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Blog de Sucesos y Noticias

UNA  DISPUTA CON SABOR A LA GUERRA FRIA: POLONIA VS. BIELORRUSIA

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EP New York/ opinión

UNA  DISPUTA CON SABOR A LA GUERRA FRIA: POLONIA VS. BIELORRUSIA

La Unión Europea debería negociar con Bielorrusia una salida negociada a la actual crisis migratoria en sus fronteras con Polonia, toda vez que sin la intervención de ese país la actual escalada podría devenir en un conflicto de incalculables proporciones. Moscú ya se ha manifestado a favor, ahora Bruselas tiene la última palabra.

 

Por Ricardo Angoso

 

No cabe duda que que el control de los flujos migratorios es una cuestión de triste actualidad y que sigue siendo una fuente de tensión entre numerosos países, como lo fue en el pasado entre Turquía y la Unión Europea (UE), cuando miles de sirios cruzaban la frontera desde este país hacia Grecia y Bulgaria, principalmente, y desde allí hacia el resto de Europa. Un acuerdo entre la UE y Ankara puso punto y final a las disputas fronterizas, aunque el problema sigue presente y lejos de concluir en los últimos meses incluso se agravó.

Ahora, sin embargo, el problema se concentra en la frontera entre Bielorrusia, Polonia y Lituania, una zona del mundo cada vez más tensa y donde en las últimas semanas se han producido numerosos incidentes fronterizos y concentraciones militares que han elevado la tensión hasta niveles inimaginables, casi más propios de la Guerra Fría que del siglo XXI. Bielorrusia es aliada de Rusia y mantiene estrechos lazos políticos, militares y económicos con Moscú, algo que no es un secreto y cuya alianza se ha desarrollado con altibajos en los últimos tiempos. Mientras que Polonia y Lituania son miembros de la OTAN y de la UE desde hace años.

Recientemente, y quizá como fruto de una escalada peligrosa en las relaciones entre la UE y la misma OTAN con Bielorrusia, las fuerzas armadas bielorrusas celebraron unas maniobras conjuntas con Rusia, lo que levantó suspicacias en los países vecinos, pero sobre todo en Polonia y Lituania, país este último que ha acusado a Moscú de haber sobrevolado su espacio aéreo en numerosas ocasiones sin autorización.

A estas tensiones ya existentes, se le ha venido a unir la reciente crisis migratoria con Bielorrusia, cuando miles de migrantes -algo más de 2.000- se establecieron en el borde fronterizo de esta nación con Polonia, concretamente en el puesto de Bruzgi, en unas pésimas condiciones de vida, pasando frío, hambre y todo tipo de necesidades. La pretensión de los migrantes, mayoritariamente kurdos, sirios y afganos, era poder cruzar la frontera y poder dirigirse hacia Polonia u otros países europeos. Ante el reto, el ejecutivo polaco respondió enviando al ejército polaco fuertemente pertrechado  y con todo tipo de medios para impedirlo. Varsovia ya ha anunciado que levantará un muro en su frontera con su vecino para evitar la entrada de migrantes.

Bielorrusia, a través de un comunicado recientemente difundido por canales oficiales, asegura que “Polonia está cometiendo actos de anarquía no solo contra los solicitantes de asilo extranjeros, sino también contra sus ciudadanos que intentan mostrar misericordia a las personas desfavorecidas. Por ejemplo, la asociación pública polaca “Médicos en la frontera” informó que los médicos voluntarios son atacados por el ejército polaco, que dañan automóviles, golpean ruedas y rompen los faros”.

