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Nikolas Stolpkin

La oposición venezolana debe ser puesta en su lugar

Francisco

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La Revolución Bolivariana no puede quedarse de brazos cruzados, hay que pasar a la real ofensiva

 Por: Níkolas Stolpkin

 Que recordemos, nunca antes la Revolución Bolivariana había sido bombardeada mediáticamente como hoy está siendo bombardeada, y más aún cuando en Argentina ha asumido Mauricio Macri y en Brasil es puesto Michel Temer, al ser apartada Dilma Rousseff.

 Después del retroceso que tuvo el Neoliberalismo en América Latina, vemos que nuevamente ha tenido un nuevo impulso con los últimos acontecimientos desarrollados en Argentina y Brasil.

 El triunfo de la oposición venezolana en el Parlamento junto con los negativos acontecimientos ocurridos en Argentina y Brasil, ha permitido a la oposición, a su burguesía local y a los Grandes Medios de Comunicación (internacionales y locales) con clara obediencia a los intereses estadounidenses, aumentar el volumen de una agresiva ofensiva (política-económica-diplomática-mediática) contra la revolución bolivariana.

 No entendemos la “democracia” por la que luchan ni el “pacifismo” con la cual se llena la boca la oposición venezolana, más aún cuando ponen sobre la mesa a la Constitución Bolivariana, si lo que vemos por parte de esa oposición es presión económica, violencia y la constante obsesión por apartar a Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela y terminar con la revolución bolivariana.

 No entendemos tampoco la reacción emocional del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, y su comunicado oficial y personal hacia Nicolás Maduro, presidente legítimo de Venezuela. Y todavía estamos esperando el comunicado oficial (¿y “emocional”?) de la OEA con respecto al golpe blanco ocurrido en Brasil hacia Dilma Rousseff. ¿Dónde está?

 Ante todo lo anterior, la Revolución Bolivariana debe pasar a una real ofensiva. No puede quedarse de brazos cruzados, mucho menos cuando existe una oposición con el consentimiento de los intereses estadounidenses y la tribuna que les permite los Grandes Medios de Comunicación.

 El pueblo bolivariano y los militares bolivarianos deben tomar real control de la situación en Venezuela. La oposición venezolana ha venido gozando de muchos privilegios, pero esos privilegios únicamente los ha utilizado para poder agredir y buscar desestabilizar la revolución bolivariana. 

 El niño malcriado merece ya una lección. El gobierno venezolano debería entender que todo esto que está pasando en Venezuela, y sus consecuencias, no se deben a otra cosa a que el niño malcriado en su momento no fue corregido y lo han dejado hacer lo que se le venga en gana. Ahora el niño está “crecidito”, y ya ven las consecuencias de no haberlo corregido antes. Pero ahora hay que tomar las riendas ya. Y tomar las riendas significa que debe haber mano dura. Si queremos salvar la revolución bolivariana, entonces hay que tomar decisiones drásticas, por más dolorosas que puedan ser.

 Si tenemos el apoyo del pueblo bolivariano y el apoyo de los militares bolivarianos para ir en defensa de la revolución bolivariana ¿qué  más estamos esperando para ir en defensa de esa revolución? ¿Dónde está el carácter de la Revolución Bolivariana? ¿Dónde están los hijos de Hugo Chávez? ¿Vamos a esperar a que el niño malcriado tome las riendas de la casa? No señores. Aquí se debe poner coto al asunto, por más que llore el niño malcriado o los “vecinos” recriminen. 

 La Democracia construida en Venezuela se debe proteger y ser defendida. No se debe permitir que la oposición (violenta, acaparadora, conspiradora, etc) siga ultrajando la democracia venezolana.

 Propuestas para poner al niño en su lugar:

1. Disolver el Parlamento.

 Fundamental es anular el Parlamento venezolano, hoy manejado por esa oposición que lo único que busca es sembrar el caos, desmontar el proceso bolivariano y sacar al presidente, Nicolás Maduro. Nunca la oposición venezolana, ni siquiera desde que Nicolás Maduro ganara legítimamente las elecciones, ha permitido que se gobierne en paz; siempre han buscado la confrontación, la provocación, la desestabilización en contra de Venezuela y los venezolanos. 

