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Mundo

Los abusos sexuales de Afganistán

Francisco

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Los abusos sexuales de menores que el ejército de EEUU ignora en Afganistán

 Testimonios de marines revelan la existencia de un tráfico sexual de menores para servicio de jefes militares y policiacos afganos

 De Jesús Del Toro/Pulso Usa

 La del marine Gregory Buckley Jr. es una historia trágica, que muestra los horrores y el cinismo de la guerra y que habla de la impetuosa necesidad de que la verdad pueda ser conocida sin cortapisas, para así tener al menos la posibilidad de impedir que su terrible drama persista y se repita.

Y tan terrible, o más, es la realidad en la que viven incontables adolescentes en Afganistán, una nación agobiada por la guerra y en el que los menores son, frecuentemente, utilizados como esclavos sexuales por jefes de milicias afganas aliadas a los militares estadounidenses.

 Greg Buckley, padre del marine Buckley asesinado en una base militar en Afganistán en 2012. (AP)

 Eso se desprende del testimonio de Gregory Buckley Sr., padre del marine Buckley, según el relato del periódico The New York Times. En 2012, Buckley Jr. fue asesinado en Afganistán dentro de una base estadounidense por un adolescente armado que irrumpió en el lugar con una ametralladora. Pero, como señala la televisora Fox News, la familia del marine caído cree que se ha encubierto la verdad sobre la muerte de Buckley y ha demandado al Departamento de Defensa para que se dé a conocer todo el contexto y las circunstancias del asesinato. No quieren dinero, se ha dicho, sino la verdad.

 Y la verdad sería lo que según Buckley Sr. su hijo le reveló un tiempo antes de morir: que en Afganistán, incluso en las propias bases militares estadounidenses, oficiales de policía y jefes de milicias afganos cometen abusos sexuales sistemáticos contra menores de edad. Una atrocidad ante la que los militares estadounidenses no podían oficialmente hacer nada, pues se les habría ordenado no interferir en ello, ignorarlo por considerarlo un aspecto de la “cultura” afgana.

 Pero Buckley y otros militares estadounidenses al parecer encontraban repugnante tanto los abusos sexuales como la indiferencia del ejército. Ni siquiera, de acuerdo al Times, podían intervenir cuando las propias bases militares eran escenario de esas prácticas.

La cadena pública PBS documentó el tráfico sexual de adolescentes en Afganistán, para “entretener” a jefes militares y ricos comerciantes. Y señala que si bien se trata de una práctica que tiene antecedentes ancestrales, en la actualidad es ilícita y fue restablecida por los señores de la guerra de Afganistán, con la mirada permisiva de los mandos militares estadounidenses en los casos en los que los abusos son perpetrados por sus aliados afganos.

 La razón de ese lavarse las manos, indicó el Times, sería la política estadounidense de no intervención en materias “culturales” y jurisdiccionales afganas: en esta lógica, los casos de abuso sexual cometidos por militares o policías afganos serían un asunto de la justicia penal afgana ante el que las fuerzas militares estadounidenses no están autorizadas a intervenir.

 El cuerpo del marine Gregory Buckley, asesinado en una base militar en Afganistán, al volver a EEUU. (Getty Im …

Pero Buckley y otros militares no coincidían con ello. Sentían, incluso, que al tolerar esos abusos militares contra menores traicionaban la misma razón de su presencia en Afganistán: llegaron, comentan, a ese país para echar a los talibanes y combatir a Al Qaeda, y con ello hacer valer la libertad y los derechos humanos. Pero mirar hacia otro lado ante la esclavitud sexual de jóvenes sería lo contrario.

 E incluso, de acuerdo al Times, ancianos líderes de varias comunidades afganas han presentado numerosas quejas contra militares y policías afganos que violan, secuestran y esclavizan sexualmente a sus jóvenes. Esas comunidades estarían, más bien, pidiendo a los estadounidenses que frenen los graves abusos de sus aliados afganos. Buckley Sr. llama a esa pasividad, tajantemente, una forma de complicidad.

 Además, como indica el Times, no serían pocos los militares estadounidenses que pensaron que cerrar los ojos ante el tráfico sexual de adolescentes era permitir algo tan malo o peor que lo que imponían los talibanes cuando estaban en el poder en Afganistán. El Times, por ejemplo, cita el caso de dos militares estadounidenses, el capitán Dan Quinn y el sargento Chalres Martland, quienes actuaron contra un jefe de una milicia afgana aliada de Estados Unidos que mantenía a un chico encadenado a su cama para usarlo como su esclavo sexual. Quinn fue relevado de su mando y al final dejó el ejército, y Martland enfrenta un proceso para obligarlo a retirarse de las fuerzas armadas.

