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Odebrecht sacude la esfera política de América Latina

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ODEBRECHT, LA COSA NOSTRA

Por Ricardo Angoso

@ricardoangoso ricky.angoso@gmail.com

 Un fantasma recorre América Latina y siembra el caos allá donde aparece: es la empresa Odelbrecht. Se trata de una gigantesca trama de corrupción que atañe a una de las mayores compañías del mercado inmobiliario brasileño que compraba voluntades políticas a cambio de dinero para conseguir concursos públicos de grandes obras de construcción en varios países latinoamericanos. Numerosos políticos y dirigentes del continente ya están señalados de haberse vendido a Odebrecht y apenas se conocen los primeros detalles. La señal de alarma saltó el 21 de diciembre del año pasado, cuando el Departamento de Justicia de los Estados Unidos reveló el monumental hallazgo de numerosos y cuantiosos sobornos de Odelbrecht a un sinfín de políticos latinoamericanos.

 Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panama, Perú, la República Dominicana y Venezuela son las diez naciones afectadas por esta trama de corrupción mafiosa y que extendía sus tentáculos a través de estos países y otros –sobre todo paraísos fiscales- donde depositaba los sutanciosos fondos que abonaba por sus descarados sobornos. Eran unos auténticos profesionales del soborno y actuaban con una gran diligencia. Sus directivos llevaban en avionetas el dinero en metálico para pagar a sus servidores. Sabían que con quien tenían que tratar: políticos sin ninguna moral ni ética, gentes que se vendían al mejor postor sin importarles nada ni nadie a cambio de un puñado de dólares. Compraban a los corruptos con total naturalidad, conocían el terreno que pisaban.

 Ya hay implicados varios presidentes y expresidentes, como Juan Manuel Santos, en Colombia, y Alejandro Toledo, en Perú, respectivamente. Santos niega todo, claro, él no sabía nada acerca de los supuestos dineros que llegaron a su campaña electoral procedentes de Odelbrecht para conseguir pingües beneficios después.  Igual que cuando llegaron los fondos del tráfico de drogas a la campaña del narcopresidente Ernesto Samper, otro que tampoco sabía nada de nada. En Colombia nunca se sabe nada de nada, que pregunten al mensajero. La culpa, ya se sabe, es de los maliciosos asesores y de los encargados de la campaña. Quien sí parece que sabía algo es el expresidente Toledo, acusado de haber recibido veinte millones de dólares del tinglado mafioso, y que nada más conocerse las acusaciones en su contra salió huyendo hacia París dando la callada por respuesta. Ya está en orden de búsqueda y captura, pero ni está en Lima ni se le espera. De prosperar un proceso por tan graves cargos, Toledo podría ser el segundo presidente de su país, tras Alberto Fujimori, en acabar en una cárcel y hay demasiados indicios que le señalan y apuntan de haber recibido tan apetitosa suma de dinero. Si no fuera así, ¿por que huyó?

 VARIOS DETENIDOS EN COLOMBIA, INVESTIGACIONES EN ECUADOR Y VENEZUELA

Otro que sí parece que sabía algo de la trama es el exviceministro de Transporte colombiano Gabriel García, quien podría convertirse en la “garganta profunda” de la trama  y denunciar los manejos de esta empresa en su país. Recibió cuatro millones y medio de dólares en Panamá y parece conocer bien los entresijos de esta historia. El tipo era un prohombre de la patria, tal como denuncia muy atinadamente desde una columna del diario El Espectador el escritor Wiliam Ospina: “El exviceministro Gabriel García, por ejemplo, fue calificado por su jefe Álvaro Uribe de “personalidad joven más importante del Caribe y de la patria”, así como de “cartagenero ilustre”. ¡Ilustrísimo! Economista de la Universidad de los Andes y especializado en Estados Unidos, ¿qué más credenciales necesita alguien para ser considerado “decente” en un país clasista como el nuestro? Pero lo que aprendió en esos salones tan sofisticados no fue la capacidad de pensar el mundo desde parámetros elevados, sino la urgencia de pertenecer y mantenerse en la élite. Sin importar que las consecuencias de su latrocinio engendraran más desigualdad, más odio social y más violencia”.

