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Historia

Historia de los “machos Alfas” humanos y su influencia en Colombia

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En esa necesidad social de tener un líder, algunas naciones han pagado caro el hecho de escoger a conductores que extralimitaron su autoridad y resultaron siendo peor que las bestias, al ser los causantes de verdaderos genocidios que pasan desapercibidos en la historia.

“Si el ser humano fuera salvaje, sería más humano,  a su género no destruiría” (L.C.L.O.)

Por: Luis Carlos Lozano 

A pesar de todo lo que hemos evolucionado y con esa evolución todo lo que hemos alcanzado en diversos campos, los seres humanos no hemos dejado atrás ese vínculo que nos identifica con la mayoría de seres vivos que habitan el planeta Tierra, especialmente los animales (familia a la cual no hemos dejado de pertenecer por más que hayamos avanzado o desarrollado), como es la búsqueda de un “macho alfa” que nos conduzca por el intransigente y convulsionado mundo que hemos forjado a nuestro alrededor, que si fuera visto por una raza extraterrestre, sería calificado como complejo y cruel.

Durante toda la existencia de los hombres sobre esta superficie planetaria, se han dedicado a buscar “machos alfas” que lo conduzcan socialmente, así los sometan a sus veleidades, caprichos y sus errores, hasta el punto que son la causa que lo han puesto bajo la amenaza de desaparecer (Estados Unidos – Corea del Norte) al diezmarse entre ellos mismos, al generar guerras que han dejado cientos de miles de cuerpos en los campos de batalla, sirviendo de festín a los cuervos, gallinazos y otras especies que fueron creadas para limpiar las inmundicias que dejan nuestros odios de seres avanzados.

Los ejemplos, escritos por la prehistoria y la historia, han hecho perder la cuenta de las veces que el hombre se ha enfrentado a sus semejantes, siguiendo las órdenes de un jefe tribal, un señor feudal, un faraón,  un rey, un príncipe, un gobernador y de un presidente, hoy el más alto honor del que puede gozar ese “macho alfa” ante la necesidad de los demás de tener quien los oriente, los conduzca y los lleve a la victoria, pero también al desastre, la humillación, el sometimiento que esclaviza y trasgrede su propio género.

Mientras vivió nómada, alejado del resto de sus congéneres, el hombre no fue víctima de las masacres causadas por las luchas tras el poder absoluto, para preservar o invadir territorios.

Religión y política

Y en la búsqueda de ese “macho alfa” juegan papel importante toda una serie de elementos que funcionan en la sicología del hombre, siendo los dos más importantes la religión  y la política, que en sus concepciones son los dos grandes condicionantes para que el hombre se someta a las veleidades de un pequeño grupo dominante que encasilla y castra la mente  de sus doctrinados.

Al estudiar con detenimiento la historia de cada uno de los pueblos, tanto antiguos como modernos y/o contemporáneos, uno encuentra que el hombre se ha sacrificado por todo o por nada, haciendo realidad un patrón que uno haya hasta en las hormigas, pequeños insectos que no pueden convivir teniendo en cuenta el color, tamaño y territorio en el que habiten.

Y siempre se requiere de un líder, sobre el que “recaigan” los honores pero también los horrores de la conducta humana llevada al extremo.

Esa historia nos trae el recuerdo de tipos como Genghis Khan, el “macho alfa” de los mongoles, acusado de ser el causante de la muerte de cerca de 40 millones de personas, que entre 1206 y 1227, representaban el 11.1% de la población del mundo de aquellas calendas.

Y qué decir de Joseph Stalin, líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (otrora la gran potencia mundial junto a Estados Unidos), a quien se le achaca la muerte de 20 millones de personas que no estaban de acuerdo con sus políticas. ¿Dónde se queda Mao Zedong, responsable, según los historiadores, de la muerte de 40 millones de chinos para hacer realidad la revolución que impuso el comunismo en ese inmenso país?

Masacres

“Machos alfas” asesinos hay muchos registrados en la prehistoria y la historia: Pero sobresale, al igual que los anteriores, uno a quien no le perdonarán nunca haber sido el causante de un desangre mundial que cobró la vida de más de 66 millones de personas en varias regiones del mundo: La veleidad humana en su máxima expresión: Adolfo Hitler, apoyado por un pueblo arrogante que después debió someterse a la humillación de la derrota tras la victoria aliada cuando se creía invencible.