 2. Decretar Estado de Excepción.

 Disuelto el Parlamento, se debe decretar el Estado de Excepción. Lo militares deben salir a la calle, temporalmente, para lograr restaurar el orden social, político y económico de Venezuela. Ante la grave situación que vive Venezuela (presión económica, política, diplomática, mediática) y de la cual la oposición es parte, es necesario poner orden.

  3. Tomar el control de los Medios de Comunicación.

 Nunca en Venezuela la oposición ha tenido, desde que se iniciara el Proceso Bolivariano, la libertad con la que ha venido gozando en los Medios de la burguesía venezolana. Esa libertad debe acabar, y no momentáneamente. La libertad de los Medios de Comunicación de la burguesía hay que ponerle un punto final. Nunca los Medios de la burguesía venezolana han hecho tanto daño al proceso bolivariano y al pueblo venezolano. 

  4. Dejar sin margen de maniobra a los principales líderes de la oposición.

 Los principales líderes de la oposición venezolana deben ser declarados enemigos del proceso bolivariano y encarcelados, por representar un peligro para la sociedad venezolana. Los principales líderes de la oposición han demostrado que no tienen ningún interés en dejar gobernar tranquilamente al presidente electo democráticamente. Lo único que tienen en la cabeza es acabar con el proceso bolivariano y sacar a quien lo dirige.

 5. Anular la autocrítica pública.

 Hay que silenciar, por las buenas o por las malas, aquellas voces que con su palabra, escrita o hablada, auto-declarados “chavistas”, generan división e instrumentos para la oposición más que para fortalecer el proceso bolivariano. Sus palabras públicas no están al servicio de la revolución bolivariana, están más bien al servicio de la oposición.

 6. Fusión entre el pueblo bolivariano y los militares bolivarianos.

 La toma del control por parte de los militares no puede dejar afuera al pueblo bolivariano que desea también defender la revolución bolivariana. El pueblo bolivariano debe organizarse junto a los militares para tomar las calles y restaurar el orden. Los militares no deberían actuar solos, ya que afuera serían mal vistos. Militares y pueblo bolivariano organizado es la mejor fórmula para evitar la imagen militar de la cual fue protagonista anteriormente América Latina. No hay que darles en el gusto. La toma de control debe ser cívico-militar. Pero cada uno debe tener sus funciones y atribuciones.

 7. Cierres de fronteras y despliegue de sistemas de defensa.

 La toma de control por parte de las fuerzas legítimas de Venezuela deben estar conscientes de que la burguesía buscará formas para defender sus intereses. Por lo que hay que estar preparados ante cualquier amenaza externa. Las fronteras deben ser cerradas y los sistemas de defensa deben ser desplegados.

 otros artículos de Stolpkin:

la jugada maestra detrá de los “Panamá Papers”

  Medidas a considerar con respecto a otros elementos que han contribuido al actual clima en venezuela: expulsión de prensa extranjera; anulación de ONGs, nacionales o extranjeras;  toma de Grandes Medios de Producción, etc.

@NStolpkin

— 

Níkolas Stolpkin

 Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea – AUTODIDACTA

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Articulos Destacados

EE.UU. , Rusia , China y la nueva arquitectura económica global

Francisco

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EP NEW YORK. | Política y Economía Mundial

El ocaso de un Orden Mundial decadente

Por: Níkolas Stolpkin
Nueva arquitectura global en cierne

Quienes quieran ver el conflicto bélico en Ucrania como cualquier conflicto bélico, están muy equivocados. El desenlace podría traer grandes cambios. Cambios que podrían asemejarse a los ocurridos terminada la Segunda Guerra Mundial.

Ucrania es el epicentro de un movimiento tectónico significativo que podría abrir paso a una futura nueva arquitectura global.

Lo que hay que ver acá, no es a un “dadivoso” Estados Unidos, Reino Unido o una Unión Europea querer defender a un país débil de una potencia poderosa, eso sería caer en el simplismo.