 También en Colombia ha sido detenido el ex senador liberal Otto Bula, un personaje digno de la mafia italiana. Refinado, pulcro, bien vestido y de aspecto repelente, como mandan los cánones de la rancia oligarquía colombiana, hasta su aspecto físico y personal encaja en lo que hubiera sido un niño bien si no hubiera sido porque Odebrecht se cruzó en su camino y le diera una sustanciosa tajada de la tarta de sobornos que estaba en juego por un gran proyecto de obra pública. Según la Fiscalía General de la República, Otto Bula recibió 4,6 millones de dólares  de la constructora brasileña y ahora el  ya acusado asegura que depositó parte de ese dinero a la campaña electoral para la reelección del actual presidente, Juan Manuel Santos. Bula, además, está ligado al expresidente Alvaro Uribe, ya que reemplazó en el Senado colombiano a Mario Uribe, el primo del mismo expresidente, y que tuvo que abandonar el legislativo tras ser investigado por estar ligado a bandas paramilitares, proceso que lo llevó a ser condenado a más de seis años de prisión. Bula está dispuesto a colaborar y se ha mostrado muy locuaz hasta ahora, algo que ha puesto nerviosos a muchos y que incluso le debería preocupar teniendo en cuenta lo poco que vale una vida humana en Colombia.

 Pero también el caso Odebrecht, que es como una bola de nieve que baja por una montaña y amenaza con convertirse en un alud, apunta a la campaña electoral del contricante de Santos en las últimas elecciones presidenciales: Oscar Iván Zuluaga. Según ha quedado demostrado, el jefe de la campaña de Zuluaga, Daniel García, un joven triunfador, habilidoso, sin escrúpulos y admirado por su jefe, Alvaro Uribe, trabajaba para Odebrecht y era su hombre en Bogotá. Era, en el argot mafioso, uno de los nuestros. García medió, en el 2009, entre Marcelo Odebrecht y los hombres de Uribe en el gobierno, entre los que destacaba el exviceministro detenido Gabriel García, para que les fuera concedida a los brasileños la obra conocida como la Ruta del Sol.  Objetivo logrado, claro.

 La campaña electoral de Zuluaga, que por cierto tiene aspiraciones presidenciales para el 2018, se ve así también empañada por un viaje que organizó con el equipo del candidato a Brasil para tener un encuentro al más alto nivel con la cúpula de Oldebrecht. La comitiva estaba formada por el hijo de Zuluaga, David, el ahora favorito de Uribe para las próximas elecciones, Iván Duque, y el mismo Garcia. Por tanto, las dos campañas electorales de la última gran contienda electoral colombiana aparecen manchadas con dineros ilícitos, ya que en el soborno se “perdieron” algo más de 6,5 millones de dólares que ahora la Fiscalía General de la República rastrea, aunque todo apunta a que el dinero estará en algún paraíso fiscal y que fue repartido entre varios capos del negocio. Parece que todo lo que toca el expresidente Uribe, con varios de sus exministros y altos cargos procesados o huidos de la justicia, está podrido. Su olfato político, del que tanto alardean sus fanáticos admiradores, está en entredicho, queda claro.  El problema de Uribe y de Santos es el mismo: Odelbrecht está colaborando con la justicia y la palabra de ambos ya no vale nada, todo lo que digan chocará con la cruda realidad de quien les pagó sus favores politicos a cambio de dinero. Así funciona la Cosa Nostra, sálvese quien pueda.

 Ecuador también se ha visto implicada en el escándalo Odebrecht, cuyos téntaculos se extienden por casi todo el continente y que podría haber gastado unos 400 millones de dólares en comprar políticos. Los sobornos en Ecuador podría alcanzar hasta los 35,5 millones de dólares y los beneficios obtenidos en este país superan los 116 millones de la misma moneda para la empresa sobornadora. Los hechos, que ya están siendo investigados por la Fiscalía ecuatoriana, llevaron al gobierno de Quito a suspender las relaciones con esta empresa brasileña y fueron denunciados en su momento por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

 México, con diez millones de dólares pagados a funcionarios del gobierno mexicano para conseguir contratos de obra pública, es otro de los países donde la mano negra de este auténtico entramado mafioso llegó e incluso embadurnó, con unos contratos seguramente amañados, la imagen de una empresa central en el país como Petróleos Mexicanos (PEMEX), que adjudicó importantes obras a la constructora brasileña ahora en el ojo del huracán. Con el mismo fin que en los casos anteriores, los brasileños ahora señalados como responsables de estos sobornos, a cuyo frente se haya el ahora encarcelado Marcelo Odebrecht, pagaron unos 100 millones de dólares por contratos y concesiones de  obra pública del Estado venezolano a responsables politicos de esta satrapía caribeña. Otros países, junto con los ya citados, donde hay abiertas investigaciones y que han sido señalados por los Estados Unidos como beneficiarios de los dineros de Odelbrecht son Argentina, Brasil, Guatemala, Panamá y la República Dominicana.

