ayuda o relaciones con otros países para hacer andar su economía? ¿Qué países podrían ir en su ayuda?

Ya se está informando de una “escasez aguda de medicamentos”… ¿Qué otras cosas podrían escasear? Todo está por verse.

Pero Rusia debe tomar nota de lo que está ocurriendo: no se puede “congelar” ningún conflicto.

Níkolas Stolpkin

Columnista EP New York

Análisis internacional – Geopolítica – Crítica – Opinión – Pensamiento

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Articulos Destacados

Ucrania: El Caballo de Troya de la OTAN

Francisco

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EP NEW YORK. | UCRANIA

Por: Nikolás Stolpking

La entrada en escena del Oreshnik, ha dejado a la OTAN, EE. UU., Unión Europea desatados; están vueltos locos. Unos están discutiendo posibles “ataques preventivos” en territorio ruso, otros están proponiendo “devolverles” a Ucrania las armas atómicas que supuestamente les fueron “arrebatadas”, otros están llamando a las empresas para que se “preparen para la guerra”, otros quieren ampliar la red de bunkers, etc. ¿Qué otros delirios tendremos que masticar?

–¡Calma! ¡Calma! ¡Que no panda el cúnico!, diría el Chapulín Colorado. Es simplemente que si sigues provocando al Oso, te va a llegar un avellano. Bien, prosigamos.

Después del lanzamiento ruso del misil balístico Oreshnik, sin carga nuclear, sobre territorio ucraniano, como respuesta a los ataques con misiles ATACMS y Storm Shadow sobre territorio ruso, uno tendería a pensar que los responsables occidentales, como mínimo, tendrían que pensarlo muy bien antes de nuevamente “autorizar” a Ucrania el lanzamiento de misiles balísticos tácticos sobre territorio ruso. Pero, como se ha visto en estos últimos días, no ha sido el caso. Y no es de extrañar, en todo caso. A EE. UU., Gran Bretaña o a la Unión Europea no les importa, en absoluto, el destino de Ucrania. Lo único que les importa  es defender los intereses del propio EE. UU.

Estamos hablando, además, de la entrada en escena de nuevas tecnologías en el campo de batalla que podrían marcar la diferencia. El Oreshnik, un misil balístico con velocidad hipersónica (3,3 a 4 km/s); puede portar ojivas nucleares; difícil de detectar e imposible de interceptar por los actuales sistemas de defensa antimisiles estacionados en Europa; y su alcance podría llegar a los 5,500 kilómetros. O sea, podría alcanzar a toda Europa en menos de 20 minutos.

Vladimir Putin fue claro al señalar que las pruebas de los nuevos sistemas de misiles en el campo militar proseguirían si la amenaza a la seguridad de Rusia persistían: “Consideramos que tenemos el derecho a utilizar nuestras armas contra objetivos militares de aquellos países que permiten el uso de sus armas contra nuestros objetivos, y en caso de una escalada de acciones agresivas, responderemos con la misma decisión y de la misma manera”.

Lo razonable, en una situación así, es que se quiera desescalar el conflicto, ¿no?, pero sucede todo lo contrario: se desea seguir escalando.

Quizá haya llegado el momento para reflexionar y aceptar la derrota de Ucrania y su titiritero (OTAN) ante la determinación de Rusia. Que podría ser muy fácil en teoría, pero que bastaría con que el titiritero empezara a abandonar a Ucrania. Pero pareciera que el Bloque Occidental Capitalista estuviera lejos de reflexionar y aceptar los nuevos cambios tectónicos que se están desarrollando en el mundo.

Proseguir la escalada, no hace más que hacer daño a la propia Ucrania, que no sabemos aún cómo habrá de quedar conformada, terminado el conflicto. Pero de que quedará más pequeña (Ucrania), quedará más pequeña.

La OTAN, lo mejor que podría hacer sería convencer a los líderes ucranianos de que al juego hay que ponerle fin; que ahora hay que conducir hacia el terreno de las negociaciones. Pero, en la práctica, vemos todo lo contrario. Pareciera que existiera más interés en proseguir el conflicto por parte de las potencias Occidentales que de la propia Ucrania.

Seguir con el juego ante el nuevo escenario es suicida. ¿Qué disparates están pensando? ¿“Entregar armas nucleares a Ucrania”? ¿“Autorizar a Ucrania más lanzamientos de misiles en territorio ruso”? ¿“Ataques preventivos sobre Rusia”? ¿“Nuevos sistemas de defensa anti-misiles”? ¿“Envío de tropas militares OTAN hacia Ucrania”? ¿Acaso no se ha entendido bien el mensaje que plantó en las cabezas el Oreshnik?