Recorrer los hechos que se convierten en un recorderís para no volver a cometer los mismos errores y aquellos eventos que no dejan de causarnos asombro por lo despiadada que resulta la humanidad como primer eslabón de la evolución, nos lleva también a sacar a la luz situaciones como las masacres cometidas, siguiendo las órdenes de esos individuos a los que la mayoría puso por encima de ella: Nankín, la antigua capital china, donde los japoneses cometieron la masacre de 80 mil hombres y mujeres siguiendo las órdenes del emperador; Babi Yar, en Kiev (Ucrania) donde 33 mil judíos fueron asesinados por esa condición religiosa, o los trágicos hechos de San Bartolomé (Francia), que desencadenaron en la muerte de 30 mil hugonotes por declararse en franca rebeldía (disidencia) contra la fe católica y sus excentricidades..

Y ya que trajimos a colación la palabra disidencia, reseñemos que ha sido la actividad más peligrosa en ese mundo en el que los humanos montamos por encima de nosotros a una “pléyade de machos alfas” para que nos conduzcan al cadalso en muchas ocasiones y muy pocas veces a la gloria.

Estar en contravía de los intereses de esa minoría dominante es sinónimo de muerte o persecución de familias enteras, que deben huir  o desplazarse hacia territorios donde no los alcance el rigor del régimen de turno, encabezado por un “macho alfa”.

Temor a lo desconocido

Y surge la pregunta del millón: ¿Qué factores inciden de manera manifiesta para buscar, de forma colectiva, un “macho alfa” que termine condicionando la cotidianidad y el libre quehacer que tiene el hombre desde su nacimiento?

Muchas veces me he preguntado ¿por qué el hombre terminó creando dioses, sacerdotes y sacerdotisas que estaban siempre por encima de él? Para los antiguos egipcios, por ejemplo, el faraón era un ser superior que podía hacer con sus súbditos lo que quisiera. Su condición de dios lo hacía intocable e indestronable y podía originar catástrofes humanas bajo esa conducción. Y esa condición la dieron los hombres porque era otro ser con los mismos defectos que los demás pero era un ser supremo para sus congéneres de la época.

En ese contexto es llamativo lo que ocurrió con dos grandes civilizaciones: griegos y romanos se inventaron seres poderosos que mantenían en constante guerra y a los que los hombres de su pueblo o raza, debían someterse sin disidencia so pena de morir de la peor de las formas.

Y resulta paradójico que sólo un pueblo, el hebreo, seguía a un dios invisible al que no le agradaban las ofrendas humanas sacrificadas dizque para complacerlo, como sí ocurría con las otras culturas antiguas.

Se concluye, que esa sociedad humana sentía temor por lo desconocido, por lo que era necesario crear los fetiches que ayudaran, bajos los aspectos esenciales de la creencia, a derrotar los demonios que rondaban al hombre y lo conducían a la muerte. Un mar sicológico incontrastable y desconocido para ellos.

Su majestad el rey

A medida que pasó el tiempo y el hombre empezó a conocerse y a dejar atrás la influencia divina de otros iguales a él, la forma de conducir a los demás fue tomando otras denominaciones y aparecieron los reyes, los príncipes y los regentes, que por su condición de “machos alfa” eran intocables al punto de no poder mirárselos a la cara so pena de morir por esa osadía y rebeldía.

Sin embargo, la revolución francesa de 1789 puso al descubierto que esos hombres de la cúpula dominante tenían la misma sangre roja que los plebeyos y fueron ajusticiados en la horca, en el mayor festín de disidencia que registra la historia, al ser el “comienzo” para considerar a los hombres iguales entre sí, sin atributos divinos que obligaran a someter a unos frente a otros.

Y sirve ese salto histórico como hecho relevante que va a crear otras condiciones para seguir dominados bajo otros títulos, al amaño de hombres que lograron sobresalir ante los demás por diversos hechos que sería largo de explicar en estas líneas.

Aparecen los presidentes y jefes de Estado elegidos por el voto de las minorías convertidas en mayoría, porque estás se desinteresaron de la suerte que podrían correr las nacientes naciones que se fueron formando tras el avance de la revolución gala.