 En Brasil, Odebrecht ha colaborado con la justicia y 77 de sus directivos han dado pruebas, documentos y testimonios que involucran a numerosos dirigentes políticos brasileños y foráneos.  Entre los que se encuentran implicados, por citar tan sólo algunos de los más conocidos, hay que señalar al actual presidente Michael Temer, a la destituida expresidenta Dilma Rousseff y al mítico expresidente también Luís Ignácio Lula da Silva y el escándalo no ha hecho más que comenzar. Como en toda trama mafiosa, y Odebrecht lo era porque todos sabían de su naturaleza criminal y delictivo proceder, la Cosa Nostra dirá su última palabra y acabará abandonando a su suerte a sus bien pagados servidores. Así funciona la mafia.

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IA y cambio climático , las dos cajas de pandora que aterran al mundo

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EP New York. | Ciencia y Tecnología

Estamos ante dos grandes cajas de Pandora: la IA y el cambio climático

El diccionario Merriam-Webster señala que una “caja de Pandora” puede ser “cualquier cosa que parezca ordinaria, pero que puede producir resultados perjudiciales impredecibles”. Últimamente, he pensado mucho en las cajas de Pandora, porque los >Homo sapiens< estamos haciendo algo que nunca habíamos hecho: levantar las tapas de dos cajas gigantes de Pandora al mismo tiempo, sin tener ni idea de lo que podría salir de ahí.

Una de estas cajas de Pandora se denomina “inteligencia artificial” y la ejemplifican programas como ChatGPT, Bard y AlphaFold, los cuales son testigos de la capacidad de la humanidad para confeccionar por primera vez, y como si fuese la obra de un dios, algo que se acerca a la inteligencia general y supera por mucho la capacidad cerebral con la que evolucionamos de manera natural.

La otra caja de Pandora se llama “cambio climático” y con ella los humanos estamos por primera vez conduciéndonos, nuevamente, como si fuésemos unos dioses, de una época climática a otra. Hasta ahora, ese poder estaba limitado en gran medida a las fuerzas naturales relacionadas con la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Para mí, mientras levantamos las tapas al mismo tiempo, la gran pregunta es: ¿qué tipo de regulaciones y ética debemos implementar para manejar lo que salga gritando de las cajas?

Admitámoslo, no comprendimos cuánto se iban a usar las redes sociales para socavar los dos pilares de cualquier sociedad libre: la verdad y la confianza. Así que, si abordamos la inteligencia artificial generativa con la misma negligencia —si volvemos a seguir el imprudente mantra de Mark Zuckerberg en los albores de las redes sociales, “muévete rápido y rompe cosas”—, qué te puedo decir: vamos a romper cosas más rápido, con más fuerza y más profundidad de lo que nadie puede imaginar.

“Nos faltó imaginación cuando se desataron las redes sociales y luego no logramos responder con responsabilidad a sus consecuencias inimaginadas una vez que permearon las vidas de miles de millones de personas”, me dijo Dov Seidman, fundador y presidente de HOW Institute for Society y LRN. “Perdimos mucho tiempo —y nuestro camino— pensando de manera utópica en que solo podían salir cosas buenas de las redes sociales, al conectar a la gente y dándole voz. No podemos permitirnos fracasos similares con la inteligencia artificial”.

Así que existe “un imperativo urgente —tanto ético como regulatorio— para que estas tecnologías de inteligencia artificial solo se utilicen para complementar y elevar lo que nos hace singularmente humanos: nuestra creatividad, nuestra curiosidad y, en el mejor de los casos, nuestra capacidad para tener esperanza, ética, empatía, determinación y colaborar con otros”, agregó Seidman (miembro del consejo del museo que fundó mi mujer, Planet Word).