El enfoque que debemos hacer es el de un Bloque Capitalista Occidental (EEUU, UE…) en descenso, queriendo frenar de plano el ascenso imparable del Bloque Capitalista Oriental (Rusia, China…) O bien, como el economista Michael Hudson definió en su momento, como el choque de dos sistemas económicos: “el capitalismo financiero neoliberal versus la industrialización socialista”. El primero con tendencia unipolar, y el segundo con tendencia a un mundo multipolar.

Ucrania simplemente sería la oportunidad o la excusa para intentar frenar el tsunami oriental liderados por Rusia y China.

Todos sabíamos los proyectos que tenía Rusia para entregar gas barato a Europa. Estados Unidos sabía lo que podía significar el asentamiento potente y a largo plazo de los intereses de Rusia en Europa, sobre todo en Alemania, lo que afectaría a sus propios intereses en la región. Por lo que Estados Unidos tuvo que actuar, provocando primero el golpe de Estado en Ucrania (2014) y después preparando el terreno para la reacción rusa. Ellos sabían (EEUU) que al provocar la reacción de Rusia podrían llevar a cabo la contención firme de unos de los pilares principales del Bloque Capitalista Oriental y, al mismo tiempo, su ala militar más musculosa. No en vano vimos la respuesta poco diplomática e impulsiva del Bloque Occidental, al enviar armas para que los ucranianos “indefensos” se pudieran defender de los “invasores” rusos.

Los primeros paquetes de “ayuda” por parte del Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y los países de la Unión Europea -poco tiempo después de haberse iniciado la Operación Militar Especial rusa sobre suelo ucraniano (2022)-, se trató de “rifles, pistolas y ametralladoras”, “ayuda humanitaria y logística militar”, municiones “estrictamente defensiva”, “equipamiento de defensa”, “sistemas de armamento ligero antitanques de corto alcance”, chalecos y cascos, misiles Javelin (antitanques) y Stinger (antiaéreo), lanzagranadas, etc. Ahora la ayuda hacia Ucrania ha “evolucionado” a una nueva etapa, ahora se trata de misiles tácticos de largo alcance (ATACMS), tanques modernos, aviones de combate, bombas de racimo, sistemas de defensa Patriot de largo alcance, lanzacohetes múltiples HIMARS… Y ahora que Ucrania -con un déficit reconocido de combatientes-, ha fracasado con llamar a combatir en el frente a los ucranianos que tuvieron que abandonar su país, ¿se les habrá de ayudar con soldados también?

Es difícil de entender cómo un puñado de países “desarrollados” y “civilizados” -principalmente arrastrados por Estados Unidos-, estén apostando cifras exorbitantes a un seguro perdedor (Ucrania). ¿Cómo fue posible que la Unión Europea se dejó arrastrar a un conflicto que bien pudieron dejar que Rusia lo solucionara sin interferencias foráneas y, al mismo tiempo, salir beneficiados con los proyectos a largo plazo que se tenían planeado con Rusia? Objetivamente la Unión Europea está más colaborando con los intereses geopolíticos de Estados Unidos que de sus propios intereses. La situación beneficia más a Estados Unidos que a la propia Unión Europea. Estados Unidos y la OTAN (instrumento militar de Estados Unidos, y que aporta aproximadamente el 70% del gasto militar en la alianza) están empujando a la Unión Europea a una situación muy desfavorable que no se sabe cómo habrá de terminar, pero que deja a una Europa más dependiente de los Estados Unidos.

Nueva Guerra Fría

Se está configurando, al parecer, un escenario más de Nueva Guerra Fría que de un escenario de Guerra Directa.  Dicho en otras palabras, estamos más cerca de una Guerra Fría que de una Guerra Nuclear o una “Tercera Guerra Mundial”, aunque pueda parecer todo lo contrario en estos momentos. Lo que no quita que pueda haber ciertas amenazas de un bando o de otro para el famoso juego de la “contención”, como en su momento las hubo (siglo XX). Ladrar, pero sin morder. Porque obviamente sabemos las consecuencias del peor de los escenarios, ¿no?

Sí, quizás estamos siendo muy “optimistas”. Y es que una Tercera Guerra Mundial significaría una Guerra Nuclear segura.