Mientras que Polonia, uno de los países más beligerantes con el ejecutivo de Minsk, acusa a Bielorrusia de haber permitido la entrada de miles de inmigrantes a sus país con el fin de permitirles el acceso a su territorio y Lituania y provocar una crisis migratoria en el interior de estos países, algo que las autoridades bielorrusas niegan tajantemente. La escalada de acusaciones entre ambos país, por ahora dialéctica, ha ido creciendo en estos días y Varsovia ya ha solicitado la ayuda de la OTAN y la UE. De la misma forma que polacos y lituanos, la Unión Europea (UE) ha acusado en estos días  a Bielorrusia de organizar estos movimientos de migrantes, entregando visados e incluso fletando vuelos, con el fin de intentar crear una crisis migratoria en Europa, en respuesta a las sanciones internacionales contra el gobierno del presidente Lukashenko.

La ausencia de canales de comunicación entre la UE y Bielorrusia dificulta mucho las cosas, en tanto y cuanto esta crisis al final es una cuestión migratoria que tiene que resolverse por la vía política y diplomática y no por la vía militar, tal como han actuado Polonia y Lituania en estas semanas. El mismo presidente ruso, Vladimir Putin, cargó contra Occidente en la crisis y se prestó a ayudar a resolver la misma, en un juego en que pareciera querer ser juez y parte, alegando que se enteró de esta situación explosiva por los medios y explicando que el desplazamiento de miles de migrantes es fruto de las políticas occidentales en muchos países. A este respecto, la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss,  instó la pasada semana a Putin a intervenir en la “vergonzosa crisis migratoria  manufacturada”. A través de un artículo publicado en The Sunday Telegraph, Truss considera que Rusia tiene “una responsabilidad clara” para poner fin a la situación de crisis, para lo cual “debe presionar a las autoridades bielorrusas”.

Es claro que Rusia influye en Minsk y Putin tiene su capacidad de presión sobre las autoridades bielorrusas, pero no es menos cierto, consideraciones políticas al margen, que nuestros vecinos, como dijo muy acertadamente el presidente de Gobierno húngaro, Viktor Orbån, son los rusos y estamos condenados a entendernos con ellos, buscando fórmulas de convivencia y de resolución de los conflictos por la vía pacífica.

LA SALIDA PASA POR UNA NEGOCIACION POLITICA Y DIPLOMATICA

En cualquier caso, dejando al lado las polémicas, una salida negociada política y diplomática parece el único escenario posible para enfrentar a uno de los mayores contenciosos que enfrenta ahora a Polonia, con la OTAN y la UE al frente, con Bielorrusia, uno de los principales aliados de Rusia en la escena internacional y en el continente.

Bielorrusia, país en el ojo del huracán por las sanciones de la UE y también de los Estados Unidos, está llamando a una negociación con los europeos, tal como lo recogía la nota oficial ya citada instando al establecimiento de la misma:” Bielorrusia espera que la UE comience a actuar de acuerdo con las declaraciones del jefe de la diplomacia europea Josep Borrell, quien dijo en una entrevista con France 24 que “el problema de los migrantes no se puede resolver construyendo un muro en la frontera entre Polonia y Belarús”.

Y agregaba a modo de resumen la referida nota: “Bielorrusia está dispuesta a trabajar con todas las partes interesadas, incluidos los países occidentales, dejando de lado las diferencias políticas para evitar que se agrave aún más la crisis migratoria en nuestra región, que podría convertirse en una catástrofe humanitaria y salvar vidas humanas”.

Por tanto, y como conclusión final, la UE, pero también la OTAN, tienen que buscar una solución política y diplomática negociada con Bielorrusia que rebaje las tensiones en una zona ya de por sí bastante tensa. Aparte de lo paradójico que resulta que un país que hasta hace unas semanas desdeñaba a la UE y mostraba escaso interés por la OTAN, Polonia, ahora invoque la solidaridad occidental y la ayuda para frenar la supuesta “amenaza rusa”, poniendo a todo Occidente al borde una crisis suicida de consecuencias impredecibles. Es la hora de guardar los fusiles, que ya estaban casi oxidados, y retomar el camino de la mesa de negociación.