“El adagio de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad nunca ha sido más cierto. No podemos permitirnos otra generación de tecnólogos que proclamen su neutralidad ética y nos digan: ‘Oye, solo somos una plataforma’, cuando estas tecnologías de inteligencia artificial están permitiendo tipos exponencialmente más poderosos y profundos de empoderamiento e interacción humana”.

Por estas razones, le pedí su opinión a James Manyika, quien dirige el equipo de tecnología y sociedad de Google, así como Google Research —donde se lleva a cabo gran parte de la innovación en inteligencia artificial—, sobre la promesa y el desafío de esta tecnología.

“Debemos ser audaces y responsables al mismo tiempo”, dijo.

“La razón para ser audaces es que, en muchos ámbitos distintos, la inteligencia artificial tiene el potencial de ayudar a la gente con las tareas cotidianas, de enfrentar algunos de los mayores desafíos de la humanidad —como, por ejemplo, la atención médica— y lograr nuevos descubrimientos e innovaciones científicos, así como mejoras de productividad que llevarán a una mayor prosperidad económica”.

Manyika agregó que lo hará “dándole acceso a gente de todas partes a la suma del conocimiento mundial: en su propia lengua, en su modo de comunicación preferido, por medio de texto, voz, imágenes o código” en un teléfono inteligente, la televisión, la radio o un libro electrónico. Mucha más gente podrá obtener la mejor ayuda y las mejores respuestas para mejorar su vida.

Sin embargo, Manyika agregó que también debemos ser responsables y citó varias inquietudes. En primer lugar, estas herramientas deben estar alineadas por completo con los objetivos de la humanidad. En segundo lugar, en las manos equivocadas, estas herramientas podrían hacer un daño enorme, tanto si hablamos de la desinformación como de cosas que se pueden falsificar a la perfección o del hackeo. (Los malos siempre son los primeros en adoptarlas).

Por último, “hasta cierto grado, la ingeniería va a la cabeza de la ciencia”, explicó Manyika. Es decir, ni siquiera las personas que construyen los llamados grandes modelos lingüísticos en los que se basan productos como ChatGPT y Bard entienden por completo cómo funcionan ni el alcance total de sus capacidades”. Manyika agregó que podemos diseñar sistemas de inteligencia artificial de una capacidad extraordinaria, a los que se les pueden enseñar unos pocos ejemplos de aritmética, un lenguaje poco común o explicaciones de chistes y luego, con una precisión asombrosa, pueden empezar a hacer muchas más cosas tan solo con esos fragmentos. En otras palabras, todavía no sabemos por completo cuántas cosas más, buenas o malas, pueden hacer estos sistemas.

Por lo tanto, necesitamos cierta regulación, pero debe hacerse con cuidado y de manera iterativa. La talla única no les quedará a todos.

¿Por qué? Bueno, si lo que más nos preocupa es que China supere a Estados Unidos en el ramo de la inteligencia artificial, debemos acelerar nuestra innovación en inteligencia artificial, no ralentizarla. Si queremos democratizar de verdad la inteligencia artificial, tal vez queramos que su código sea abierto. No obstante, el código abierto puede ser explotado. ¿Qué haría el grupo del Estado Islámico con el código? Así que debemos pensar en el control de armas. Si nos preocupa que los sistemas de inteligencia artificial agraven la discriminación, las violaciones de la privacidad y otros daños sociales divisivos, como lo hacen las redes sociales, debemos tener regulaciones ahora.

Si queremos aprovechar todas las mejoras de productividad que se esperan de la inteligencia artificial, debemos centrarnos en crear nuevas oportunidades y redes de seguridad para todos los asistentes jurídicos, investigadores, asesores financieros, traductores y las personas que trabajan en tareas de repetición que podrían ser remplazados hoy y tal vez los abogados y programadores que serían remplazados mañana. Si nos preocupa que la inteligencia artificial se vuelva superinteligente y empiece a definir sus propios objetivos, sin tener en cuenta el daño humano, debemos detenerla de inmediato.

Este último peligro es tan real que, la semana pasada, Geoffrey Hinton, uno de los diseñadores pioneros de los sistemas de inteligencia artificial, anunció que iba a abandonar el equipo de inteligencia artificial de Google. Hinton señaló que, en su opinión, Google estaba actuando de manera responsable en el despliegue de sus productos de inteligencia artificial, pero que quería tener la libertad para hablar sobre todos los riesgos. “Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos la utilicen para cosas malas”, le dijo Hinton a Cade Metz, del Times.