Así, Buckley Sr. cree que su hijo fue asesinado en el contexto de la permisividad de los mandos estadounidenses ante los abusos sexuales contra menores cometidos por jefes y policías afganos. El marine Buckley, se desprende de lo dicho por su padre, estaba asqueado y horrorizado por los abusos y de la inacción de los estadounidenses.

 Militares estadounidenses en Afganistán. (AFP)

 El padre del marine, así, acusó al Departamento de Defensa de ocultar los detalles del asesinato de su hijo y de otros dos marines a manos de un adolescente que era parte del grupo de jóvenes que servían a un jefe de la policía afgana local, llamado Sarwar Jan. Esos jóvenes habían sido hospedados en el mismo cuartel que los marines y habrían sido sujetos a esclavitud sexual, de acuerdo a The New York Times. En la última llamada de Buckley a su padre el marine le habría dicho justo eso. Después, murió acribillado en su propio cuartel por uno de esos jóvenes presuntamente al servicio de Jan.

De acuerdo al Times, Jan ha negado mantener a jóvenes como esclavos sexuales y rechazó toda relación con el joven que mató a Buckley.

Pero el padre del marine no se ha dado por vencido y busca con su demanda que se revele toda la verdad. Quizá así la memoria de su hijo y la de otros que han encarado esos abusos sexuales en Afganistán puedan ser redimidas y se dé una esperanza de paz y justicia para las víctimas y sus comunidades.

Articulos Destacados

EE.UU. , Rusia , China y la nueva arquitectura económica global

Francisco

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EP NEW YORK. | Política y Economía Mundial

El ocaso de un Orden Mundial decadente

Por: Níkolas Stolpkin
Nueva arquitectura global en cierne

Quienes quieran ver el conflicto bélico en Ucrania como cualquier conflicto bélico, están muy equivocados. El desenlace podría traer grandes cambios. Cambios que podrían asemejarse a los ocurridos terminada la Segunda Guerra Mundial.

Ucrania es el epicentro de un movimiento tectónico significativo que podría abrir paso a una futura nueva arquitectura global.

Lo que hay que ver acá, no es a un “dadivoso” Estados Unidos, Reino Unido o una Unión Europea querer defender a un país débil de una potencia poderosa, eso sería caer en el simplismo.

El enfoque que debemos hacer es el de un Bloque Capitalista Occidental (EEUU, UE…) en descenso, queriendo frenar de plano el ascenso imparable del Bloque Capitalista Oriental (Rusia, China…) O bien, como el economista Michael Hudson definió en su momento, como el choque de dos sistemas económicos: “el capitalismo financiero neoliberal versus la industrialización socialista”. El primero con tendencia unipolar, y el segundo con tendencia a un mundo multipolar.

Ucrania simplemente sería la oportunidad o la excusa para intentar frenar el tsunami oriental liderados por Rusia y China.

Todos sabíamos los proyectos que tenía Rusia para entregar gas barato a Europa. Estados Unidos sabía lo que podía significar el asentamiento potente y a largo plazo de los intereses de Rusia en Europa, sobre todo en Alemania, lo que afectaría a sus propios intereses en la región. Por lo que Estados Unidos tuvo que actuar, provocando primero el golpe de Estado en Ucrania (2014) y después preparando el terreno para la reacción rusa. Ellos sabían (EEUU) que al provocar la reacción de Rusia podrían llevar a cabo la contención firme de unos de los pilares principales del Bloque Capitalista Oriental y, al mismo tiempo, su ala militar más musculosa. No en vano vimos la respuesta poco diplomática e impulsiva del Bloque Occidental, al enviar armas para que los ucranianos “indefensos” se pudieran defender de los “invasores” rusos.

Los primeros paquetes de “ayuda” por parte del Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y los países de la Unión Europea -poco tiempo después de haberse iniciado la Operación Militar Especial rusa sobre suelo ucraniano (2022)-, se trató de “rifles, pistolas y ametralladoras”, “ayuda humanitaria y logística militar”, municiones “estrictamente defensiva”, “equipamiento de defensa”, “sistemas de armamento ligero antitanques de corto alcance”, chalecos y cascos, misiles Javelin (antitanques) y Stinger (antiaéreo), lanzagranadas, etc. Ahora la ayuda hacia Ucrania ha “evolucionado” a una nueva etapa, ahora se trata de misiles tácticos de largo alcance (ATACMS), tanques modernos, aviones de combate, bombas de racimo, sistemas de defensa Patriot de largo alcance, lanzacohetes múltiples HIMARS… Y ahora que Ucrania -con un déficit reconocido de combatientes-, ha fracasado con llamar a combatir en el frente a los ucranianos que tuvieron que abandonar su país, ¿se les habrá de ayudar con soldados también?