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Agencias

Protestas universitarias contra israel

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EP NEW YORK. | PROTESTAS CONTRA ISRAEL

Por Gustsvo Lugo

A una semana de las protestas a favor de Palestina, la Universidad de Columbia, epicentro de la creciente disidencia estudiantil contra la guerra en Gaza, enfrentaban el jueves una fecha límite para levantar los campamentos mientras las protestas y los arrestos se intensificaban en todo el país, los manifestantes se mantiene firmes mientras el reloj sigue corriendo,

En Columbia, con más de 100 arrestos en los últimos días, el presidente de la escuela, Minouche Shafik, advirtió a los estudiantes que si las tiendas de campaña no se retiran antes del viernes “tendremos que considerar opciones alternativas” para despejar el área y restaurar la calma en el campus. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, arremetió el jueves contra los manifestantes de Columbia, quienes lo abuchearon durante su visita a la escuela un día antes. Johnson había criticado a los estudiantes y profesores que participaron en la protesta y pidió la dimisión de Shafik.

Ya suman mas de veinte campus que se han unido en todo el pais a las protestas, la chispa que prendio las protestas, se predujo la  semana pasada en la Universidad de Columbia cuando la presidenta de la institución, Nemat “Minouche” Shafik, testificó ante una comisión de la Cámara de Representantes sobre la respuesta de la universidad a las acusaciones de antisemitismo en el campus. Al mismo tiempo se inició en el campus una protesta propalestina. Tras su testimonio, Shafik solicitó en una carta hecha pública por la universidad que el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York desalojara a las personas que estaban acampando en el jardín sur del campus y que “infringían las normas y políticas de la universidad” y estaban invadiendo el campus.

Más de 100 personas fueron detenidas, según las fuerzas de seguridad.

Los campamentos fueron organizados por Columbia University Apartheid Divest (CUAD), una coalición estudiantil de más de 100 organizaciones, entre ellas Estudiantes por la Justicia en Palestina y Voz Judía por la Paz, para protestar contra lo que describen como la “continua inversión financiera de la universidad en empresas que se benefician del apartheid israelí, el genocidio y la ocupación militar de Palestina”, según dijeron en un comunicado de prensa.

Los manifestantes propalestinos de Columbia afirmaron que no se dispersarán hasta que la universidad acceda a cortar lazos con instituciones académicas israelíes y se comprometa a una “completa desinversión” de sus fondos de entidades relacionadas con Israel, entre otras demandas. Las autoridades de Columbia advirtieron a principios de esta semana que el campamento viola las normas de la escuela, pero no proporcionaron consecuencias disciplinarias específicas.

No obstante, la situación siguió agravándose y este miércoles el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acudió a la universidad para intentar persuadir a los estudiantes de que detuvieran las protestas. Mientras pronunciaba su discurso, los jóvenes gritaban “No podemos oírte”. Ante esta presión, Johnson respondió: “Disfruten de su libertad de expresión”.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, publicó un mensaje de video en sus redes sociales, en el que condenó las acciones de estudiantes del país norteamericano y la falta de reacción adecuada por parte de las autoridades de las escuelas.

“Multitudes antisemitas han tomado las principales universidades. Piden la aniquilación de Israel. Atacan a estudiantes judíos”, afirmó. Además, calificó las manifestaciones de “horribles” y agregó que “recuerdan lo sucedido en las universidades alemanas en los años 30”.

Las manifestaciones y acalorados debates sobre la guerra de Israel en Gaza y la libre expresión han sacudido los campus de EE.UU. desde el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre, que dio inicio la campaña militar israelí en la Franja.

Las autoridades de estas prestigiosas e influyentes universidades tienen dificultades para calmar los ánimos en sus campus y en su mayoría han fracasado, y una de sus mayores preocupaciones son las próximas ceremonias de graduación.

Como ha sucedido en otras universidades, los manifestantes de NYU exigen que los administradores revelen y se despojen de “su financiación y donaciones recibidas de productores de armas y empresas con intereses en la ocupación israelí”.