“Machos alfas” colombianos

Y desde 1810, en el caso colombiano, hemos tenido nuestros “machos alfas” que condujeron al país a la debacle en defensa de sus propios intereses, rodeados de unas camarillas que se fueron entronizando como clases dominantes, de las que tenían que salir los sucesores de los gobernantes de turno, combatidos por las disidencias de sus momentos, dando forma a los ríos de sangre que han caracterizado a un país cuyos habitantes lo que más desconocen es la realidad de su propia historia.

Y en pos de esa sociedad que requiere de líderes de cartón, de papel o de cualquier cosa para que la conduzca, hemos tenido de todo, como más de 200 años de guerras intestinas que tenían como único fin apoderarse de la tierra ajena.  Esa forma de ser, al parecer, se metió en los genes, al punto que no aceptamos que vivamos en paz y queremos mantener la confrontación azuzados por quienes ganan con la debacle, como un señor de apellido Uribe Vélez (macho alfa), que no puede aceptar ni por el p…., que esté país camine por un sendero diferente a las 20 décadas transcurridas.

Y como ha mostrado la historia a lo largo de sus páginas, para que existan tipos como Uribe Vélez o como Nicolás Maduro (el caso excepcional de nuestro tiempo) en Venezuela, deben existir los machos beta (Juan Manuel Santos, en el caso colombiano, o Enrique Capriles, al otro lado de la frontera) y los machos omega, dispuestos siempre a ser pisoteados, sin importar que el macho alfa tenga los peores defectos para seguirlo o se le conozcan secretos non santos que les quitan ese carácter divino que sus seguidores quieren hacerles ver a toda costa.

En vez de evolucionar al son de la tecnología estamos enclaustrados en el tiempo, siguiendo líderes por los que no deberíamos dar un peso, si tuviéramos un carácter sicológico más nómada, que no se queda con lo que primero encuentra para elevarlo a la categoría de dios con pies de barro.

Y surge otra pregunta del millón: ¿Cuándo será el día o la fecha en que los colombianos no tragan entero, participan y eligen verdaderos líderes humanos (no machos alfas), dispuestos a llevar al país por un sendero donde todos seamos iguales y se evite que tantos muchachos, por ejemplo, no pasen de los treinta años y los que están vivos se encuentren presos en una cárcel de máxima seguridad de cualquier lugar de Colombia solo por carecer de reales oportunidades?

La respuesta es solo nuestra y requiere de verdadera convicción.

 

Por LUIS CARLOS LOZANO OSPITIA

Abogado-escritor colombo-español.

Diego Rosero

rodie1954@yahoo.es

Rodiecomunicaciones@outlook.com

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Agencias

Celebran 40 años del nobel de García Márquez

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EP New York | LatAm

El Festival Gabo celebra el periodismo y los 40 años del Nobel de García Márquez

Bogotá – El Festival Gabo comienza con una décima edición en la que reconocerá al periodismo iberoamericano por primera vez en Bogotá y será, además, el centro de las celebraciones por los 40 años del Nobel de Literatura de Gabriel García Márquez.

Entre hoy y el domingo, la capital colombiana acogerá más de 100 actividades entre las que hay conferencias, conciertos y exposiciones sobre temas relacionados con poesía, literatura, medioambiente, innovación, género, feminismo, medios emergentes, narrativas sonoras, libertad de prensa y paz, entre otros.

El director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Jaime Abello, en una fotografía de archivo. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

«Es un programa no del periodismo que ya pasó, sino el periodismo que vendrá y de sus relaciones con la ciudadanía», dijo a EFE el director general de la Fundación Gabo, Jaime Abello.

Entre los participantes de esta edición sobresalen reconocidos periodistas iberoamericanos como la argentina Leila Guerriero, la mexicana Carmen Aristegui, la venezolana Luz Mely Reyes y la española María Jesús Espinosa de los Monteros, así como el escritor y exvicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez.

Cuatro décadas del Nobel

Entre su vasta programación, el Festival Gabo cuenta con varias actividades que buscan reivindicar el legado de García Márquez no solamente como escritor sino también como periodista.