Es difícil de entender cómo un puñado de países “desarrollados” y “civilizados” -principalmente arrastrados por Estados Unidos-, estén apostando cifras exorbitantes a un seguro perdedor (Ucrania). ¿Cómo fue posible que la Unión Europea se dejó arrastrar a un conflicto que bien pudieron dejar que Rusia lo solucionara sin interferencias foráneas y, al mismo tiempo, salir beneficiados con los proyectos a largo plazo que se tenían planeado con Rusia? Objetivamente la Unión Europea está más colaborando con los intereses geopolíticos de Estados Unidos que de sus propios intereses. La situación beneficia más a Estados Unidos que a la propia Unión Europea. Estados Unidos y la OTAN (instrumento militar de Estados Unidos, y que aporta aproximadamente el 70% del gasto militar en la alianza) están empujando a la Unión Europea a una situación muy desfavorable que no se sabe cómo habrá de terminar, pero que deja a una Europa más dependiente de los Estados Unidos.

Nueva Guerra Fría

Se está configurando, al parecer, un escenario más de Nueva Guerra Fría que de un escenario de Guerra Directa.  Dicho en otras palabras, estamos más cerca de una Guerra Fría que de una Guerra Nuclear o una “Tercera Guerra Mundial”, aunque pueda parecer todo lo contrario en estos momentos. Lo que no quita que pueda haber ciertas amenazas de un bando o de otro para el famoso juego de la “contención”, como en su momento las hubo (siglo XX). Ladrar, pero sin morder. Porque obviamente sabemos las consecuencias del peor de los escenarios, ¿no?

Sí, quizás estamos siendo muy “optimistas”. Y es que una Tercera Guerra Mundial significaría una Guerra Nuclear segura.

Pero viéndolo desde esta perspectiva “optimista”, una Nueva Guerra Fría significaría un “respiro” o repliegue estratégico favorable al Bloque Capitalista Occidental, que sabe que está perdiendo poder e influencia frente al Bloque Capitalista Oriental.

En Ucrania, más que nada, se está dando forma a la frontera norte que habrá entre el Bloque Occidental y el Bloque Oriental. Un punto que no deja de ser un avance sustantivo para Estados Unidos y sus ambiciones geopolíticas. ¿Un trampolín para en un futuro poder balcanizar a Rusia?

Si las apuestas a perdedor persisten, no creemos que el ganador quiera al perdedor tener suficiente espacio para seguir maniobrando y hacer daño. La eliminación del perdedor se hace imprescindible. ¿Qué hará Occidente cuando se quede sin un jugador al cual apostar?

Después de Rusia, China será el próximo

Con Rusia ya se quemaron todos los puentes. Únicamente faltaría quemar los puentes con China, para que pueda verse mejor el nuevo escenario de Guerra Fría. ¿Taiwán será la nueva “Ucrania” para China? Sería muy difícil, tratándose de una isla.

El asunto Huawei (empresa china) y la subida de aranceles a los productos chinos por parte de Estados Unidos (2018), podríamos situar el inicio de las fuertes hostilidades entre Occidente y Oriente, aduciendo “preocupación” a la Seguridad Nacional. Y todos sabemos que la Unión Europea tiende, en gran medida, a hacerse eco de lo que diga o haga Estados Unidos. En eso no hay discusión.

Y sería con la pandemia del COVID-19 (2020) que seríamos testigos de la existencia de rivalidades sustanciales con respecto al reconocimiento de ciertas vacunas. Las múltiples trabas que se instalaron en Occidente con respecto a las vacunas de origen chino o de origen ruso, dan prueba de ello. Lo que ya podía hablar de cierta rivalidad significativa dentro de Occidente con respecto a ciertas potencias de Oriente.

El conflicto en Ucrania (2022- ?) sencillamente aceleraría las rivalidades ya existentes entre el Bloque Capitalista Occidental y el Bloque Capitalista Oriental, con especial énfasis en Rusia: prohibición de las aerolíneas comerciales rusas dentro de la Unión Europea, prohibición a las agencias de noticias de origen ruso (RT, Sputnik), sabotaje del Nord Stream 1 y Nord Stream 2, los múltiples “paquetes de sanciones”, la salida en masa de las empresas occidentales en
<span;>suelo ruso, etcétera. Lo que no quiere decir que no haya presiones contra China también. Las han tenido significativamente, como ya se ha dicho, desde el año 2018 con el asunto Huawei y la subida de aranceles a los productos chinos. Pero a partir de la Operación Militar Especial en Ucrania se han intensificado, por ser China un aliado estratégico de Rusia.