Pero viéndolo desde esta perspectiva “optimista”, una Nueva Guerra Fría significaría un “respiro” o repliegue estratégico favorable al Bloque Capitalista Occidental, que sabe que está perdiendo poder e influencia frente al Bloque Capitalista Oriental.

En Ucrania, más que nada, se está dando forma a la frontera norte que habrá entre el Bloque Occidental y el Bloque Oriental. Un punto que no deja de ser un avance sustantivo para Estados Unidos y sus ambiciones geopolíticas. ¿Un trampolín para en un futuro poder balcanizar a Rusia?

Si las apuestas a perdedor persisten, no creemos que el ganador quiera al perdedor tener suficiente espacio para seguir maniobrando y hacer daño. La eliminación del perdedor se hace imprescindible. ¿Qué hará Occidente cuando se quede sin un jugador al cual apostar?

Después de Rusia, China será el próximo

Con Rusia ya se quemaron todos los puentes. Únicamente faltaría quemar los puentes con China, para que pueda verse mejor el nuevo escenario de Guerra Fría. ¿Taiwán será la nueva “Ucrania” para China? Sería muy difícil, tratándose de una isla.

El asunto Huawei (empresa china) y la subida de aranceles a los productos chinos por parte de Estados Unidos (2018), podríamos situar el inicio de las fuertes hostilidades entre Occidente y Oriente, aduciendo “preocupación” a la Seguridad Nacional. Y todos sabemos que la Unión Europea tiende, en gran medida, a hacerse eco de lo que diga o haga Estados Unidos. En eso no hay discusión.

Y sería con la pandemia del COVID-19 (2020) que seríamos testigos de la existencia de rivalidades sustanciales con respecto al reconocimiento de ciertas vacunas. Las múltiples trabas que se instalaron en Occidente con respecto a las vacunas de origen chino o de origen ruso, dan prueba de ello. Lo que ya podía hablar de cierta rivalidad significativa dentro de Occidente con respecto a ciertas potencias de Oriente.

El conflicto en Ucrania (2022- ?) sencillamente aceleraría las rivalidades ya existentes entre el Bloque Capitalista Occidental y el Bloque Capitalista Oriental, con especial énfasis en Rusia: prohibición de las aerolíneas comerciales rusas dentro de la Unión Europea, prohibición a las agencias de noticias de origen ruso (RT, Sputnik), sabotaje del Nord Stream 1 y Nord Stream 2, los múltiples “paquetes de sanciones”, la salida en masa de las empresas occidentales en
<span;>suelo ruso, etcétera. Lo que no quiere decir que no haya presiones contra China también. Las han tenido significativamente, como ya se ha dicho, desde el año 2018 con el asunto Huawei y la subida de aranceles a los productos chinos. Pero a partir de la Operación Militar Especial en Ucrania se han intensificado, por ser China un aliado estratégico de Rusia.

En la práctica, Estados Unidos desea que China deje de exportar a Rusia “todo lo que se pueda usar en el conflicto”. Está, por otro lado, el “exceso de capacidad industrial” de China, que no es otra cosa que la abrumadora competitividad china que desean frenar dentro de su espacio. Al mismo tiempo, Estados Unidos no deja que sus empresas tecnológicas (Intel, Qualcomm) puedan exportar sus productos a China, todo en nombre de su hiper-manoseada “Seguridad Nacional”. Y ahora está la amenaza de prohibir en suelo estadounidense (y después quizá dónde… ¿Europa? ¿América Latina?) la aplicación exitosa de TikTok, a menos que los propietarios chinos la puedan vender a Estados Unidos.

La caída del Orden Mundial Unipolar

El Orden Mundial Unipolar se encuentra seriamente atrofiado y ha empezado a navegar desesperadamente fuera del orden que tanto habían promovido, como si se tratara de un niño que junto a sus “viejos amigos”, obedientes, después de que enseñaran a jugar a los otrora “nuevos amigos”, al ver que les estaba yendo mejor en el juego, intentan romper las reglas (“sus propias reglas”) y hacer “nuevas” de forma caprichosa para el beneficio de los que están perdiendo el juego y poder así sobrevivir.