«El festival tiene un gran motivo de celebración, que son los 40 años del Nobel a Gabriel García Márquez, y lo digo porque hace 40 años Gabriel García Márquez se dio el lujo de decir en una entrevista después de haber recibido este galardón que no quería ser recordado por el Nobel. Dijo ‘Prefiero ser recordado por el periódico’», afirmó Abello.

El director de la Fundación Gabo agregó que para esa época el escritor tenía un proyecto para hacer un periódico nacional que se iba a llamar «El Otro», pero que al final terminó cancelado.

«Ese proyecto se canceló, pero lo que no se canceló fue su iniciativa y sus ganas de hacer algo por el periodismo. Y hacer, como decía él, ‘un periódico con un periodismo con el que nunca nos rectifiquen’. Fue el término exacto que utilizó en esa entrevista. Un periodismo basado en hechos verificados», dijo.

Según Abello, «esta fiesta del periodismo, que es el Festival Gabo, viene para celebrar el Nobel, pero también para celebrar esa faceta de García Márquez, que decía que él le debía tanto al periodismo, y darnos cuenta de que el periodismo se ha transformado, pero los problemas de América Latina esencialmente siguen siendo los mismos y estamos obligados a cambiar el relato».

Premio Gabo

Durante el festival será entregado el Premio Gabo, cuyos ganadores se conocieron la semana pasada y entre los que figura el mexicano Juan Villoro, galardonado con el Reconocimiento a la Excelencia 2022.

Además de las ya tradicionales categorías de Texto, Cobertura e Imagen, este año fueron agregadas las de Audio y Fotografía.

«Yo creo que hay un doble movimiento, un movimiento de recuperar un sentido o unos aspectos, digamos más clásicos del periodismo, que es mantener Texto y, segundo, recuperar la Fotografía que la habíamos tenido en otra época, cuando el premio nuestro tenía otro nombre», expresó Abello.

Natalia Sarmiento |EFE

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Articulos Destacados

Después de dos años regresa el desfile de la hispanidad a Nueva York

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EP New York | Desfile Hispano

Gustavo Lugo/New York

Tal como se esperaba la 58 edicion del DESFILE DE LA HISPANIDAD, por la quinta avenida de Nueva York,  se realizó con gran éxito el 9 de Octubre, fecha previa a la celebración del “Colombus day” en EE.UU.

Un total de 21 países participaron, mostrando sus raices culturales, mezclados con la musica, los trajes multicolores, y la belleza de la mujer hispana, ante mas de un millon de personas que se hicieron presentes a lo largo y ancho de la quinta avenida en medio de un clima otoñal extraordinario.

Tras la pausa de dos años causados por la pamdemia, el ánimo y la alegría de los neoyorquinos hispanohablantes  se plazmó este domingo confirmando una vez más que el DESFILE DE LA HISPANIDAD es uno de los eventos más emblemáticos e importantes de Nueva York.

Arlet Rojas (Nicaragua), que por varios años pertenece a la organización y actual presidenta, ha dedicado su tiempo y árduo trabajo a la comunidad hispana, conduciendo la dirección del desfile a los niveles mas altos y prestigiosos tal como lo han desarrollado los anteriores presidentes, que se han esmerado por la disciplina, la seriedad y el cumplimiento del desfile.

Edgardo Alonzo un carismático e importante lider comunitario, ha sido uno de los pilares fundamentales del Desfile de la Hispanidad, en su larga trayectoria y ha dirigido y apoyado la organización, ya convertida en un “icono cultural”.

Como todos los años el Gran Mariscal de la celebración fue el oficial Raúl Pintos, con 30 años de servicio en el departamento de policía de Nueva York. La madrina del desfile fue Rebeca Rodríguez Mora, Miss Universo Honduras 2022 y el padrino de la presente edición fue  el líder comunitario hondureño Heriberto Quiroz.

Es de resaltar que el desfile de la hispanidad ha sido por mas de cinco décadas el evento más influyente de la cultura hipana que ha logrado unificar y resaltar los valores y las costumbre de las distintas comunidades establecidas en Nueva York.

 

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Blog de Sucesos y Noticias

El “viche” colombiano , una tradición del pacífico con etiqueta de exportación

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EP New York | Latinoamérica

Cali , Colombia — Prohibido durante generaciones, este licor de caña se convirtió en un símbolo de la prolongada exclusión de la cultura negra del relato nacional de Colombia, y su veto, para muchos, fue una prueba más de que el país no reconocía las contribuciones de la comunidad.