Otros campamentos de protesta también se han erigido en la Universidad de California en Berkeley, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Michigan, el Emerson College y Tufts.

 

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Agencias

Miles de opositores marchan contra Petro en Colombia

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EP New York. | Latinoamérica

Miles de opositores protestan en Colombia y Petro insiste en que buscan “derrocar” su gobierno

BOGOTÁ — Los opositores al gobierno del izquierdista Gustavo Petro volvieron a manifestarse el domingo y convocaron cerca de 250.000 personas en todo el país mientras coreaban incesantemente ”¡Fuera Petro!”, mostrando su desacuerdo con las reformas sociales que impulsa, su propuesta de hacer una constituyente y reclamando por problemas económicos y de seguridad.

El presidente señaló que las manifestaciones tuvieron por objetivo buscar “derrocar el gobierno del cambio” de parte de sectores que quieren que se “deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usados como ganancias de particulares”. Por lo que insistió, desde su cuenta de X, en que sus partidarios deben “responder” en una manifestación el primero de mayo, día internacional de los trabajadores, en la que caminará junto a la gente y hablará en una tarima.

Las manifestaciones en contra y a favor del gobierno se han convertido en una constante en Colombia desde que subió al poder Petro en el 2022, convirtiéndose en el primer presidente de izquierda, en un país que siempre había sido gobernado por conservadores y moderados. La oposición reclama por sus políticas, mientras que Petro convoca a sus partidarios a defenderlas.

“Es una marcha donde está todo el mundo saliendo a decirle al presidente: ‘así no son las cosas, usted ganó las elecciones, pero sepa gobernar’”, dijo a The Associated Press Idelfonso Méndez, de 58 años.

Méndez, contador público, no suele salir a protestar. La última vez que lo hizo fue en 2008 en contra de los secuestros que perpetraba la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

“Nos hemos quedado callados mucho tiempo, pero ya no más. La democracia la veo en peligro, porque está buscando hacer una asamblea constituyente por fuera de la ley y quiere imponer las reformas a como dé lugar sin que lo apruebe el Legislativo”, explicó Méndez, quien sostenía un cartel con la frase “yo protejo a mi país”.

Petro planteó la posibilidad de llevar al país a un proceso para reformar la Constitución como una forma de lograr las transformaciones sociales que prometió en su campaña electoral y que el Congreso no ha aprobado. Sin embargo, no es claro el proceso en que se haría.

“El constituyente es el pueblo que se convoca a sí mismo a decidir sobre lo que no se ha podido resolver en décadas desde los poderes constituidos”, explicó Petro.

Las movilizaciones fueron pacíficas, según reportó el gobierno y la policía, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga y Popayán. En la capital lucía llena la icónica Plaza de Bolívar —donde confluyen el Congreso, las cortes, la alcaldía y la catedral— que tiene una capacidad para 55.000 personas. Según Petro, en el país se movilizaron cerca de 250.000 personas.

“Ha sido la marcha más importante contra Gustavo Petro, no solo por la cantidad, sino por quiénes salieron. En otras ocasiones se veían personas solamente de derecha, en esta se movilizaron diferentes sectores políticos que perdieron el miedo a ser estigmatizados como de derecha”, indicó a la AP Carlos Andrés Arias Orjuela, consultor en comunicación política.

Para Arias, una marcha tan numerosa debería tener un impacto en la dirección del gobierno, sin embargo, no cree que en la práctica se vea reflejado. “Lo que va a hacer es que Gustavo Petro siga radicalizando su discurso, porque hace un mes y medio dejó de gobernar y está en campaña política”, agregó.

A inicio de abril, Petro sufrió una derrota en el Congreso, donde senadores archivaron la reforma a la salud, la más avanzada en trámite y también la más polémica. La propuesta planteaba reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero y del servicio de salud que el gobierno ha calificado de deficiente.