Es así como nos encontramos después, con una serie de acontecimientos fuera de juicio: “congelación” o confiscación de activos (llámese robo), (ejemplos: Venezuela, Rusia, Irán…); sanciones o prohibición a Medios de Comunicación por ser supuestamente medios de “propaganda rusa” (¿“pluralidad”? ¿“libertad de prensa”?); amenazas de prohibición a redes sociales exitosas como TikTok, a menos que la puedan vender (llámese chantaje); prohibición de aerolíneas rusas o llenar de trabas a ciudadanos rusos para que no puedan visitar la Unión Europea (llámese rusofobia); prohibición a empresas para que no puedan exportar sus productos a China o Rusia, por ser supuestamente una “amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos (¿“Libre Mercado”?), etc.

A lo anterior, hay que hacerse muchas preguntas. ¿Qué garantías, de ahora en adelante, puede haber para que un país pueda depositar sin que pueda haber la amenaza de “congelación” o confiscación de lo depositado en la esfera occidental? ¿Todo medio de comunicación relevante que sea crítico con las políticas del gran hegemón (Estados Unidos) será sancionado o derechamente prohibido? ¿Todo producto foráneo que sea exitoso dentro del Bloque Capitalista Occidental, habrá de ser prohibido o sancionado? ¿Qué empresas del Bloque Capitalista Occidental se le estará permitido hacer negocios dentro del Bloque Capitalista Oriental?

Tal como se está configurando todo, es difícil saber cómo habrá de quedar la denominada globalización o el denominado “Libre Mercado”.

Mientras todo apuntaba a desembocar en un mundo multipolar, Estados Unidos y sus aliados, al verse “amenazados”, se apresuraron a cerrar sus puertas para seguir sosteniendo su mundo unipolar basado en sus propios intereses.

Un punto clave en el nuevo escenario será China y toda su efervescencia global, ¿dónde quedará? ¿Toda su efervescencia global será reprimida? ¿Le cerrarán las puertas a China de la misma forma que le cerraron las puertas a Rusia? ¿La efervescencia global china irá en retroceso o en retirada dentro del mundo Occidental? ¿Qué pasará con la influencia china en América Latina? Las declaraciones últimas del Comando Sur pueden dar ya una idea de lo que podría pasar. ¿Los países de América Latina defenderán su soberanía y autonomía frente a las amenazas de Estados Unidos? ¿Estados Unidos querrá implantar nuevas dictaduras en América Latina para alejar la influencia del Bloque Capitalista Oriental, como si se tratara del pasado Bloque Socialista del siglo XX?

Estados Unidos y sus aliados, deberían aceptar que su época de dominio global está seriamente afectada y que deberían entrar en razón y aceptar el Orden Mundial Multipolar con el que se está abriendo paso el Bloque Oriental; que se abre camino no con las armas, sino con la cooperación, la integración, el respeto y la igualdad entre las naciones.

Los nuevos polos de poder no entran al terreno a destruir a los países que no quieran obedecer (Yugoslavia, Irak, Libia…). Tampoco se comportan como una centrífuga la cual debe absorber a los países en la “democracia”, los “derechos humanos” o el “libre mercado” para que puedan “entenderse”.

Estados Unidos debe entender que ellos solos no pueden hacerse cargo del mundo, y menos cuando emergen múltiples polos de poder.

La arquitectura global surgida después de la Segunda Guerra Mundial ha caducado. El actual desequilibrio existente en cuanto a la seguridad y la justicia ya es insostenible. No es posible que en pleno siglo XXI seamos testigos de múltiples ejemplos de inseguridad e injusticia. ¿Cómo el mundo puede tolerar aquello de “congelación” o confiscación de activos de países que han depositado su confianza en otros países? ¿Cómo es posible que seamos testigos de chantajes explícitos como el caso de TikTok en Estados Unidos? ¿Cómo es posible que los que fomentaron el “libre mercado” obliguen hoy a sus empresas a no exportar sus productos a países que también juegan al “libre mercado”? ¿Cómo es posible que los Grandes Medios de Comunicación no vean la injusticia cometida contra medios rusos como RT o Sputnik, la inclinación neonazi que ha tenido desde el principio los que defienden Ucrania de los rusos, o no puedan ver el actual genocidio que está cometiendo el Estado de Israel contra el pueblo palestino, cuyo principal auspiciador sigue siendo Estados Unidos? ¿De qué sirven estructuras u organizaciones como la ONU, OMC, OMS, CPI, … si somos testigos de todo lo anterior o más?