En la práctica, Estados Unidos desea que China deje de exportar a Rusia “todo lo que se pueda usar en el conflicto”. Está, por otro lado, el “exceso de capacidad industrial” de China, que no es otra cosa que la abrumadora competitividad china que desean frenar dentro de su espacio. Al mismo tiempo, Estados Unidos no deja que sus empresas tecnológicas (Intel, Qualcomm) puedan exportar sus productos a China, todo en nombre de su hiper-manoseada “Seguridad Nacional”. Y ahora está la amenaza de prohibir en suelo estadounidense (y después quizá dónde… ¿Europa? ¿América Latina?) la aplicación exitosa de TikTok, a menos que los propietarios chinos la puedan vender a Estados Unidos.

La caída del Orden Mundial Unipolar

El Orden Mundial Unipolar se encuentra seriamente atrofiado y ha empezado a navegar desesperadamente fuera del orden que tanto habían promovido, como si se tratara de un niño que junto a sus “viejos amigos”, obedientes, después de que enseñaran a jugar a los otrora “nuevos amigos”, al ver que les estaba yendo mejor en el juego, intentan romper las reglas (“sus propias reglas”) y hacer “nuevas” de forma caprichosa para el beneficio de los que están perdiendo el juego y poder así sobrevivir.

Es así como nos encontramos después, con una serie de acontecimientos fuera de juicio: “congelación” o confiscación de activos (llámese robo), (ejemplos: Venezuela, Rusia, Irán…); sanciones o prohibición a Medios de Comunicación por ser supuestamente medios de “propaganda rusa” (¿“pluralidad”? ¿“libertad de prensa”?); amenazas de prohibición a redes sociales exitosas como TikTok, a menos que la puedan vender (llámese chantaje); prohibición de aerolíneas rusas o llenar de trabas a ciudadanos rusos para que no puedan visitar la Unión Europea (llámese rusofobia); prohibición a empresas para que no puedan exportar sus productos a China o Rusia, por ser supuestamente una “amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos (¿“Libre Mercado”?), etc.

A lo anterior, hay que hacerse muchas preguntas. ¿Qué garantías, de ahora en adelante, puede haber para que un país pueda depositar sin que pueda haber la amenaza de “congelación” o confiscación de lo depositado en la esfera occidental? ¿Todo medio de comunicación relevante que sea crítico con las políticas del gran hegemón (Estados Unidos) será sancionado o derechamente prohibido? ¿Todo producto foráneo que sea exitoso dentro del Bloque Capitalista Occidental, habrá de ser prohibido o sancionado? ¿Qué empresas del Bloque Capitalista Occidental se le estará permitido hacer negocios dentro del Bloque Capitalista Oriental?

Tal como se está configurando todo, es difícil saber cómo habrá de quedar la denominada globalización o el denominado “Libre Mercado”.

Mientras todo apuntaba a desembocar en un mundo multipolar, Estados Unidos y sus aliados, al verse “amenazados”, se apresuraron a cerrar sus puertas para seguir sosteniendo su mundo unipolar basado en sus propios intereses.

Un punto clave en el nuevo escenario será China y toda su efervescencia global, ¿dónde quedará? ¿Toda su efervescencia global será reprimida? ¿Le cerrarán las puertas a China de la misma forma que le cerraron las puertas a Rusia? ¿La efervescencia global china irá en retroceso o en retirada dentro del mundo Occidental? ¿Qué pasará con la influencia china en América Latina? Las declaraciones últimas del Comando Sur pueden dar ya una idea de lo que podría pasar. ¿Los países de América Latina defenderán su soberanía y autonomía frente a las amenazas de Estados Unidos? ¿Estados Unidos querrá implantar nuevas dictaduras en América Latina para alejar la influencia del Bloque Capitalista Oriental, como si se tratara del pasado Bloque Socialista del siglo XX?

Estados Unidos y sus aliados, deberían aceptar que su época de dominio global está seriamente afectada y que deberían entrar en razón y aceptar el Orden Mundial Multipolar con el que se está abriendo paso el Bloque Oriental; que se abre camino no con las armas, sino con la cooperación, la integración, el respeto y la igualdad entre las naciones.

Los nuevos polos de poder no entran al terreno a destruir a los países que no quieran obedecer (Yugoslavia, Irak, Libia…). Tampoco se comportan como una centrífuga la cual debe absorber a los países en la “democracia”, los “derechos humanos” o el “libre mercado” para que puedan “entenderse”.

Estados Unidos debe entender que ellos solos no pueden hacerse cargo del mundo, y menos cuando emergen múltiples polos de poder.