Sin embargo, el gobierno anunció decretos que modifican el sistema de salud en el mismo sentido que lo quería hacer la reforma y ordenó la intervención forzosa para administrar dos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) más grandes del país: Sanitas y Nueva EPS.

En la marcha, se distinguían trabajadores de las EPS intervenidas vestidos con camisetas blancas y sus logos, que advertían que la salud de 17 millones de sus afiliados estaba en riesgo.

“Vine a marchar por la salud, porque él (Petro) lo ha dicho, que va a acabar las EPS. Vine para que sepa que no queremos”, dijo a la AP Amanda Rojas, una ama de casa de 70 años, afiliada en Sanitas.

Los cambios al sistema de salud que rige en Colombia desde hace 30 años, han generado preocupación en el sector y más de 60 asociaciones se unieron a las protestas en lo que llamaron “La marcha de las batas blancas”.

“No negamos las falencias, la corrupción, la falta de recursos, pero una cosa es negar las falencias y otra cosa es decir que la solución que están planteando es la adecuada, ese es el problema”, aseguró a la AP Rubén Luna, presidente de la Sociedad Colombiana de Trasplantes y miembro de la Asociación Colombiana de Cirugía, quien pide que se les incluya en la búsqueda de soluciones para el sistema de salud.

Para Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, se trata de las marchas más nutridas que la oposición ha logrado convocar y considera que el elemento que cambió el panorama fue la intervención a varias EPS por parte del gobierno.

“Lo que muestra esta marcha es que esto genera muchas inquietudes que el gobierno debería escuchar, porque es algo que muestra que está perdiendo el pulso de la calle”, concluyó.

Con información de AP

 

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Agencias

A 7 meses de elecciones inicia juicio penal contra Donald Trump

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EP NEW YORK | Donald Trump

Gustavo Lugo

Donald Trump hizo historia este lunes al convertirse en el primer expresidente de Estados Unidos en ser juzgado bajo acusaciones penales.

Por decisión del juez Juan Mechan, que encabeza el juicio contra el exmandatario por un caso de dinero supuestamente obtenido de manera subrepticia, Trump no podrá presentar argumentos sobre la inmunidad presidencial ante la Corte Suprema, la próxima semana, y está obligado a asistir a la totalidad de su juicio en Nueva York, a menos que obtenga un permiso especial para faltar.

Trump, arremetio contra él juez a la salida del tribunal, y calificó todo el proceso como una “cacería de brujas política” en medio de la contienda electoral por la presidencia.

El expresidente de 77 años está siendo juzgado por un presunto pago que realizó a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016 para que esta no revelara los detalles de un supuesto encuentro sexual entre ambos.

El exmandatario está acusado de 34 cargos que un jurado de 12 miembros deberá valorar en las próximas semanas. La audiencia de este lunes fue convocada para el proceso de elección de los miembros del jurado.

Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, asegura que tuvo relaciones sexuales con Trump en 2006 algo que él niega y que, a cambio de mantener ese encuentro en privado, recibió un pago antes de las elecciones presidenciales de 2016.

El juicio se centra en el presunto pago que Trump le hizo a su antiguo abogado personal, Michael Cohen. Este asegura que con ese dinero se le ordenó pagar a Daniels US$130.000.

Trump es el primer expresidente y candidato republicano en las elecciones de noviembre en enfrentar una acusación penal.

juan Merchan es el juez del caso, magistrado de origen colombiano que el año pasado se hizo cargo de un juicio por fraude fiscal contra la Organización Trump.

La defensa del expresidente podría argumentar que las acusaciones son “infundadas” y tienen una “motivación política”. Eso es lo que ha dicho Trump sobre los múltiples juicios a los que se enfrenta, sin aportar pruebas que respalden estas afirmaciones.

Se espera que el juicio se prolongue de seis a ocho semanas.

 

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