Níkolas Stolpkin

Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea.

 

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Columnistas

Chile

Francisco

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EP New York/ latinoamérica

Por Nikolas Stolkpink.

Santiago de Chile

Gabriel Boric, la gran incógnita

Por: Níkolas Stolpkin

Luego de la aplastante victoria que obtuvo Gabriel Boric en la segunda vuelta presidencial muchos comenzaron a inquietarse, sobre todo la servidumbre económica, por no saber aún la dirección hacia dónde se habrá de inclinar el recién electo presidente: o hacia una dirección más “moderada” o hacia una dirección más “revolucionaria” (“Boric 2” de la segunda vuelta o “Boric 1” de la primera vuelta, respectivamente).

Muchos especulan que la dirección correcta y más inteligente que haya de tomar Gabriel Boric sea la “moderada”. Pero aún desconocemos la dirección que ha de seguir. Hasta el momento, solo se podría especular.

El triunfo de Gabriel Boric, por lo demás, tiene mucho significado; significa que la costra del pinochetismo aún persiste, por las profundas heridas dejadas en la pasada dictadura, y que la costra concertacionista dejó de tener la relevancia que tenía antes.

Una nueva generación ha tomado el timón de la política chilena y desconocemos el rumbo que eligirá. Pero del rumbo que se escoja podría depender su éxito o su fracaso. Ya lo señalaba Gabriel Boric en su primer discurso como presidente electo: “Los tiempos que vienen no van a ser fáciles”. Y es que es en estas circunstancias cuando más se hacen notar los tambores del poder económico.

Todo estaría indicando que Gabriel Boric tomaría el camino de la “moderación”, con el cual jugó rumbo a la segunda vuelta presidencial y con el cual logró triunfar frente al candidato de la derecha (José Antonio Kast). Es muy difícil que Gabriel Boric escoja el camino por el cual quedó en “segundo lugar” de la primera vuelta. Escogerlo sería muy arriesgado y nos llevaría hacia un escenario muy complejo.

A ver, pongamos las cosas de esta forma… Una cosa es promocionar una banda inexistente con sus respectivos singles en las radios o medios de comunicación nacionales, y otra cosa muy distinta es pararse en un escenario a tocar con todos los instrumentos musicales los mismos singles con los cuales encantaron a su “fanaticada”.

Al menos todos coinciden, incluso los que tienen la labor de formar pronto la banda, que para tocar bien tendrán que contratar a otros “músicos” con cierta “afinidad” musical, aunque no formen parte de la misma banda. La gran incógnita existente, sí, es si a partir de marzo comenzarán a interpretar los mismos singles con el cual se dieron a conocer a nivel nacional o comenzarán interpretando temas ajenos a los gustos de su “fanaticada”.

Todos sabemos que si la banda “favorita” no tocara los “temas conocidos”, lo más probable es que termine siendo abucheada o que les terminen arrojando cosas. Porque no hay nada peor para una fanaticada que termine siendo estafada. ¿Conocen la rabia de una fanaticada estafada?

Otra cosa sería que, a partir de los temas conocidos, podamos ver ciertos cambios o modificaciones en la lírica de las canciones, por lo que el desempeño de la banda será crucial. Si la banda llegara a tocar bien, no importaría mucho si el cantante interpretara los mismos temas con ciertas modificaciones. Lo horroroso sería que el cantante interpretara muy mal el repertorio con el cual llegó a encantar a su fanaticada.

Hasta el momento, la “fanaticada” se encuentra feliz porque su “artista favorito” comenzaría a dar sus conciertos a partir de marzo junto a una “banda” que aún desconocemos; pero a la “fanaticada” le da igual con quiénes toque. A la fanaticada lo único que les importa es que su “artista favorito” comience a tocar todos los temas con los cuales se hicieron conocidos.