¿Cómo Rusia podría hacer entender a Occidente?

Porque pareciera que Occidente no quisiera entender la seriedad del asunto. Occidente sigue con el mismo entusiasmo, o más, como cuando comenzó a “apoyar” a Ucrania. Y Rusia sigue con la misma estrategia de la Operación Militar Especial (SVO) sobre Ucrania. Occidente y su “ayuda” a Ucrania, no tiene visos de querer parar por el momento, al contrario, tiene sumo interés porque prosiga. Porque, entiéndase bien, EE. UU. y aliados no quieren perder sus posiciones privilegiadas en el tablero.

EE. UU. y aliados (OTAN)  deberían aceptar el nuevo terreno de juego. No están para seguir jugando a escalar. Lo más razonable que pueden hacer es aceptar la nueva realidad, e incluso la disolución de la OTAN. Porque… ¿Qué razón tiene de existir una estructura político-militar al no poder brindar protección a Europa ante las nuevas tecnologías militares en manos de Rusia? El Oreshnik ha dejado a la OTAN como un chiste.

Pero la OTAN no deja de sorprender: desde el comienzo de la SVO los países que conforman la OTAN corrieron a mandar “ayuda” a Ucrania. Primero eran cosas tales como cascos y municiones, después misiles anti-tanque y misiles anti-aéreo, pero, como Ucrania poco avanzaba en el campo de batalla, la “ayuda” evolucionó a misiles tácticos de largo alcance (ATACMS), lanzacohetes múltiples HIMARS, tanques, aviones, etc. Pero como los ucranianos seguían sin avanzar significativamente en el campo de batalla y, además, se encontraron con un déficit sustancial de soldados, ¿cuál fue la idea “brillante” que se les ocurrió? Golpear e incursionar en territorio ruso; y ahora golpear con misiles ATACMS y Storm Shadow. Siendo que, estos últimos, como ya se ha señalado cientos de veces, no-pueden-ser-operados-sin-el-apoyo-de-especialistas-extranjeros (no-ucranianos).

¿Qué vendría después? La respuesta rusa: el lanzamiento del misil balístico hipersónico Oreshnik sobre un complejo militar ucraniano. Con el mensaje adjunto de que la próxima vez podría llegar más lejos y que podría llevar ojivas más dañinas si se insistiera en atacar territorio ruso con los misiles de largo alcance. ¿Cuál ha sido la respuesta de la OTAN en estos últimos días? Algo de no creer: intensificar más los ataques con sus propias armas en territorio ruso.

Acá ya no se trata de Ucrania. Ucrania pasó a ser un producto, un títere, que se sigue vendiendo en los Medios, pero que no tiene valor alguno. Ucrania simplemente se ha convertido en un caballo de Troya moderno que es arrastrado por la OTAN. Ucrania es únicamente un medio. Y Rusia lo sabe.

¿Qué mejor que instalar en el imaginario colectivo que Ucrania es un “indefenso” al cual hay que “ayudar” frente a un “invasor” gigante, “imperialista”, que quiere “expandir” su territorio? Los Medios occidentales no te dirán que la OTAN está en suelo ucraniano apretando el gatillo, te dirán que están “proporcionando instrucciones”, “proporcionando datos”, “proporcionando permiso”, “proporcionando armas para la autodefensa”.

Si Ucrania es el caballo de Troya de la OTAN, ¿por qué dejar que camine el artefacto? ¿Por qué no apagar el artefacto de una vez por todas? ¿Por qué no desarmar el artefacto, paso a paso? ¿Qué podría hacer la OTAN con un artefacto inservible?

Rusia simplemente debe ir por el caballo de Troya.

¿Qué otras sorpresas en el ámbito tecnológico-militar sacará a la luz Rusia? ¿La nueva realidad militar podrá lograr poner en pausa a Occidente?

Níkolas Stolpkin

Análisis internacional – Geopolítica – Crítica – Opinión – Pensamiento

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Articulos Destacados

EE.UU. , Rusia , China y la nueva arquitectura económica global

Francisco

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EP NEW YORK. | Política y Economía Mundial

El ocaso de un Orden Mundial decadente

Por: Níkolas Stolpkin
Nueva arquitectura global en cierne

Quienes quieran ver el conflicto bélico en Ucrania como cualquier conflicto bélico, están muy equivocados. El desenlace podría traer grandes cambios. Cambios que podrían asemejarse a los ocurridos terminada la Segunda Guerra Mundial.