La arquitectura global surgida después de la Segunda Guerra Mundial ha caducado. El actual desequilibrio existente en cuanto a la seguridad y la justicia ya es insostenible. No es posible que en pleno siglo XXI seamos testigos de múltiples ejemplos de inseguridad e injusticia. ¿Cómo el mundo puede tolerar aquello de “congelación” o confiscación de activos de países que han depositado su confianza en otros países? ¿Cómo es posible que seamos testigos de chantajes explícitos como el caso de TikTok en Estados Unidos? ¿Cómo es posible que los que fomentaron el “libre mercado” obliguen hoy a sus empresas a no exportar sus productos a países que también juegan al “libre mercado”? ¿Cómo es posible que los Grandes Medios de Comunicación no vean la injusticia cometida contra medios rusos como RT o Sputnik, la inclinación neonazi que ha tenido desde el principio los que defienden Ucrania de los rusos, o no puedan ver el actual genocidio que está cometiendo el Estado de Israel contra el pueblo palestino, cuyo principal auspiciador sigue siendo Estados Unidos? ¿De qué sirven estructuras u organizaciones como la ONU, OMC, OMS, CPI, … si somos testigos de todo lo anterior o más?

Níkolas Stolpkin

Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea.

 

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Agencias

los diez crímenes más impactantes de 2023 en EE. UU.

Francisco

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EP New York | EE.UU.

Violencia, racismo, odio y corrupción: los diez crímenes más impactantes de 2023 en EE. UU.

Asesinato de la familia Haight

El 4 de enero de 2023, Michael Haight mató a tiros a ocho miembros de su familia, incluidos tres adultos y cinco niños, en Enoch, Utah, antes de suicidarse. La esposa de Haight, previamente investigada por abuso doméstico en 2020, había solicitado el divorcio dos semanas antes. Este incidente, uno de los peores casos de violencia doméstica en Utah, destacó cuestiones críticas en la prevención del abuso doméstico.

Tiroteo en Goshen 2023

El 17 de enero de 2023, en Goshen, California, un tiroteo masivo en una celebración de cumpleaños dejó seis muertos y dos heridos. Las víctimas eran en su mayoría familiares y amigos del propietario. Los sospechosos son dos hombres enmascarados que huyeron en un todoterreno oscuro. Las autoridades sugieren un motivo relacionado con las drogas, lo que lo considera uno de los tiroteos relacionados con las drogas más mortíferos en California y subraya los problemas de violencia y tráfico de drogas del estado.

Tiroteo en Monterey Park 2023

El 22 de enero de 2023, durante la celebración del Año Nuevo Lunar en Monterey Park, California, un hombre armado enmascarado mató a diez e hirió a diez en un estudio de baile de salón. Asistido por unas 200 personas, en su mayoría de ascendencia asiática, el tirador escapó en un coche robado y se encuentra prófugo. El incidente, potencialmente un crimen de odio, es uno de los peores contra estadounidenses de origen asiático en la historia de Estados Unidos, lo que provocó protesta nacional y solidaridad con la comunidad.

Incidente de tortura en el condado de Rankin

El 24 de enero de 2023, seis agentes blancos, conocidos como el “Escuadrón Goon”, torturaron a dos hombres negros en Braxton, Mississippi, utilizando palizas, insultos impactantes e insultos raciales sin orden judicial. Acusados ​​en tribunales estatales y federales, sus declaraciones de culpabilidad expusieron un racismo y una brutalidad profundamente arraigados en la Oficina del Sheriff del condado de Rankin. Este incidente, parte de una historia de violencia contra hombres negros, subraya la corrupción y discriminación policial sistémica de Mississippi.

Tiroteo en una escuela de Nashville en 2023

El 27 de marzo de 2023, Aiden Hale, un hombre transgénero y exalumno, mató a tiros a seis e hirió a seis en The Covenant School, una escuela primaria cristiana en Nashville, Tennessee. Usó una pistola estilo AR-15 y una carabina, transmitió en vivo el evento y fue asesinado por la policía después de un enfrentamiento. La evidencia sugiere premeditación. Este raro caso de un tirador masivo transgénero en los EE. UU. provocó debates sobre la salud mental y la aceptación social de las personas transgénero.

Tiroteo en un banco de Louisville en 2023

El 10 de abril de 2023, Connor James Sturgeon, un ex empleado, llevó a cabo un tiroteo masivo en el Old National Bank en Louisville, Kentucky, matando a cinco e hiriendo a ocho, incluidos dos agentes. Usando un rifle estilo AR-15 y una pistola, atacó tanto dentro como fuera del banco, y luego se suicidó durante un enfrentamiento policial. El motivo de Sturgeon, insinuado en una nota y en publicaciones en línea, estaba relacionado con la insatisfacción en el lugar de trabajo. Este incidente es un caso notable de violencia masiva relacionada con empleados en Kentucky.

Tiroteo en Dadeville 2023

El 15 de abril de 2023, Malik Johnson, de 17 años, perpetró un tiroteo masivo en Dadeville, Alabama, en una fiesta de cumpleaños número 16 en un antiguo banco convertido en estudio de danza, matando a cuatro e hiriendo a 32, en su mayoría adolescentes. Usando una pistola y un rifle, se enfrentó a la policía y un oficial le disparó mortalmente. Su motivo, sugerido por publicaciones en las redes sociales, fue un rencor contra los asistentes. Este incidente, uno de los tiroteos relacionados con pandillas más violentos de Alabama.