Los que no están muy felices son los dueños del espectáculo y del estadio, porque si al “artista” y su “banda” les va mal en el escenario, lo más probable es que terminen perdiendo mucho dinero. ¿Los dueños actuales del espectáculo dejarán que toque el “artista favorito” hasta el final en su “propio escenario” o “estadio”, aunque sepan que el artista y su banda pretendan pronto tocar en otro “estadio en construcción” y ajeno a su propiedad? Porque una cosa sería tocar en el actual escenario de los dueños del espectáculo, y otra cosa muy distinta sería empezar a tocar en el “nuevo escenario” o “nuevo estadio”, hoy en construcción y de propiedad popular.

Ciertamente, de un principio, se haría dificultoso tocar en el “escenario actual” de los dueños del espectáculo y de acuerdo a las “circunstancias actuales”, ya que para tocar como uno querría habría que estar sujeto a ciertas normas propias o impropias de los propietarios y que muy pronto se podría hacer notar de acuerdo a la interpretación de los temas o la dirección que se tome.

Níkolas Stolpkin

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Columnistas

El día en que murió nuestra libertad

Francisco

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EP New York/Sin censura

Por: Níkolas Stolpkin

“La naturaleza humana no es una máquina que se construye según un modelo y dispuesta a hacer exactamente el trabajo que le sea prescrito, sino un árbol que necesita crecer y desarrollarse por todos lados, según las tendencias de sus fuerzas interiores, que hacen de él una cosa viva”. John Stuart Mill

La libertad para desplazarnos, o ejercer libremente una labor legal, quedó interrumpida por la actual pandemia y se desconoce aún para cuándo volveremos a gozar nuevamente de dicha libertad. Más que “adultos responsables” ahora las autoridades ven derechamente a las personas como a “niños”, al cual se les debe felicitar levantando un “confinamiento” o se les debe castigar imponiendo el mismo. Los “niños responsables” avanzan y los “niños irresponsables” retroceden.

¿A dónde fue a parar nuestro derecho a ejercer libremente nuestra responsabilidad, como adultos que somos? ¿Por qué ahora nos tratan como si fuéramos niños del kindergarten? ¿No podemos asumir la gravedad de un problema y al mismo tiempo asumir nuestra responsabilidad libremente? ¿Por qué tantos obstáculos a nuestra libertad? ¿Por qué la mayoría de las protestas contra las restricciones en pandemia se deben dar en países desarrollados o con niveles de vida y educación muy superiores, contrario a lo que sucede en países en vías de desarrollo o con niveles de vida y educación inferiores, donde las personas parecieran ser más obedientes o no tienen ánimos de contrariar a sus autoridades?

Todos sabemos lo dañino que puede resultar ser a la larga el consumo de alcohol, tabaco, drogas o la comida chatarra. Sabemos que está bajo nuestra responsabilidad consumir sustancias tanto legales como ilegales. Como adultos, sabemos también lo que puede resultar traspasar los límites de la legalidad y sus consecuencias. También sabemos que está bajo nuestra responsabilidad el uso o no uso del preservativo en las relaciones sexuales. Sin embargo, pareciera ser que, como adultos que somos, no estuviéramos capacitados para ejercer nuestra responsabilidad libremente con respecto al COVID-19.

¿Por qué no estamos capacitados para ejercer esa responsabilidad libremente con respecto al COVID-19, pero siempre hemos estado capacitados para ejercerla con respecto al uso de los preservativos o al consumo de alcohol, tabaco y la comida chatarra?

El alcohol, el tabaco y la comida chatarra bien sabemos que son legales y que son muy perjudiciales para nuestra salud, matando cada año a millones y millones de personas. ¿Hemos visto a las autoridades, tal como las vemos ahora, tan “preocupadas” por nuestra salud con respecto al consumo de los mismos? ¿La población ha estado siendo bombardeada constantemente con el miedo hacia el consumo del alcohol, tabaco y la comida chatarra, tal como se bombardea hoy con respecto al COVID-19 dizque “preocupados” por nuestra salud? ¿Desde cuándo la “preocupación” por la salud de las personas ha sido prioridad y merece el sacrificio de las economías? ¿Se desea primero estrangular  a las economías para después dejar que los grandes intereses puedan ofrecer sus “grandes soluciones”?