Ucrania es el epicentro de un movimiento tectónico significativo que podría abrir paso a una futura nueva arquitectura global.

Lo que hay que ver acá, no es a un “dadivoso” Estados Unidos, Reino Unido o una Unión Europea querer defender a un país débil de una potencia poderosa, eso sería caer en el simplismo.

El enfoque que debemos hacer es el de un Bloque Capitalista Occidental (EEUU, UE…) en descenso, queriendo frenar de plano el ascenso imparable del Bloque Capitalista Oriental (Rusia, China…) O bien, como el economista Michael Hudson definió en su momento, como el choque de dos sistemas económicos: “el capitalismo financiero neoliberal versus la industrialización socialista”. El primero con tendencia unipolar, y el segundo con tendencia a un mundo multipolar.

Ucrania simplemente sería la oportunidad o la excusa para intentar frenar el tsunami oriental liderados por Rusia y China.

Todos sabíamos los proyectos que tenía Rusia para entregar gas barato a Europa. Estados Unidos sabía lo que podía significar el asentamiento potente y a largo plazo de los intereses de Rusia en Europa, sobre todo en Alemania, lo que afectaría a sus propios intereses en la región. Por lo que Estados Unidos tuvo que actuar, provocando primero el golpe de Estado en Ucrania (2014) y después preparando el terreno para la reacción rusa. Ellos sabían (EEUU) que al provocar la reacción de Rusia podrían llevar a cabo la contención firme de unos de los pilares principales del Bloque Capitalista Oriental y, al mismo tiempo, su ala militar más musculosa. No en vano vimos la respuesta poco diplomática e impulsiva del Bloque Occidental, al enviar armas para que los ucranianos “indefensos” se pudieran defender de los “invasores” rusos.

Los primeros paquetes de “ayuda” por parte del Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y los países de la Unión Europea -poco tiempo después de haberse iniciado la Operación Militar Especial rusa sobre suelo ucraniano (2022)-, se trató de “rifles, pistolas y ametralladoras”, “ayuda humanitaria y logística militar”, municiones “estrictamente defensiva”, “equipamiento de defensa”, “sistemas de armamento ligero antitanques de corto alcance”, chalecos y cascos, misiles Javelin (antitanques) y Stinger (antiaéreo), lanzagranadas, etc. Ahora la ayuda hacia Ucrania ha “evolucionado” a una nueva etapa, ahora se trata de misiles tácticos de largo alcance (ATACMS), tanques modernos, aviones de combate, bombas de racimo, sistemas de defensa Patriot de largo alcance, lanzacohetes múltiples HIMARS… Y ahora que Ucrania -con un déficit reconocido de combatientes-, ha fracasado con llamar a combatir en el frente a los ucranianos que tuvieron que abandonar su país, ¿se les habrá de ayudar con soldados también?

Es difícil de entender cómo un puñado de países “desarrollados” y “civilizados” -principalmente arrastrados por Estados Unidos-, estén apostando cifras exorbitantes a un seguro perdedor (Ucrania). ¿Cómo fue posible que la Unión Europea se dejó arrastrar a un conflicto que bien pudieron dejar que Rusia lo solucionara sin interferencias foráneas y, al mismo tiempo, salir beneficiados con los proyectos a largo plazo que se tenían planeado con Rusia? Objetivamente la Unión Europea está más colaborando con los intereses geopolíticos de Estados Unidos que de sus propios intereses. La situación beneficia más a Estados Unidos que a la propia Unión Europea. Estados Unidos y la OTAN (instrumento militar de Estados Unidos, y que aporta aproximadamente el 70% del gasto militar en la alianza) están empujando a la Unión Europea a una situación muy desfavorable que no se sabe cómo habrá de terminar, pero que deja a una Europa más dependiente de los Estados Unidos.

Nueva Guerra Fría

Se está configurando, al parecer, un escenario más de Nueva Guerra Fría que de un escenario de Guerra Directa.  Dicho en otras palabras, estamos más cerca de una Guerra Fría que de una Guerra Nuclear o una “Tercera Guerra Mundial”, aunque pueda parecer todo lo contrario en estos momentos. Lo que no quita que pueda haber ciertas amenazas de un bando o de otro para el famoso juego de la “contención”, como en su momento las hubo (siglo XX). Ladrar, pero sin morder. Porque obviamente sabemos las consecuencias del peor de los escenarios, ¿no?