2023 Tiroteo en un centro comercial en Allen, Texas

El 6 de mayo de 2023, Tyler James Smith, de 19 años, llevó a cabo un tiroteo masivo en Allen Premium Outlets en Texas, matando a nueve (incluido él mismo) e hiriendo a siete con una pistola y una escopeta. Apuntó a personas al azar antes de suicidarse cuando intervino la policía. Las autoridades notaron evidencia de enfermedad mental y tendencias suicidas en la actividad y pertenencias en línea de Smith. Este incidente se encuentra entre los tiroteos masivos perpetrados por adolescentes más trágicos de Texas, lo que enfatiza los problemas de salud mental y acceso a armas de los jóvenes.

Tiroteo en Jacksonville en 2023

El 26 de agosto de 2023, en Jacksonville, Florida, Ryan Christopher Palmerer, de 21 años, cometió un tiroteo masivo por motivos raciales en una tienda Dollar General, matando a tres personas negras y luego a él mismo. Conocido por publicar manifiestos racistas en línea, usó armas de fuego con esvásticas y usó un chaleco táctico. El incidente, investigado como delito de odio y terrorismo interno, es un claro ejemplo de violencia supremacista blanca en Florida.

Tiroteos en Lewiston en 2023

El 25 de octubre de 2023, Robert Card, de 40 años, ejecutó un tiroteo masivo en Lewiston, Maine, matando a 18 e hiriendo a 13 con un rifle semiautomático y una pistola. Primero atacó una bolera durante un evento juvenil y luego un restaurante, matando a un policía, entre otros. Después de herir a más oficiales y civiles, evadió una persecución de dos días y finalmente fue encontrado muerto por suicidio. Las autoridades descubrieron planes premeditados en la casa de Card, aunque su motivo sigue sin estar claro.

Publicado en NYT

 

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Agencias

¿Estamos en una nueva guerra fría? o solo es una guerra comercial

Francisco

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EP New York | polìtica mundial

Lo llamamos nueva guerra fría, pero no lo es

La competencia entre EEUU y China es muy diferente de la que rigió entre Washington y Moscú y estructuró el mundo durante la guerra fría. Pese a las limitaciones que le impone EEUU, China está inmersa de lleno en la economía global y las inversiones estadounidenses en el país no dejan de aumentar. ‘Codependencia destructiva’ podría ser más adecuado para la competencia interdependiente actual.

Lo llamamos “nueva guerra fría”, pero la relación, competencia y colaboración entre Estados Unidos y China no solo no lo es, sino que guiarse por este concepto puede llevar a errores de visión y de política . Más aún entre China y la Unión Europea, que ve, correctamente, a la superpotencia asiática como “socio, competidor y rival sistémico”.

Utilizamos el término de guerra fría por pereza intelectual, y porque estamos inmersos en un periodo de transición, es decir, de desorden, de un orden mundial a otro cuyos contornos se divisan aún mal. La guerra fría responde a otra época y situación. No es un concepto útil hoy. Pese al discurso de la tensión entre Washington y Pekín, la realidad es otra. El episodio de los globos es un reflejo.

A diferencia de la antigua Unión Soviética, China participa plenamente en la economía global, y en las cadenas de suministro que la conforman, aunque la globalización se haya frenado algo con la pandemia y con la competencia tecnológica y estratégica entre Washington y Pekín. Desde Occidente, sobre todo desde EEUU, se avanza hacia un acortamiento de estas cadenas, por medio de políticas de empresas. No solo por razones geopolíticas o geoeconómicas, pues tiene mucho que ver con la política interna estadounidense.

Con su política de America First, Donald Trump y su republicanismo radical atrajeron a una parte importante, venida a menos con la deslocalización y la automatización, de la clase obrera y media baja de EEUU. Joe Biden quiere con su política antichina y de Buy American –más allá de indudables consideraciones estratégicas de una superpotencia que teme que le haya surgido una rival– restablecer puentes con esos votantes que había perdido el Partido Demócrata. Es, además, un terreno de entendimiento con el propio Partido Republicano, radicalizado, con el que ahora tiene que tratar dado que controla la Cámara de Representantes. La política hacia China tiene mucho de política interna americana. <span;>All politics is local.