Si sumamos todo, el resultado es que, como sociedad, estamos a punto de tener que decidir sobre algunas concesiones muy importantes mientras introducimos la inteligencia artificial generativa.

Y la regulación gubernamental por sí sola no nos salvará. Tengo una regla sencilla: mientras más rápido sea el ritmo del cambio y más poderes divinos desarrollemos los humanos, más importará todo lo antiguo y lento; todo lo que aprendiste en la escuela dominical o de dondequiera que tomes una inspiración ética, importará más que nunca.

Porque, mientras más modifiquemos la escala de la inteligencia artificial, mayor debe ser la modificación de la escala de la regla dorada: trata a los demás como quieras que te traten. Porque, debido a los poderes cada vez más divinos que nos estamos otorgando, ahora podemos afectarnos los unos a los otros más rápido, barato y profundo que nunca.

Cambio Climático

Sucede lo mismo con la caja de Pandora climática que estamos abriendo. Como explica la NASA en su sitio web: “En los últimos 800.000 años, ha habido ocho ciclos de glaciaciones y periodos más cálidos”. La última edad de hielo terminó hace unos 11.700 años y le dio paso a nuestra era climática actual —conocida como Holoceno (que significa “totalmente reciente”)—, la cual se caracteriza por tener estaciones estables que permitieron una agricultura estable, la construcción de comunidades humanas y, a final de cuentas, la civilización como la conocemos hoy.

“La mayoría de estos cambios climáticos se les atribuyen a variaciones muy pequeñas en la órbita de la Tierra que modifican la cantidad de energía solar que recibe nuestro planeta”, señala la NASA.

Bien, pues despídete de eso. Ahora hay un debate intenso entre los ecologistas —y los expertos en geología de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, la organización profesional responsable de definir las eras geológicas y climáticas de la Tierra— en torno a si los humanos hemos salido del Holoceno para entrar en una nueva era, llamada Antropoceno.

Ese nombre proviene “de ‘antropo’, que significa ‘hombre’, y ‘kainos’, que significa ‘nuevo’, porque la humanidad ha causado extinciones masivas de especies vegetales y animales, ha contaminado los océanos y ha alterado la atmósfera, entre otros impactos duraderos”, detalla un artículo publicado en Smithsonian Magazine.

Los científicos del sistema terrestre temen que esta era creada por el hombre, el Antropoceno, no tenga ninguna de las estaciones predecibles del Holoceno. La agricultura podría convertirse en una pesadilla.

Sin embargo, aquí es donde la inteligencia artificial podría ser nuestra salvadora: acelerando los avances en la ciencia de los materiales, la densidad de las baterías, la energía de fusión y la energía nuclear modular segura que permitan a los seres humanos gestionar los impactos del cambio climático que ahora son inevitables y evitar los que serían inmanejables.

No obstante, si la inteligencia artificial nos brinda un mecanismo para amortiguar los peores efectos del cambio climático —si, de hecho, la inteligencia artificial nos da una oportunidad—, será mejor que lo hagamos bien. Es decir, con regulaciones inteligentes para modificar con rapidez la escala de la energía limpia y con valores sostenibles a escala. Si no difundimos una ética de la conservación —una reverencia por la naturaleza y todo lo que nos da sin costo, como el aire y el agua limpios—, podríamos acabar en un mundo en el que la gente se sienta con derecho a conducir por la selva ahora que su Hummer es totalmente eléctrico. Eso no puede ocurrir.

En conclusión: estas dos grandes cajas de Pandora se están abriendo. Que Dios nos salve si adquirimos poderes divinos para partir el mar Rojo, pero no logramos modificar la escala de los Diez Mandamientos.


Thomas L. Friedman es columnista de Opinión del NYY sobre temas internacionales y ha ganado tres premios Pulitzer. Es autor de siete libros

 

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Agencias

“subir el techo de deuda estadounidense es “la única opción viable” para evitar una “catástrofe”: Yanet Yellen

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EP New York. | Economía EE.UU.

Por Gustavo Lugo | agencias

Washington / La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que subir el techo de deuda estadounidense es “la única opción viable” para evitar una “catástrofe”, y que debe hacerse todo lo posible para eludir el impago.