Cuando era niña, Lucía Solís vio cómo su familia enterraba en el bosque un alijo de viche, un licor de caña apreciado pero prohibido, por temor a que la policía lo confiscara e incluso los arrestara.

Sin embargo, este mes de agosto se encontraba rodeada de botellas de viche, con su líquido de color ámbar, crema y cristal, abrumada por clientes deseosos de probarlo, ahora que es legal.

Estaba vendiendo su propia marca de licor en un puesto de una de las mayores celebraciones de la cultura afrodescendiente en América Latina, el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, en el que 350.000 visitantes convierten una amplia franja de Cali en una fiesta gigante.

“¡Soy sexta generación!”, gritó Solís, de 56 años, esforzándose por hacerse oír por encima de los sonidos de los bombos de sonido profundo y la marimba melódica mientras explicaba que ella era una más en la larga lista de mujeres que han elaborado viche. “La abuela, la bisabuela, la tatarabuela. Los ancestros”.

El viche, hecho de caña de azúcar destilada, fue inventado por personas que fueron esclavizadas en la región de la costa del Pacífico colombiano y ganó popularidad como respuesta casera al monopolio del gobierno sobre el licor de caña, convirtiéndose en una especie de alcohol ilegal colombiano.

Se diferencia de otros licores de caña de azúcar, como el aguardiente colombiano, porque la caña debe cultivarse junto al mar o a un río y junto a otras plantaciones autóctonas de la región que, según los productores, dan al viche su característico sabor ahumado y cítrico.

Prohibido durante generaciones, el viche se convirtió en un símbolo de la prolongada exclusión de la cultura negra del relato nacional de Colombia, y su veto fue una prueba más, según los críticos, de que el país no reconocía las numerosas contribuciones de la comunidad.

El festival Petronio Álvarez es una poderosa respuesta a cualquier intento de ignorar o descartar la cultura afrodescendiente de Colombia. Llamado así por un músico que celebraba su cultura en sus canciones, comenzó en 1997 como un evento musical y ha crecido hasta convertirse en una mezcla de reunión regional, semana de la moda, concursos de chefs, un festival de danza y uno de los conciertos más importantes del año.

Para algunos, la asistencia anual es una tradición, algo así como una peregrinación cultural. (El Petronio, como se le llama comúnmente al evento, fue virtual en 2020, en medio de la pandemia, y el año pasado se realizó en un formato reducido).

El festival en sí tiene lugar en un complejo deportivo al aire libre, donde un concurso musical que es una especie de Colombian Idol de la Costa del Pacífico otorgó este año uno de sus mayores premios a la banda La Jagua.

Pero su legendaria fiesta posterior se extiende a las calles de Cali, y este año hubo una aparición especial de Francia Márquez, la primera vicepresidenta afrocolombiana del país, que, recién llegada de una serie de visitas a presidentes sudamericanos, apareció en un balcón, saludando y mandando besos a una multitud que coreaba su nombre.

Después de generaciones en las que los colombianos negros en su mayoría han sido excluidos de las más altas esferas de la política nacional, el reciente ascenso político de Márquez —que nació en la más profunda pobreza y luego se convirtió en abogada y activista medioambiental antes de ganar la vicepresidencia— ha emocionado a muchos votantes.

En el festival, la comida y la bebida afrocolombianas son una parte esencial del ambiente, y el viche es el único alcohol permitido en el evento. Los comerciantes que intentan vender cerveza son escoltados hacia afuera por la seguridad.

El papel predominante del viche en el festival es aún más notable si se tiene en cuenta su historia al margen de la ley.

Pero en 2019, la Corte Constitucional del país dictaminó que una ley que brinda protección a las bebidas ancestrales de las comunidades indígenas debe aplicarse también a las afrocolombianas. Esto allanó el camino para que el Congreso legalizara el viche y lo declarara patrimonio de las comunidades negras del Pacífico colombiano.

El año pasado se concedió al viche el estatus de producto de patrimonio cultural.

Ahora, Solís y otras personas forman parte de un impulso para convencer a los colombianos de más allá del Pacífico de que adopten el viche como emblema cultural de todo el país.