Sí, quizás estamos siendo muy “optimistas”. Y es que una Tercera Guerra Mundial significaría una Guerra Nuclear segura.

Pero viéndolo desde esta perspectiva “optimista”, una Nueva Guerra Fría significaría un “respiro” o repliegue estratégico favorable al Bloque Capitalista Occidental, que sabe que está perdiendo poder e influencia frente al Bloque Capitalista Oriental.

En Ucrania, más que nada, se está dando forma a la frontera norte que habrá entre el Bloque Occidental y el Bloque Oriental. Un punto que no deja de ser un avance sustantivo para Estados Unidos y sus ambiciones geopolíticas. ¿Un trampolín para en un futuro poder balcanizar a Rusia?

Si las apuestas a perdedor persisten, no creemos que el ganador quiera al perdedor tener suficiente espacio para seguir maniobrando y hacer daño. La eliminación del perdedor se hace imprescindible. ¿Qué hará Occidente cuando se quede sin un jugador al cual apostar?

Después de Rusia, China será el próximo

Con Rusia ya se quemaron todos los puentes. Únicamente faltaría quemar los puentes con China, para que pueda verse mejor el nuevo escenario de Guerra Fría. ¿Taiwán será la nueva “Ucrania” para China? Sería muy difícil, tratándose de una isla.

El asunto Huawei (empresa china) y la subida de aranceles a los productos chinos por parte de Estados Unidos (2018), podríamos situar el inicio de las fuertes hostilidades entre Occidente y Oriente, aduciendo “preocupación” a la Seguridad Nacional. Y todos sabemos que la Unión Europea tiende, en gran medida, a hacerse eco de lo que diga o haga Estados Unidos. En eso no hay discusión.

Y sería con la pandemia del COVID-19 (2020) que seríamos testigos de la existencia de rivalidades sustanciales con respecto al reconocimiento de ciertas vacunas. Las múltiples trabas que se instalaron en Occidente con respecto a las vacunas de origen chino o de origen ruso, dan prueba de ello. Lo que ya podía hablar de cierta rivalidad significativa dentro de Occidente con respecto a ciertas potencias de Oriente.

El conflicto en Ucrania (2022- ?) sencillamente aceleraría las rivalidades ya existentes entre el Bloque Capitalista Occidental y el Bloque Capitalista Oriental, con especial énfasis en Rusia: prohibición de las aerolíneas comerciales rusas dentro de la Unión Europea, prohibición a las agencias de noticias de origen ruso (RT, Sputnik), sabotaje del Nord Stream 1 y Nord Stream 2, los múltiples “paquetes de sanciones”, la salida en masa de las empresas occidentales en
<span;>suelo ruso, etcétera. Lo que no quiere decir que no haya presiones contra China también. Las han tenido significativamente, como ya se ha dicho, desde el año 2018 con el asunto Huawei y la subida de aranceles a los productos chinos. Pero a partir de la Operación Militar Especial en Ucrania se han intensificado, por ser China un aliado estratégico de Rusia.

En la práctica, Estados Unidos desea que China deje de exportar a Rusia “todo lo que se pueda usar en el conflicto”. Está, por otro lado, el “exceso de capacidad industrial” de China, que no es otra cosa que la abrumadora competitividad china que desean frenar dentro de su espacio. Al mismo tiempo, Estados Unidos no deja que sus empresas tecnológicas (Intel, Qualcomm) puedan exportar sus productos a China, todo en nombre de su hiper-manoseada “Seguridad Nacional”. Y ahora está la amenaza de prohibir en suelo estadounidense (y después quizá dónde… ¿Europa? ¿América Latina?) la aplicación exitosa de TikTok, a menos que los propietarios chinos la puedan vender a Estados Unidos.

La caída del Orden Mundial Unipolar

El Orden Mundial Unipolar se encuentra seriamente atrofiado y ha empezado a navegar desesperadamente fuera del orden que tanto habían promovido, como si se tratara de un niño que junto a sus “viejos amigos”, obedientes, después de que enseñaran a jugar a los otrora “nuevos amigos”, al ver que les estaba yendo mejor en el juego, intentan romper las reglas (“sus propias reglas”) y hacer “nuevas” de forma caprichosa para el beneficio de los que están perdiendo el juego y poder así sobrevivir.