“Bajo ninguna circunstancia debemos permitir un incumplimiento de pagos”, dijo Yellen en una rueda de prensa en el centro de convenciones Toki Messe de la ciudad japonesa de Niigata, donde se encuentra para participar en los próximos tres días en la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G7.

En una comparecencia previa al inicio de las reuniones, Yellen abordó el debate sobre el techo de deuda en la primera economía mundial, un asunto que requiere de una “acción urgente” ante las proyecciones de que EE.UU. quede incapaz de satisfacer sus obligaciones bajo las circunstancias actuales para el próximo mes.

Una suspensión de pagos en el país norteamericano “produciría una catástrofe económica y financiera” que llevaría a la pérdida de miles de empleos, caída de ingresos familiares y deterioro de los créditos que tiraría por tierra los esfuerzos del país para reponerse del impacto de la pandemia y “minaría el liderazgo económico de Estados Unidos”, dijo la economista.

“No existe ninguna buena razón para generar una crisis creada por nosotros mismos”, señaló Yellen, que pidió al Congreso que “actúe rápido” para elevar o suspender el techo de deuda de nuevo, como ya ha hecho “en unas 80 ocasiones dese 1960”.

Preguntada sobre la posibilidad de adoptar otras medidas para solucionar la disyuntiva, Yellen se mostró consciente de que hay varias opciones frente a este tipo de situaciones, y subrayó que “lo único razonable es subir el techo de deuda”.

Pasar por esta situación de bloqueo varias veces durante sucesivos años es “tremendamente dañino”, añadió la secretaria del Tesoro, que abogó porque los congresistas lleguen a un acuerdo común que no pase por una decisión unilateral del presidente que pueda socavar sus políticas venideras.

EFE

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Agencias

Termina el título 42 de migración de EE.UU y miles de inmigrantes esperan en la frontera

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EP New York  | Migración USA

Grandes cifras de migrantes en frontera sur de EEUU ante fin de Título 42

CIUDAD JUÁREZ, México — El gobierno estadounidense empezará el jueves a negar asilo a los migrantes que lleguen a la frontera sur del país y no hayan presentado primero una solicitud por internet o buscado primero protección en uno de los países por los pasaron, lo que representa un cambio fundamental en la política migratoria de Estados Unidos mientras se prepara para poner fin a restricciones implementadas durante la pandemia.

Los solicitantes de asilo se han estado presentando en grandes números en la frontera en anticipación al fin del uso de las restricciones del llamado Título 42, las cuales facultan al gobierno para expulsar rápidamente a los migrantes. Funcionarios federales advirtieron que se avecinan días complicados ya que el programa vinculado con la pandemia de COVID-19 expira esta semana.

La nueva regla anunciada el miércoles forma parte de nuevas medidas que tienen el objetivo de reducir los cruces fronterizos ilegales al tiempo que crean nuevas vías legales, como un plan para abrir 100 centros de migración regionales en todo el hemisferio occidental y otorgar permisos condicionales humanitarios a unos 30.000 migrantes procedentes de cuatro países para que ingresen a Estados Unidos. Funcionarios federales han detallado las medidas que han adoptado, como el incremento en el número de vuelos de deportación, mientras se preparan para lo que muchos esperan que sea un aumento sustancial de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos.

“Nuestro plan dará resultados, pero tomará tiempo para que esos resultados se reflejen”, advirtió el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

Muchos inmigrantes, impulsados por el temor de que pronto sea más difícil permanecer en Estados Unidos, intentaban cruzar antes de que expire el Título 42 y entre en vigor la nueva norma al final del día jueves.

Bajo el amparo del Título 42, las autoridades fronterizas han enviado de regreso rápidamente a los migrantes: lo hicieron 2,8 millones de veces desde marzo de 2020. Pero después de que las restricciones expiren el jueves, los migrantes que sean detenidos cruzando ilegalmente la frontera tendrán prohibido regresar durante cinco años. Pueden enfrentar cargos penales si lo hacen.