“Perú tiene pisco, México tiene tequila, Escocia tiene whisky”, dijo Manuel Pineda, presidente del capítulo regional de la Asociación de Bares de Colombia. “Nosotros tenemos viche”.

El objetivo, dijo, es llegar a ser global.

“Es muy importante para nosotros respetar esos abuelos que lo trajeron hasta ahora”, dijo. “Pero lo queremos mostrar al mundo. Queremos que el mundo conozca esta historia”.

El ambiente que prevalece en el festival es de exuberancia y orgullo cultural, y los asistentes de todas las razas y orígenes étnicos son bienvenidos.

El viche está por todas partes. En botellas en pequeños puestos. Vertido en vasos de plástico de muestra. Se vende en las neveras de los conciertos. Metido en bolsillos y mochilas. Se reparte entre nuevos amigos. Celebrado en todo un pabellón con más de 50 familias productoras de viche, llamadas vicheras.

En el primer concurso de viche del Petronio, el ganador fue una mezcla de viche, jerez, licor de naranja y albahaca, jugo de limón y hoja de coca.

El licor está en las letras del popular trío de hip-hop ChocQuibTown, que en una noche de sábado de verano llenó una plaza enorme en Cali y abrió su actuación con la canción “Somos Pacífico”, que es tanto una descripción de personalidad pacífica como una definición del origen geográfico. Incluso los policías movían las caderas.

El viche se suele mezclar con hierbas, frutas y especias. Una versión llamada tomaseca tiene notas suntuosas de canela y nuez moscada; otra, el arrechón, cremoso y suave como la fruta borojó, se considera un afrodisíaco. El curao se infunde con hierbas como la menta, la manzanilla o el pipilongo, una planta autóctona de la región.

“Me parece rica una bebida tan cargada de simbolismo, de valores”, dijo Neila Castillo, de 68 años, quien estaba junto al puesto de Solís probando viches con una amiga de la universidad, Marta Espinosa, de 67 años. Metieron en sus bolsos botellas de viche puro de color blanco claro para disfrutarlas más tarde.

En 2008, el viche se convirtió en la bebida oficial del festival cuando los organizadores tomaron la decisión osada de comercializarlo durante el evento como parte de un “ejercicio de sensibilización”, a pesar de que todavía era ilegal, dijo Ana Copete, directora del festival y nieta del músico que lo inspiró. En aquel momento, el viche gozaba de una protección informal en el marco del evento, dijo, y los comerciantes podían vender sus productos sin la interferencia de las autoridades.

El viche representa el único ingreso para muchas familias en la región del Pacífico de Colombia, y en 2018, Copete lanzó un esfuerzo de colaboración con los productores para poner la legalización del viche en la agenda pública.

El grupo pronto consiguió el apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia y de otros responsables políticos que vieron el potencial económico de la bebida.

“Ha sido una lucha mantenerla viva, que la tradición no desaparezca”, dijo Copete. Su presencia destacada en el festival, añadió, “permite que otras personas que no son del Pacífico conozcan esta bebida y conozcan lo que representa, la consuman y así ayuden a las familias vicheras”.

Solís, la productora de viche, creció con la bebida como parte de la vida cotidiana en Buenaventura, una ciudad portuaria del Pacífico a unos 80 kilómetros de Cali. Se tomaba no solamente como bebida espirituosa, sino también como medicina tradicional utilizada para ayudar en el parto, limpiar las heridas, calmar los dolores menstruales y tratar la infertilidad.

Cuando tenía 7 años, su tía le dijo que iba a instruirla en conocimientos locales de más de 300 años de antigüedad. Le tapaba los ojos a la niña con un pañuelo y le enseñaba a identificar las plantas únicamente por su fragancia.

Solís fue una de las primeras vicheras en registrar su empresa, Semillas de Vida, ante la autoridad comercial del país, incluso antes de que fuera declarada “patrimonio cultural inmaterial de la nación”.

Cuando se enteró del registro, lloró, saltó, gritó, abrazó a su hijo y dio gracias a Dios. El sentimiento, dijo, fue indescriptible.

Legalizar y honrar el viche, dijo, “fue una alegría tremenda, porque eso es una lucha de muchos”.

 

Publicado en NYT | by Julie Turkewitz. Investigadora social del Times para latinoamérica

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