Pongamos un ejemplo muy similar al COVID-19, si lo anterior no nos parece o está fuera de lugar. Todos sabemos la existencia y peligrosidad de contraer el VIH/SIDA, y que la mayoría de los casos se da por las relaciones sexuales. Somos responsables de usar o no los preservativos en las relaciones sexuales. Sin embargo, a pesar de que el VIH/SIDA mata en promedio un millón de personas en el mundo cada año y que, actualmente, hay más de 42 millones de infectados, la economía mundial no se había visto perjudicada, ni impuesto medidas draconianas con las cuales hoy estamos sujetos respecto al COVID-19. ¿Escuchamos alguna vez de algún “confinamiento” para frenar la propagación del VIH/SIDA? ¿Escuchamos alguna vez del cierre de fronteras, aeropuertos, moteles, etcétera, para frenar el VIH/SIDA? ¿Escuchamos alguna vez de “cordones sanitarios”, toques de queda… para frenar la propagación del VIH/SIDA? Pues el VIH/SIDA sigue existiendo y aún no existe una vacuna. Tampoco se nos ha bombardeado diariamente con cifras de contagiados y muertos por el VIH/SIDA para que tengamos miedo.

¿Por qué tiene que ser distinto con el COVID-19? ¿Qué hay detrás de toda esta maquinaria propagandística? ¿Por qué se nos tiene que vender nuevamente aquello de que “el mundo ya no será como era antes”, tal como sucedería con el episodio de las Torres Gemelas del 2001? ¿Acaso todo esto se trata de importar subrepticiamente el modelo chino de control? ¿Prolongar el no ejercer nuestra libre responsabilidad tiene que ver mucho con el desembarco de los gigantes tecnológicos? ¿Acaso se trata de frenar en Occidente la creciente influencia china? ¿Es realmente una pandemia o es una gran maniobra de ingeniería social de las élites económicas para lograr ciertos objetivos permanentes, teniendo como base el miedo y así poder ejercer un completo control? Algo tiene que haber porque no es normal que la libertad, tal como la hemos conocido en Occidente, hoy quiera ser vista como una “irresponsabilidad” y la obediencia ciega (hacia las autoridades) quiera ser vista como una “responsabilidad”.

En promedio, cada año en el mundo mueren 2.8 millones de personas por el consumo de alcohol; 5 millones de personas mueren por la contaminación del aire; 9,6 millones de personas mueren por el cáncer; 2,6 millones mueren cada año por neumonía; en conjunto el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas matan cada año a 11,8 millones de personas en el mundo. La diferencia es que no nos han bombardeado permanentemente con cifras para que tengamos miedo, así como lo han hecho con el COVID-19. La diferencia es que sí nos han permitido hacer uso de nuestra responsabilidad, libremente, con respecto a aquellos. ¿No creen que si estuvieran tan “preocupados” por nuestra salud, como curiosamente les ha dado ahora, prohibirían el tabaco, el alcohol y la comida chatarra?

Y si queremos ver todo esto como una carrera de muertos, al día de hoy del presente año ya llevamos más de 971 mil muertos en el mundo por el COVID-19; más de 1,8 millones de muertos por el alcohol; más de 3,6 millones de muertos por el tabaco; más de 5,9 millones de muertos por el cáncer; más de 1,2 millones de muertos por el VIH/SIDA; más de 8,1 millones de muertos por el hambre… Sin embargo, lo que vemos es que el mundo se ha detenido o desacelerado por el COVID-19, “preocupados” dizque por nuestra salud –no por el cáncer, el VIH/SIDA, el tabaco o el alcohol, ni mucho menos por el hambre.

¿Recuperar nuestra libertad, tendrá que ser obra de rebelarse contra nuestras autoridades?

@NStolpkin

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Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea.

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