La actual administración estadounidense, inspirándose en tiempos de la guerra fría, se ha metido en una política de control de las exportaciones de tecnología avanzada hacia China, en la que está incorporando a aliados como Países Bajos, Japón y Corea del Sur, esenciales para la fabricación de los chips (microprocesadores) y otros elementos más avanzados. Un problema es que cada vez es más difícil diferenciar entre aplicaciones civiles y militares de estas tecnologías. Indudablemente, hay una carrera tecnológica entre EEUU y una China cuyos avances quiere frenar Washington tras percatarse, demasiado tarde, de que su incorporación a la economía mundial, en especial a partir de 2001 con la entrada en condiciones ventajosas de Pekín a la Organización Mundial del Comercio, no produjo la liberalización económica y política que, de manera ingenua y con desconocimiento de la cultura imperante en China, esperaba. Un ingenuidad y desconocimiento que también es frecuente en España.

«China tuvo su primer ‘momento Sputnik respecto a la inteligencia artificial con la derrota, en 2018, de un maestro del juego Go por la computadora AlphaGo de Deepmind (empresa adquirida por Google)»

El discurso de frenar a China predomina en EEUU, donde hay un amplio consenso al respecto. Algunas medidas restrictivas pueden lograrlo, al menos temporalmente. Por ejemplo, limitando la capacidad china de desarrollar la más avanzada inteligencia artificial (IA), respecto a la cual Pekín ha tenido lo que el experto e inversor Kai-Fu Lee llamó el “momento Sputnik”. Se refería al susto de EEUU cuando la URSS lanzó en 1957 el primer satélite artificial. Generó una carrera espacial, que llevó a EEUU a poner a un hombre en la Luna, a donde ahora parece que quieren volver diversas potencias, empezando por China.

El primer “momento Sputnik” chino en referencia a la IA llegó en 2018 con la derrota de un maestro del juego Go por la computadora AlphaGo de Deepmind (empresa adquirida por Google). (Dicho sea de paso, estos días, un jugador humano aficionado ha vencido al programa, tras descubrir en él, gracias a la IA, algunos fallos en el programa.) El segundo momento, para Pekín, ha sido el lanzamiento por OpenAI (en la que Microsoft tiene grandes intereses) de la inteligencia artificial generativa de lenguaje natural ChatGTP, que tanto revuelvo ha causado, y las de otras empresas. Corriendo, Pekín va a intentar presentar la suya. China, el mayor consumidor mundial de chips, no es (¿aún?) capaz de diseñar o fabricar los más avanzados, que necesita para esta carrera.

Las medidas limitativas de Washington le están llevando a desarrollar su propia capacidad. Tomará un tiempo y el éxito no está garantizado. Pero, ejemplo de la capacidad china, en diciembre pasado Huawei solicitó su propia patente para un componente de la litografía por luz ultravioleta extrema, tecnología que hasta ahora tenía en exclusividad la empresa ASLM de Países Bajos, esencial para fabricar los semiconductores más avanzados.

Pese al discurso oficial desde Washington de una relativa separación tecnológica y en otros aspectos de China, la realidad es algo diferente. El déficit comercial de EEUU con China creció el año pasado un 8,3% anual hasta los 382.900 millones de dólares, el segundo más alto registrado. Las inversiones estadounidenses en China van viento en popa, aunque se han frenado en startups .

Apple quiere comenzar a distanciarse de China, abriendo fábricas en India, además de impulsando su colaboración con países como Vietnam, pero no lo logra de forma significativa, debido al grado de sofisticada integración de sus sistemas de producción en la nueva superpotencia. China, por su parte, alberga muchas materias primas estratégicas en la era digital, desde el litio a las tierras raras. Aunque la administración estadounidense no lo reconozca de manera oficial, EEUU y China se necesitan mutuamente.

De seguir la tensión, podrían acabar –con los europeos pillados en medio– como los protagonistas del cuadro de Goya Duelo a garrotazos o como esos boxeadores que, agotados, acaban enganchados el uno al otro en el ring.

En cuanto a Taiwán, Washington está reforzando sus relaciones políticas y estratégicas con la isla, ante la posibilidad de una invasión desde la China continental. Sin embargo, es significativo que Warren Buffet haya anunciado una desinversión de 86% en TSMC, la empresa taiwanesa que fabrica (no diseña) un 54% de los chips mundiales. ¿Por el reshoring o por otra razón? Buffet suele acertar en las tendencias mundiales.