Es así como nos encontramos después, con una serie de acontecimientos fuera de juicio: “congelación” o confiscación de activos (llámese robo), (ejemplos: Venezuela, Rusia, Irán…); sanciones o prohibición a Medios de Comunicación por ser supuestamente medios de “propaganda rusa” (¿“pluralidad”? ¿“libertad de prensa”?); amenazas de prohibición a redes sociales exitosas como TikTok, a menos que la puedan vender (llámese chantaje); prohibición de aerolíneas rusas o llenar de trabas a ciudadanos rusos para que no puedan visitar la Unión Europea (llámese rusofobia); prohibición a empresas para que no puedan exportar sus productos a China o Rusia, por ser supuestamente una “amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos (¿“Libre Mercado”?), etc.

A lo anterior, hay que hacerse muchas preguntas. ¿Qué garantías, de ahora en adelante, puede haber para que un país pueda depositar sin que pueda haber la amenaza de “congelación” o confiscación de lo depositado en la esfera occidental? ¿Todo medio de comunicación relevante que sea crítico con las políticas del gran hegemón (Estados Unidos) será sancionado o derechamente prohibido? ¿Todo producto foráneo que sea exitoso dentro del Bloque Capitalista Occidental, habrá de ser prohibido o sancionado? ¿Qué empresas del Bloque Capitalista Occidental se le estará permitido hacer negocios dentro del Bloque Capitalista Oriental?

Tal como se está configurando todo, es difícil saber cómo habrá de quedar la denominada globalización o el denominado “Libre Mercado”.

Mientras todo apuntaba a desembocar en un mundo multipolar, Estados Unidos y sus aliados, al verse “amenazados”, se apresuraron a cerrar sus puertas para seguir sosteniendo su mundo unipolar basado en sus propios intereses.

Un punto clave en el nuevo escenario será China y toda su efervescencia global, ¿dónde quedará? ¿Toda su efervescencia global será reprimida? ¿Le cerrarán las puertas a China de la misma forma que le cerraron las puertas a Rusia? ¿La efervescencia global china irá en retroceso o en retirada dentro del mundo Occidental? ¿Qué pasará con la influencia china en América Latina? Las declaraciones últimas del Comando Sur pueden dar ya una idea de lo que podría pasar. ¿Los países de América Latina defenderán su soberanía y autonomía frente a las amenazas de Estados Unidos? ¿Estados Unidos querrá implantar nuevas dictaduras en América Latina para alejar la influencia del Bloque Capitalista Oriental, como si se tratara del pasado Bloque Socialista del siglo XX?

Estados Unidos y sus aliados, deberían aceptar que su época de dominio global está seriamente afectada y que deberían entrar en razón y aceptar el Orden Mundial Multipolar con el que se está abriendo paso el Bloque Oriental; que se abre camino no con las armas, sino con la cooperación, la integración, el respeto y la igualdad entre las naciones.

Los nuevos polos de poder no entran al terreno a destruir a los países que no quieran obedecer (Yugoslavia, Irak, Libia…). Tampoco se comportan como una centrífuga la cual debe absorber a los países en la “democracia”, los “derechos humanos” o el “libre mercado” para que puedan “entenderse”.

Estados Unidos debe entender que ellos solos no pueden hacerse cargo del mundo, y menos cuando emergen múltiples polos de poder.

La arquitectura global surgida después de la Segunda Guerra Mundial ha caducado. El actual desequilibrio existente en cuanto a la seguridad y la justicia ya es insostenible. No es posible que en pleno siglo XXI seamos testigos de múltiples ejemplos de inseguridad e injusticia. ¿Cómo el mundo puede tolerar aquello de “congelación” o confiscación de activos de países que han depositado su confianza en otros países? ¿Cómo es posible que seamos testigos de chantajes explícitos como el caso de TikTok en Estados Unidos? ¿Cómo es posible que los que fomentaron el “libre mercado” obliguen hoy a sus empresas a no exportar sus productos a países que también juegan al “libre mercado”? ¿Cómo es posible que los Grandes Medios de Comunicación no vean la injusticia cometida contra medios rusos como RT o Sputnik, la inclinación neonazi que ha tenido desde el principio los que defienden Ucrania de los rusos, o no puedan ver el actual genocidio que está cometiendo el Estado de Israel contra el pueblo palestino, cuyo principal auspiciador sigue siendo Estados Unidos? ¿De qué sirven estructuras u organizaciones como la ONU, OMC, OMS, CPI, … si somos testigos de todo lo anterior o más?

Níkolas Stolpkin

Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea.

 

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