Los migrantes llegaban constantemente el miércoles al río Bravo (o Grande), en Matamoros. Muchos se quitaban la ropa antes de entrar al río, aferrándose a bolsas de plástico en las que llevaban sus pertenencias. Vadeaban lentamente el río mientras llegaban más migrantes, algunos de ellos persignándose antes de seguir la fila a través de la frontera. Una familia puso a un bebé dentro de una maleta abierta. Un hombre la sostuvo por encima de su cabeza mientras que otro caminaba lentamente detrás de él como precaución. Otro niño cruzó sobre los hombros de un adulto. Del lado estadounidense, lograron subir la orilla, tomándose un momento para colocarse ropas secas antes de seguir su camino entre las hileras de alambre de púas.

En Ciudad Juárez, México, los migrantes siguieron llegando esta semana en pequeños grupos por tren o autobús, y partían a diario para entregarse a las autoridades estadounidenses.

Fran Tovar, un electricista de 30 años de edad procedente de Venezuela que dejó atrás a sus dos hijos para tratar de llegar a Estados Unidos, fue expulsado en su primer intento. Tratará nuevamente en 24 horas, con el objetivo de cruzar antes de que expire el uso del Título 42.

“Hay temor y angustia”, dijo Tovar, quien añadió que lleva más de tres meses en Juárez tratando de obtener una cita a través de una aplicación que Estados Unidos ha pedido a los migrantes que utilicen para presentarse en un punto de entrada fronterizo y solicitar la admisión.

La Patrulla Fronteriza detuvo a cerca de 10.000 personas el martes, una de las cifras más altas para un solo día, según un funcionario federal que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado a tocar el tema de manera pública. Más de 27.000 personas se encontraban en custodia. La cifra de personas en custodia varían a medida que los migrantes son liberados o deportados, pero en marzo había 8.600 personas bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.

Miguel Meza, director de programas migratorios para Catholic Relief Services, el cual cuenta con 26 albergues para migrantes en todo México, calculó que el miércoles había alrededor de 55.000 migrantes en ciudades aledañas a la frontera con Estados Unidos. El espacio de albergues está “saturado”, señaló, y los migrantes se estaban extendiendo a zonas circunvecinas.

La medida anunciada el miércoles es una parte clave de la estrategia de Estados Unidos para acotar los cruces fronterizos que alcanzaron máximos históricos incluso con el Título 42 en vigor. Sin llegar a ser una prohibición total, la medida impone fuertes limitaciones al asilo para aquellos que crucen de manera ilegal y que no hayan buscado antes un acceso legal. También tiene un margen para excepciones y no se aplica a los niños que viajan sin compañía de un adulto. Se anunció por primera vez en febrero.

Un tribunal federal de apelaciones evitó que entraran en vigor medidas similares, pero más estrictas, que buscaba imponer el entonces presidente Donald Trump en 2019.

Grupos defensores de los derechos humanos señalaron que planean presentar una demanda.

“Esta medida causará un grave daño a las personas”, dijo la abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus iniciales en inglés) Katrina Eiland.

Señaló que, como resultado de ésta, los migrantes quedarían varados en el norte de México. Dijo que la regla se basaba en la idea de que los migrantes pueden recibir protección en otro país u obtener una cita por internet para solicitar asilo en Estados Unidos. Aseguró que existen serios problemas con esas dos opciones.

Funcionarios estadounidenses también dijeron que planeaban abrir centros regionales por todo el hemisferio, donde los migrantes puedan solicitar ir a Estados Unidos, Canadá o España. Se habían anunciado previamente dos centros en Guatemala y Colombia. De momento no está claro dónde se abrirían otros. Los funcionarios del gobierno estadounidense hablaron bajo condición de anonimato para discutir planes fronterizos que no han sido dados a conocer.

La mayoría de las personas que se dirigen a la frontera entre Estados Unidos y México huyen de la persecución o la pobreza en sus países de origen. Los migrantes y los grupos que trabajan con ellos señalaron el torbellino de rumores y desinformación de los traficantes que dificulta que los migrantes sepan qué hacer.

En Matamoros, Carmen Josefina Characo López dijo que llegó hace más de un mes y que había estado tratando de usar la aplicación del gobierno de Estados Unidos para programar una cita para solicitar asilo.

“Las que van llegando van escuchando los cuentos de los otros, y se van alarmando. ’Oye, ¿tú tienes cuatro meses? No, yo llegué. Yo voy a cruzar o tratar de cruzar. Y eso, lo que viene, el dilema”, comentó.

Con información de AP

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