«Tan significativo es que China haya propuesto un plan para un ‘acuerdo político’ en 12 puntos, formalmente acorde con el Derecho Internacional, aunque no distingue entre agresor y agredido, como que Occidente lo haya rechazado de plano pese a tener algunos avisos interesantes»

Está, además, la competencia geopolítica en el Sur Global. EEUU intenta rodear a China en el Pacífico por medio de alianzas con países de la región (Filipinas es el último). China (y Rusia) refuerza sus bases navales y su presencia económica y estratégica en África y en América Latina. Aunque, tras las advertencias estadounidenses, si China empieza a apoyar a Rusia con suministros militares para la guerra en Ucrania –que incomoda a China, aunque ve ahí que Occidente se puede debilitar–, la tensión se puede incrementar de manera notable. Moscú se habrá echado a los brazos de Pekín, todo lo contrario de lo que buscaron Nixon y Kissinger con su apertura a China. Pero tan significativo es que China haya propuesto un plan para un “acuerdo político” (no lo llama plan de la paz) en 12 puntos, formalmente acorde con el Derecho Internacional, aunque no distingue entre agresor y agredido, como que Occidente lo haya rechazado de plano pese a tener algunos avisos interesantes, por ejemplo, contra el uso del arma nuclear. Por detrás, hay un intento por parte de China de generar un orden mundial más acorde a sus intereses que el que nació de la guerra fría y la posguerra fría. Ese es un largo e importante proceso, o pulso, que cambiará la gobernanza global.

En la guerra fría, la URSS exportaba ideología, comunismo soviético, y Occidente defendía la democracia liberal para sí. Cabe recordar la reguera de apoyos estadounidenses a golpes de Estado, como el de Pinochet en Chile. El Occidente democrático ha dejado, en general, de intentar exportar democracia liberal, salvo para defender la suya y la de sus socios (como Hungría y Polonia) o la de sus vecinos inmediatos (Ucrania). Su última y larga gran experiencia al respecto, Afganistán, salió mal. Pero la democracia avanzó en el mundo, aunque últimamente esté retrocediendo. En esta competencia, en la que desempeña un papel fundamental la desinformación, China intenta hacer atractivo su modelo desarrollo. Pero sabe que es único y de difícil repetición, aunque ya ha dejado sentado que crecimiento económico y tecnológico no requiere democracia liberal. Prefiere a los regímenes autoritarios, a los que no pide cuentas, sino contrapartidas económicas. La vigilancia de los ciudadanos/usuarios se da en todos los sistemas, aunque el uso que se hace de ella difiere. ¿Exporta China tecnoautoritarismo, con sistemas de vigilancia, censura y represión avanzados? Sin duda. Aunque también lo hace EEUU (y varios países occidentales). Si China exporta IA de reconocimiento facial a través de cámaras (a menudo con tecnología estadounidense), EEUU no se queda atrás. Una diferencia, según un reciente estudio de Brookings, es que estas exportaciones chinas se reparten entre democracias fuertes y débiles (56 % vs. 46 %), mientras EEUU lo hace más hacia las fuertes (76 % vs. 24 %).

La guerra fría comenzó con EEUU gozando de superioridad nuclear y la URSS de superioridad convencional en una Europa tomada como rehén de esta competición. Un equilibrio precario. Luego, con el desarrollo por ambos de sus capacidades nucleares, se llegó a la disuasión mutua asegurada (la Doctrina MAD) y a la paridad nuclear. Con el auge de China, las cosas cambian. Si China, como parece, está ampliando de forma significativa su arsenal nuclear para llegar a 1.500 cabezas en 2035, frente a las 3.700 de EEUU y a las 4.500 de Rusia en la actualidad, la disuasión cambiará por completo, por mucho que Pekín diga mantener la doctrina de que no será el primero en usarlas (no first use). Como indica el analista Andrew Krepinevich, la disuasión basada en la paridad funcionaba entre dos, pero la paridad deja de tener sentido entre tres. Habrá, sin embargo, potencial suficiente para destruir el planeta varias veces. Deberá repensarse por completo la ecuación nuclear –base del orden mundial–, más aún cuando Vladímir Putin ha sacado a Rusia del único gran acuerdo de control de armamentos nucleares que quedaba, el Nuevo Start. Habrá que pensar, como poco, en triadas. Más complejidad. Más inestabilidad.

No es, pues, una nueva guerra fría. Pero sí una situación de dependencia mutua y de profunda competencia entre una superpotencia que quiere seguir prevaleciendo y otra que quiere seguir ascendiendo. Un pulso polidimensional (con dimensiones que se alimentan entre sí). El término “nueva guerra fría” es facilón, y por eso se usa. ¿Entonces qué? ¿“Lucha existencial” para lo que queda de siglo, como la ha calificado el republicano Mike Gallagher, de la nueva comisión bipartita de la Cámara de Representantes de EEUU para combatir la competencia china? Esperemos que no. Para Rana Foroohar, analista de Financial Times,China y EEUU están atrapados en una “codependencia destructiva”. Puede valer. Pero habrá que encontrar una mejor definición de esta competencia interdependiente. No son tiempos de simplismos.

Publicado en

El País de España

Andrés Ortega

Andrés Ortega Klein (Madrid, 1954) es escritor, analista y periodista. Ha sido en dos ocasiones (1994-1996 y 2008-2011) Director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Ha tenido una larga carrera en periodismo como corresponsal en Londres y Bruselas y columnista y editorialista de El País

 

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